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¿Qué debería saber sobre los esteroides?

¿Qué debería saber sobre los esteroides?

Los jóvenes preguntan...

¿Qué debería saber sobre los esteroides?

“Claro que pienso en ello [las consecuencias de tomar esteroides]... ¿Cuánto tiempo voy a vivir si sigo así?... Pero esto es lo que me importa ahora.” John, levantador de pesas.

¿ESTÁS descontento con tu aspecto? ¿Te gustaría tener el cuerpo musculoso de una estrella del deporte o la esbelta figura de una modelo famosa? ¿Te tomas en serio la competición y quieres mejorar tu resistencia y velocidad?

Si tu respuesta a cualquiera de estas preguntas es afirmativa, quizás te sientas tentado a tomar alguna de las pastillas o extrañas “pociones” que, según prometen tus compañeros, te ayudarán a alcanzar tus objetivos más rápido. La revista American Academy of Family Physicians comenta: “Alrededor de un millón de adolescentes [de Estados Unidos] con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años han consumido productos potencialmente peligrosos, como suplementos dietéticos y fármacos para mejorar el rendimiento”.

Los esteroides anabolizantes son los fármacos más utilizados para potenciar el desempeño deportivo. Pero ¿qué son? ¿Por qué los toma la gente? Y ¿cómo puedes resistirte a su atractivo?

Un empujón a la naturaleza

Un informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos explicó que la expresión esteroides anabolizantes define a “las sustancias sintéticas relacionadas con las hormonas masculinas (andrógenos). Estas estimulan el crecimiento de los músculos esqueléticos (efectos anabolizantes) y el desarrollo de las características sexuales del hombre”. En la pubertad se inicia un preciso mecanismo programado para incrementar la producción de estas hormonas sexuales en los varones, y así se generan los cambios necesarios para que el niño llegue a ser adulto (Salmo 139:15, 16).

Los esteroides sintéticos aparecieron en la década de 1930 como tratamiento para los varones que no producían de forma natural una cantidad suficiente de estas hormonas. En la actualidad se utilizan para contrarrestar el desgaste que sufre el organismo debido al VIH y otras enfermedades. Sin embargo, estas sustancias se han hecho populares entre quienes no tienen necesidades médicas reales. En los años cincuenta podían conseguirse en el mercado negro, y atletas ambiciosos empezaron a emplearlas para aprovechar sus propiedades potenciadoras del desempeño físico.

Pero los deportistas no son los únicos que se sienten tentados a recurrir a los esteroides. Un estudio publicado en la revista médica Pediatrics señala que en Estados Unidos los han usado casi el tres por ciento de los chicos y chicas de entre 9 y 13 años. Recientemente, la doctora Nora D. Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, dijo en una audiencia ante un comité del Congreso de Estados Unidos que en 2004 “unos setenta y nueve mil estudiantes de último año de secundaria reconocieron haber consumido esteroides anabolizantes durante el año anterior”. En el Reino Unido también prolifera su abuso. La revista New Statesman asegura que “en los condados de Merseyside y Cheshire, entre los nuevos participantes de los programas de intercambio de jeringas en 2003, el grupo más numeroso fue el de los consumidores de esteroides, quienes por primera vez superaron a los adictos a la heroína”. *

¿Cuál es el atractivo de los esteroides?

¿Por qué ha aumentado el consumo de esteroides? Una razón es que los atletas pueden conseguir fama y grandes fortunas al instante, y estas sustancias parecen ofrecer un camino más corto a esa mina de oro. Un destacado entrenador resumió la actitud popular de esta manera: “Ganar no lo es todo. Ganar es lo único”. La doctora Volkow, mencionada al principio, advierte: “Hay un mensaje realmente dañino que está penetrando en la sociedad: cuanto más grandes sean tus músculos, mejor, y ser el mejor es más importante que los medios que emplees para conseguirlo”.

Una encuesta realizada por Bob Goldman, médico deportivo, parece confirmar esta triste realidad. Les preguntó a atletas jóvenes si estarían dispuestos a tomar fármacos ilegales para mejorar su rendimiento bajo las siguientes circunstancias: no se les descubriría nunca, ganarían todas las competiciones durante los siguientes cinco años y, después de eso, morirían a causa de los efectos secundarios producidos por las drogas. Más de la mitad respondió que sí.

