Ir al contenido

Ir al índice

De nuestros lectores

De nuestros lectores

De nuestros lectores

El nuevo formato de ¡Despertad! Anoche terminé de leer la ¡Despertad! de enero de 2006 y debo decir que me encanta el nuevo formato. Ahora es más una revista de estudio, diseñada para hacer pensar. En toda ella puedo ver la mano de Jehová fomentando nuestro crecimiento espiritual.

B. N., Canadá

Tengo 16 años. Las novedades que se han introducido en la revista nos ayudarán mucho a los jóvenes en nuestro estudio de la Biblia. Algunos artículos contienen una serie de preguntas para que el lector reflexione en lo que ha leído. Me gusta utilizar ¡Despertad! cuando hago las tareas escolares. Espero que sigan publicando información tan buena y útil para nosotros.

S. N., Namibia

La fe me ayuda a soportar la esclerosis lateral amiotrófica (Enero de 2006) Después de leer la experiencia de Jason Stuart, todos mis problemas se redujeron casi a nada. Me di cuenta de que Jehová valora muchísimo el servicio que le damos según nuestras circunstancias. Y en cuanto a su esposa, no pude menos que quedarme admirada por su abnegación y su fuerte confianza en Jehová. Esta experiencia quedará grabada para siempre en mi corazón, y sé que me ayudará a afrontar los problemas que se me presenten en el futuro.

C. R. S., Perú

La experiencia de Jason me hizo llorar, no solo porque me conmovieron sus sufrimientos, sino también porque, como testigo de Jehová, estoy muy orgullosa de tener un hermano espiritual como él. Su caso me ayudó a ver la importancia de prepararnos para las pruebas, pues todos estamos sujetos al “tiempo y el suceso imprevisto” (Eclesiastés 9:11).

T. A., Hungría

Como mi madre murió de esclerosis lateral amiotrófica, la experiencia de Jason me llegó al corazón. Su ejemplo me animó a seguir esforzándome al máximo en el ministerio. Oro a Jehová para que continúe fortaleciendo a este hermano y a su esposa.

L. Z. G., Paraguay

Gracias a que Jason pasó tanto tiempo inmerso en el estudio personal de la Biblia cuando estaba bien de salud, tuvo reservas espirituales a las que recurrir cuando las necesitó. Esto me hizo pensar y reafirmó mi decisión de ser más diligente en mi estudio personal.

Y. M., Japón

Los jóvenes preguntan... ¿Por qué me lastimo a propósito? (Enero de 2006) De joven tuve una lucha con las drogas y el alcohol; sin embargo, el problema más difícil que he tenido que afrontar es el de lastimarme a propósito. Esta sigue siendo una batalla constante, pero artículos como este me dan las fuerzas para no desistir. No tengo palabras para expresarles mi agradecimiento.

E. C., Estados Unidos

La autolesión ha formado parte de mi vida desde la adolescencia. Ahora tengo 56 años, y aunque hace ya cuatro años que he dejado esa práctica, cuando tengo problemas graves siento el impulso de volver a recurrir a la autolesión. Este artículo me ha calado muy hondo. Estoy segura de que va a hacer la vida más llevadera a personas como yo.

Nombre omitido, Países Bajos

Tengo 17 años y quisiera darles las gracias por este artículo. Yo también me lastimo a propósito. Hace poco volví a hacerme cortes. Se lo dije a mi madre y le pedí que orara conmigo. He visto que Jehová me quiere a pesar de mi problema. El artículo me ha ayudado mucho, y doy gracias a Dios por él.

N. M., República Checa

“¡Increíble!”, exclamé cuando vi el artículo. Soy una joven de 18 años que se autolesiona. El dolor me ayuda a reprimir mis emociones. Muchas veces me entran ganas de torturarme y no sé cómo combatir esos sentimientos. Fue una gran sorpresa ver este artículo. Se me llenaron los ojos de lágrimas, y le oré a Jehová para darle gracias. He recibido mucho consuelo, un consuelo que solo se puede hallar en la organización de Jehová.

A. P., Rusia

A los 14 años empecé a recurrir a la autolesión para mitigar mi dolor emocional. En cierta ocasión, hasta tuve que ir al hospital. Llevar un diario me ha sido muy útil para controlar esas tendencias. Además, cuando me siento tentada a autolesionarme, llamo a una amiga comprensiva. La oración, sobre todo, me ha sido de gran ayuda. Y cuando no me siento digna de orar, mis amigas o los ancianos cristianos oran conmigo. Es un hábito difícil de combatir, pero he aprendido a manejar la situación y a aceptar toda la ayuda disponible para no llegar al extremo de hacerme daño.

N. W., Alemania

En la fotografía de la primera página del artículo se ve a una muchacha tirándose del pelo, y el artículo menciona a una tal “Sara”, que se arrancaba el pelo para castigarse. Mi hija padece un trastorno del tipo obsesivo compulsivo denominado tricotilomanía, caracterizado por el impulso de arrancarse el pelo. Es una conducta compulsiva que no está motivada por el deseo de lastimarse y no es necesariamente un paso previo a hacerse cortes.

M. H., Estados Unidos

¡Despertad! responde: El término tricotilomanía, acuñado a finales del siglo XIX, alude a un trastorno de conducta caracterizado por el impulso irresistible de arrancarse el pelo. Como nuestra fotografía trataba de ilustrar con delicadeza, algunas personas se arrancan el pelo para lastimarse. Sin embargo, esto no significa que todos los que lo hacen compulsivamente encajen con el tipo de persona descrito en el artículo. Como indica nuestra lectora, este hábito a veces está más relacionado con un trastorno obsesivo compulsivo.

De todas maneras, algunos especialistas explican que debe tomarse en consideración la causa de la tricotilomanía para adaptar el tratamiento a las necesidades particulares del paciente. Por tanto, es aconsejable consultar a un médico para que diagnostique el caso y prescriba un tratamiento.

¿Qué respondería usted? (Enero de 2006) ¡Me encanta esta nueva sección! Damos clases a nuestros nietos en casa, y va a ser un magnífico complemento de su lectura diaria de la Biblia y de los artículos de ¡Despertad! que les hacemos leer como parte del programa educativo. Agradecemos su gran interés por los niños.

B. E., Estados Unidos

No es fácil responder las preguntas, pero cuando doy con una respuesta, me pongo muy contento. Ayer estuve toda la tarde leyendo esta página, ¡qué interesante la encontré! Cuando sea mayor, me gustaría ayudar a hacer esta revista para que otras personas también aprendan de Jehová.

D. H., Estados Unidos

Tengo ocho años. En casa utilizamos esta página en nuestro estudio de familia. Nos encanta buscar las respuestas. La parte “¿Quién soy?” cuesta resolverla a veces, pero nos gusta el desafío. Sigan haciendo tan buen trabajo.

C. W., Estados Unidos