De nuestros lectores
De nuestros lectores
Las montañas, fundamentales para la vida (22 de marzo de 2005) Visitar el Parque Nacional de Grand Teton fue una de las experiencias más impresionantes de mi vida. Pero quedé asombrada al leer los artículos sobre lo necesarias que son las montañas. Ahora siento mucho más aprecio por ellas y por el maravilloso Creador que las diseñó.
J. G., Estados Unidos
Cuando contemplo la belleza de la creación de Jehová, no encuentro palabras que describan cómo me siento. A pesar de la agresión del hombre y de la contaminación del medio ambiente, aún podemos apreciar las montañas y disfrutar de ellas. Me encanta hablar a otras personas de lo que sucederá en un futuro cercano, como se promete en Salmo 72:16.
R. C., Estados Unidos
Los jóvenes preguntan... ¿Por qué debo trabajar con mis manos? (22 de marzo de 2005) Trabajo en la empresa de pintura de mi padre, y alguien me dijo que en un empleo como este no se necesita usar la cabeza. Sin embargo, el artículo destacó que tanto Jesús como Pablo trabajaron con las manos. Ahora me siento motivada a trabajar con más entusiasmo, y quiero aprender bien el oficio para colaborar en la construcción de Salones del Reino y Salones de Asambleas.
M. Y., Japón
¡Este artículo sí que me animó! Me recordó una vez más que nuestro principal objetivo en la vida es servir a Jehová Dios, y que el oficio que elija debe permitirme cumplir esa meta. También me motivó a tomar la iniciativa en realizar los quehaceres domésticos. Pero lo más importante es que me ayudó a tener el punto de vista de Jehová sobre el trabajo manual.
Y. K., Rusia
La vida: un asombroso conglomerado de cadenas (22 de enero de 2005) Tengo 15 años. En la clase de Biología estamos estudiando el tema de la energía metabólica. Cuando llevé esta revista a la escuela, mi profesor utilizó el artículo para explicar la materia y usó los dibujos que en él aparecían. Después de clase, todos me pidieron la revista. El artículo nos enseña cuánta sabiduría posee Jehová, quien, sin duda, es digno de alabanza. Espero con anhelo el tiempo en que toda cosa viviente lo alabe.
Y. B., Rusia
“¡Si la gente lo supiera!” (8 de enero de 2005) Tengo 17 años y a menudo he pensado en mudarme a un lugar donde haya mayor necesidad de publicadores del Reino. El ejemplo de David fortaleció mi decisión de trasladarme a un territorio así en cuanto me gradúe. Sigan publicando artículos con ejemplos tan animadores como este. Los jóvenes de mi edad necesitamos estímulo constantemente para seguir adelante en la predicación.
K. O., Polonia
Tengo 20 años. Este artículo me hizo llorar. Pensé en que si muero mientras aún soy joven, no quiero tener remordimientos por no haber servido a Jehová al máximo de mis posibilidades. Mi meta a corto plazo es ser evangelizadora de tiempo completo. Voy a enmarcar este artículo y a colgarlo en la pared para que nunca se me olvide lo que sentí al leerlo. Muchas gracias por publicar experiencias tan hermosas como esta.
N. N., Japón