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La Barrera de Arrecifes de Belice: patrimonio mundial

La Barrera de Arrecifes de Belice: patrimonio mundial

La Barrera de Arrecifes de Belice: patrimonio mundial

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN MÉXICO

“El deterioro o la desaparición de un bien del patrimonio cultural y natural constituye un empobrecimiento nefasto del patrimonio de todos los pueblos del mundo [...;] incumbe a la colectividad internacional entera participar en la protección del patrimonio cultural y natural de valor universal.” (Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, de la UNESCO.)

EN CONSONANCIA con la anterior declaración, en 1996 se inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial la Reserva de la Barrera de Arrecifes de Belice. Se le concedió así la misma categoría que a Machu Picchu (Perú), el Gran Cañón (EE.UU.) y otras maravillas del mundo. ¿Qué le confiere a este lugar un gran “valor universal”?

Un patrimonio digno de ser conservado

La Barrera de Arrecifes de Belice es la formación de coral vivo más grande del continente americano y la segunda del mundo (la primera es la Gran Barrera de Arrecifes de Australia). Recorre 300 kilómetros [185 millas] bordeando la península de Yucatán, lo que incluye la mayor parte de la costa del país centroamericano de Belice. Además de la barrera propiamente dicha, formada por una serie de arrecifes, la reserva incluye 450 cayos, o islotes, y tres atolones, o islas de coral en forma de anillo, cada una de las cuales encierra una pintoresca laguna. Esta reserva de 960 kilómetros cuadrados [370 millas cuadradas] consta de siete zonas especialmente protegidas por la convención.

Es primordial conservar los arrecifes coralinos, pues albergan una cuarta parte de la fauna y flora marina. De hecho, la biodiversidad de estos ecosistemas solo es superada por las selvas tropicales. Ahora bien, los científicos advierten que el 70% de los bancos de coral del planeta desaparecerán en un plazo de veinte a cuarenta años, a menos que se ponga coto a la contaminación de las aguas en sus múltiples formas, al turismo sin control y a prácticas destructivas, como el uso de cianuro para pescar.

En la Reserva de la Barrera de Arrecifes de Belice se han identificado 70 especies de coral duro, 36 de coral blando y 500 de peces. Se trata de un santuario para diversos animales marinos en peligro o amenazados, como tres especies de tortugas —boba, verde y carey—, el manatí y el cocodrilo americano. Aludiendo a la asombrosa biodiversidad de este arrecife, la especialista Julianne Robinson dijo: “La Barrera de Arrecifes de Belice ofrece oportunidades únicas a investigadores y visitantes por igual. [...] Es uno de los pocos reductos donde se observa la naturaleza en su plenitud, pero sin duda está amenazado”.

El mayor peligro que afronta quizás sea la decoloración de los corales, fenómeno por el cual pierden su colorido y se tornan translúcidos (véase el recuadro de la página 26). National Geographic News informa de que, coincidiendo con el paso del huracán Mitch, tuvo lugar una decoloración muy extensa entre 1997 y 1998, lo que redujo en un 48% la población de corales vivos. ¿Qué desencadenó la catástrofe? Aunque las investigaciones aún no han concluido, Melanie McField, especialista en arrecifes, explica: “Este blanqueo coralino está estrechamente vinculado al aumento de la temperatura de las aguas oceánicas. [...] Otra de sus causas es la radiación ultravioleta, y la combinación de ambos factores genera la peor reacción posible”. Afortunadamente, el arrecife de Belice parece estar recuperándose de forma gradual. *

Paraíso submarino

El arrecife de Belice aún tiene un 90% de su extensión sin explorar. Sus cristalinas aguas, con un promedio de 26 °C [79 °F], son una delicia para bucear, sea con tubo o con botella. A solo unos cientos de metros se encuentra San Pedro, pueblo del cayo Ambergris, que ofrece un fácil acceso al arrecife. Seis kilómetros [4 millas] al sureste de San Pedro está la reserva de Hol Chan, con una extensión de ocho kilómetros cuadrados [3 millas cuadradas]. Este parque submarino de aguas poco profundas cuenta con una quebrada o canal que atraviesa el arrecife.

