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La gran amiga de los jardineros

La gran amiga de los jardineros

La gran amiga de los jardineros

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN GRAN BRETAÑA

SE TRATA de un diminuto insecto de colores vivos perteneciente a la familia de los escarabajos. Recibe diversos nombres, entre ellos mariquita, catarina o vaquita de san Antón. Aunque la mayoría de la gente no soporta a los escarabajos, suele ver con simpatía a las mariquitas. A los niños les encantan, y los jardineros y granjeros las reciben con los brazos abiertos. ¿Qué las hace tan populares?

¿Por qué es tan popular?

A casi todas las especies de este beneficioso escarabajo les deleita comer pulgones (foto de la izquierda), minúsculos insectos de cuerpo blando que acaban con las plantas de jardines y huertos succionando su savia. Las mariquitas adultas llegan a consumir varios miles de pulgones a lo largo de su vida, y el apetito de las larvas tampoco se queda atrás. Además, devoran muchos otros insectos que constituyen una plaga, y algunas se relamen con los hongos dañinos. No es de extrañar que los jardineros y granjeros se alegren de la presencia de la mariquita.

A finales del siglo XIX fueron llevados accidentalmente de Australia a California (EE.UU.) los insectos escama algodonosos. La plaga se multiplicó con tanta rapidez que amenazaba con infestar los campos de cítricos y acabar con la producción. Al enterarse de que el insecto escama no suponía ninguna amenaza para las cosechas en su país de origen, un entomólogo viajó hasta Australia en busca del enemigo natural del insecto. Descubrió que era la vedalia, una variedad de mariquita. Se enviaron a California unos quinientos ejemplares de vedalia, que en tan solo un año prácticamente acabaron con el insecto escama. Los huertos de cítricos se salvaron.

El ciclo vital de la mariquita

El cuerpo de este llamativo escarabajo tiene forma de cúpula redonda u oval por arriba y es plano por abajo. A pesar de su voraz apetito, la mayoría no excede los 12 milímetros [media pulgada] de longitud. Su colorido diseño se debe a unas duras y brillantes alas protectoras, llamadas élitros, debajo de las cuales se cobijan las delicadas y auténticas alas. Cuando el insecto levanta el vuelo, los élitros se abren y separan dejando un espacio libre que le permite desplegar las alas. Aunque a menudo se las representa de color rojo con puntos negros, las cerca de cinco mil especies existentes lucen múltiples combinaciones de colores y puntos. Algunas son anaranjadas o amarillas con puntos negros; otras son negras con puntos rojos, y algunas ni siquiera presentan puntos. Las hay incluso con franjas transversales o que parecen un tablero de damas.

El ciclo vital de muchas especies dura un año. Los ejemplares adultos hibernan en algún lugar seco y protegido. Cuando los días se vuelven más cálidos, despiertan y vuelan en busca de plantas infestadas de pulgones. Tras el apareamiento, la hembra pone un racimo de minúsculos huevos amarillos (foto de la derecha) en el dorso de una hoja cerca de un buen suministro de pulgones. Del huevo eclosionado surge una larva de seis patas (foto de la izquierda) que se parece más a un feroz caimán en miniatura que a una mariquita. Puesto que la larva pasa el tiempo alimentándose de pulgones, en pocos días ya no cabe en su piel. Después de mudar de piel varias veces, se adhiere a una planta y pasa a la fase de pupa o crisálida, para finalmente convertirse en un ejemplar adulto. Como al principio es blanda y pálida, permanece en la planta mientras su cuerpo se endurece. Al cabo de un día aparecen las marcas distintivas.

Sus enemigos aprenden a evitar a la vistosa mariquita. Cuando se siente amenazada, emite por sus articulaciones un chorro de líquido amarillento de olor y sabor muy desagradables. Sus depredadores, como pájaros y arañas, jamás olvidan su primer encuentro con ellas, ni los brillantes colores que las identifican.

Cuando se vuelve un problema

Una especie que se utilizó en su día para controlar plagas se ha convertido a su vez en una plaga. La mariquita asiática multicolor convive pacíficamente con otras especies de mariquitas en su hábitat, el noreste de Asia. Debido a su predilección por los pulgones y otras plagas que atacan a las plantas, recientemente se la introdujo en Norteamérica y Europa. Por desgracia, arrasa con todo el alimento, poniendo en peligro a las especies endémicas de mariquitas. Peor aún, cuando su comida preferida se acaba —y dado que en su nuevo hábitat carece de enemigos naturales—, devora a las mariquitas autóctonas y a otros insectos beneficiosos. A los entomólogos les alarma la probable extinción de algunas especies de mariquitas. Además, la variedad asiática multicolor tiene la mala costumbre de atiborrarse de fruta lista para la cosecha, e invade las casas en gran número antes de que lleguen los fríos invernales, por lo que se ha ganado la antipatía general.

Otras variedades se alimentan de valiosas cosechas en vez de plagas de insectos. Por fortuna, sin embargo, la gran mayoría son la alegría de los jardineros.

Invítela a su jardín

¿Cómo hacer que su jardín les resulte acogedor a las mariquitas? Recuerde que las plantas en flor son una deliciosa fuente de néctar y polen. Una esquina del jardín con malas hierbas y un plato poco profundo con agua también las atraerán. Procure no usar pesticidas químicos. Deje algunas hojas muertas en las plantas o en el suelo durante el invierno, y así les brindará lugares cómodos donde hibernar. Trate de no aplastar ninguno de estos insectos, ni los huevos que encuentre en el jardín, pues podría acabar con la siguiente generación de mariquitas.

No olvide que incluso con una cantidad mínima de estos atractivos insectos podrá mantener a raya las plagas de su jardín sin necesidad de recurrir a pesticidas nocivos. Si los cuida, sabrán recompensarle. Las mariquitas constituyen otro ejemplo más de la sabiduría de nuestro Creador, como reconoció el salmista cuando dijo: “¡Cuántas son tus obras, oh Jehová! Con sabiduría las has hecho todas. La tierra está llena de tus producciones” (Salmo 104:24).

[Reconocimientos de la página 16]

Arriba: © Waldhäusl/Schauhuber/Naturfoto-Online; las dos de la izquierda: Scott Bauer/Agricultural Research Service, USDA; centro: Clemson University - USDA Cooperative Extension Slide Series, www.insectimages.org; huevos: Bradley Higbee, Paramount Farming, www.insectimages.org

[Reconocimientos de la página 17]

De izquierda a derecha: primera: Jerry A. Payne, USDA Agricultural Research Service, www.insectimages.org; segunda: Whitney Cranshaw, Colorado State University, www.insectimages.org; tercera: Louis Tedders, USDA Agricultural Research Service, www.insectimages.org; cuarta: Russ Ottens, The University of Georgia, www.insectimages.org; mariquitas posadas en una hoja: Scott Bauer/Agricultural Research Service, USDA