Aunque quizás tú no tengas la mentalidad de ganar a toda costa, es posible que te atraiga la idea de usar esteroides. ¿Por qué? La doctora Volkow señala: “La gente toma esteroides porque en verdad mejoran la apariencia y algunos desempeños físicos”. Hoy en día, la apariencia es lo más importante en muchas culturas. El doctor Harrison Pope, profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard, comenta: “Millones de hombres sienten vergüenza e inseguridad debido al énfasis que se da a la figura”. Los esteroides ofrecen a los hombres jóvenes la posibilidad de esconder su falta de confianza tras un cuerpo musculoso y que está a la moda.

Por razones parecidas, las mujeres también pueden caer víctimas de la trampa de los esteroides. Charles Yesalis, profesor de Salud y Desarrollo Humano de la Universidad Estatal de Pensilvania, dijo lo siguiente: “En la década de 1990 hubo un aumento considerable en la cantidad de chicas que usaban esteroides, y en la actualidad se ha llegado a un máximo sin precedentes”. Algunas los utilizan para ser más fuertes y veloces en los deportes. Sin embargo, parece que la mayoría de ellas los consumen con la esperanza de transformar su cuerpo y adquirir la esbelta y bien tonificada silueta que exhiben las modelos y las estrellas de cine. “Las mujeres jóvenes —apunta Jeff Hoerger, de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey— los utilizan sobre todo como [un medio] para controlar el peso o perder grasa corporal.”

Piensa en los riesgos

Si alguna vez te sientes tentado a consumir esteroides sin receta médica, vale la pena que pienses en los siguientes datos. Para la persona que los toma, incluso por poco tiempo, se incrementa el riesgo de sufrir ataques al corazón, mal funcionamiento del hígado o los riñones y serios problemas psiquiátricos. En el caso de las muchachas, algunos efectos son trastornos menstruales, calvicie y mayor crecimiento del vello, además de que el tono de la voz se vuelve más grave. Por otro lado, el consumo de esteroides en los hombres puede hacer que les crezcan pechos y hasta que los testículos comiencen a atrofiarse. Tanto hombres como mujeres son propensos a repentinos episodios de agresividad y, aunque parezca irónico, pueden impedir el crecimiento si se consumen durante la adolescencia.

Si eres un joven que desea agradar a Jehová, ¿qué principios bíblicos pueden aplicarse al uso ilegal de esteroides? La Biblia dice claramente que la vida es un regalo de Jehová (Hechos 17:25). Como muestra el párrafo anterior, es muy probable que el joven que consume dichos fármacos acabe perjudicando su salud. Por lo tanto, pregúntate: “¿Estaría mostrando gratitud a Jehová por haberme dado un cuerpo tan ‘maravillosamente hecho’ si tomara sustancias que terminarán dañándolo?” (Salmo 139:14).

Otro factor que debes tomar en cuenta es que los esteroides hacen que la persona sea más propensa a los arrebatos de mal genio. El sabio rey Salomón dijo: “Cualquiera dispuesto a la furia tiene muchas transgresiones” (Proverbios 29:22). Y el apóstol Pablo advierte que aquellos que se dejan dominar por la cólera no heredarán el Reino de Dios (Gálatas 5:19-21). ¿Compensan los beneficios a corto plazo que corras esos riesgos?

¿Y si te ves tentado a usar esteroides para mejorar tu rendimiento en el deporte? La Biblia nos manda que nos comportemos “honradamente en todas las cosas” (Hebreos 13:18). Si alcanzaras el éxito gracias a los esteroides, ¿estarías siendo honrado con el resto de los competidores y contigo mismo?

Ten presente que, aunque algunos de tus compañeros te juzguen por tu aspecto físico o por tus logros, Jehová evalúa a las personas de manera diferente. Para él, lo que determina cuánto vales no es la forma de tu cuerpo. En la ocasión en que eligió a David para ser rey de Israel, le dijo a Samuel lo siguiente con relación al apuesto hermano de David: “No mires su apariencia ni lo alto de su estatura, porque lo he rechazado. Porque no de la manera como el hombre ve es como Dios ve, porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón” (1 Samuel 16:7).

Tanto si eres siervo de Jehová como si no, es sensato que te resistas al atractivo de los esteroides. Un jugador universitario de fútbol americano da este práctico consejo: “Si no quieres que te presionen para que tomes esteroides, elige bien tus amistades. Cualquier ‘beneficio’ que las drogas puedan ofrecerte sencillamente no vale la pena”.

[Nota]

^ párr. 10 A menudo, los esteroides se inyectan en el cuerpo, de modo que quienes comparten las jeringas corren mayor riesgo de contraer el VIH u otras enfermedades transmitidas por la sangre.

[Ilustración de la página 20]

Algunas jóvenes consumen esteroides para mejorar su figura