Uno de los lugares más atractivos del mundo para los buceadores es el cenote calizo Blue Hole. Esta zona de la reserva, especialmente protegida por la convención, se localiza en el centro del arrecife Lighthouse, a 100 kilómetros [60 millas] de Belice. Cobró fama en 1970 gracias al oceanógrafo francés Jacques-Yves Cousteau, quien realizó una expedición a bordo de su barco Calypso. Rodeado de aguas turquesa, Blue Hole es un pozo de color azul oscuro, con unos 300 metros [1.000 pies] de diámetro y más de 120 [400 pies] de profundidad, cercado de corales vivos. Antes de que el nivel marino subiera, este fenómeno geológico era una caverna subterránea seca, cuyo techo se hundió. Las paredes son verticales hasta los 35 metros [110 pies] de profundidad, y a partir de este punto aparecen cornisas con enormes estalactitas que se proyectan hacia el fondo. Con una visibilidad de 60 metros [200 pies], el panorama que se observa es imponente. Aparte de tiburones, apenas se ven otras criaturas marinas en su interior. Ha de tenerse en cuenta que la inmersión requerirá una posterior descompresión; por tanto, no es recomendable para submarinistas principiantes. De todos modos, las diáfanas aguas del perímetro coralino ofrecen excelentes posibilidades de bucear con tubo.

No muy lejos se halla otra de las siete zonas protegidas: el idílico cayo Half Moon, santuario del raro piquero (o alcatraz) patirrojo y de otras 98 especies de aves. Las paredes submarinas de este cayo alcanzan los 1.000 metros [3.000 pies] de profundidad y están cubiertas de bellos corales blandos. Descender por ellas es sencillamente espectacular.

Como vemos en este breve recorrido por la Barrera de Arrecifes de Belice, existen muy buenas razones para conservar este tesoro para el disfrute de generaciones futuras. Su pérdida constituiría “un empobrecimiento nefasto del patrimonio de todos los pueblos del mundo”.

[Nota]

^ párr. 9 Aunque tal vez se pueda hacer poco localmente contra el calentamiento global que eleva las temperaturas de las aguas marinas, el hecho de que el arrecife de Belice se haya incluido en la Lista del Patrimonio Mundial ha animado a los beliceños a protegerlo con mayor ahínco.

[Ilustraciones y recuadro de la página 26]

Decoloración coralina

El arrecife es una especie de pared viva formada por colonias de seres carnívoros llamados pólipos coralinos, dotados de un esqueleto o estructura externa de carbonato cálcico. Los esqueletos de generaciones pasadas sirven de base para los nuevos corales. En el interior de los corales viven las zooxantelas, algas microscópicas que mantienen una relación simbiótica con los pólipos: al tiempo que les proporcionan oxígeno y nutrientes, absorben el dióxido de carbono que estos producen. Sensibles como son a los cambios de temperatura del agua, los pólipos expulsan las algas cuando se eleva la temperatura, provocando la pérdida del pigmento clorofílico y la consiguiente decoloración. Todo ello debilita a los corales y aumenta el riesgo de que enfermen y mueran. No obstante, gracias a su capacidad de recuperación, los arrecifes se regeneran cuando se los protege.

[Reconocimiento]

Fondo: Copyright © 2006 Tony Rath Photography - www.trphoto.com

[Mapa de la página 23]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

México

BELICE

Mar Caribe

Océano Pacífico

[Ilustración de la página 23]

Vista de satélite que muestra el arrecife de 300 kilómetros de Belice

[Ilustración de la página 24]

Cayo Rendezvous

[Reconocimiento]

©kevinschafer.com

[Ilustración de la página 24]

Tortuga carey

[Ilustración de las páginas 24 y 25]

El cenote Blue Hole en el arrecife Lighthouse, producido por el hundimiento de una caverna caliza

[Reconocimiento]

©kevinschafer.com

[Ilustración de la página 25]

La Barrera de Arrecifes de Belice alberga 500 especies de peces

[Reconocimiento]

Recuadro: © Paul Gallaher/Index Stock Imagery

[Reconocimientos de la página 23]

Vista de satélite: NASA/The Visible Earth (http://visibleearth.nasa.gov/); buceadores: © Paul Duda/Photo Researchers, Inc.

[Reconocimiento de la página 24]

Copyright © Brandon Cole