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¿Sanará la ciencia a la humanidad?

¿Sanará la ciencia a la humanidad?

¿Sanará la ciencia a la humanidad?

¿SANARÁ la ciencia moderna a la humanidad? ¿Logrará el hombre cumplir por sus propios medios las profecías de Isaías y del último libro de la Biblia que anuncian la eliminación de las enfermedades? En vista de los muchos logros alcanzados en materia de salud, hay quien opina que no es una idea descabellada.

Tanto instituciones públicas como privadas colaboran actualmente con las Naciones Unidas en una campaña sin precedentes contra las enfermedades. Uno de los objetivos conjuntos es la inmunización infantil en los países en desarrollo. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), si se alcanzan los objetivos, “en 2015, más de setenta millones de niños que viven en los países más pobres del mundo habrán recibido cada año vacunas contra la tuberculosis, la difteria, el tétano, la tos ferina, el sarampión, la rubeola, la fiebre amarilla, el Haemophilus influenzae tipo b, la hepatitis B, la polio, el rotavirus, el neumococo, el meningococo y la encefalitis japonesa”. Asimismo se están tomando medidas para cubrir las necesidades básicas de salud, como el acceso al agua potable, la mejora de la nutrición y el fomento de la higiene.

Sin embargo, la ciencia aspira a ofrecer mucho más que los servicios básicos en cuestión de salud. La tecnología de vanguardia está revolucionando la medicina. Se afirma que cada ocho años se duplican los conocimientos médicos. He aquí una pequeña muestra de los últimos logros técnicos en la lucha contra las enfermedades y de los objetivos que persiguen.

Radiografías Médicos y hospitales llevan más de treinta años empleando la técnica conocida como tomografía axial computarizada (TAC). Con ella se obtienen imágenes tridimensionales mediante rayos X, imágenes que sirven para estudiar anomalías internas y diagnosticar enfermedades.

Aunque existe cierta controversia sobre los peligros asociados con la exposición a la radiación, los médicos ven con optimismo los beneficios que pueda reportar esta avanzada tecnología. Michael Vannier, profesor de Radiología del Hospital Universitario de Chicago, dice: “Es increíble el progreso alcanzado en tan solo unos años”.

Las TAC son ahora más rápidas, precisas y menos costosas. Una ventaja importante de los nuevos métodos de diagnóstico por la imagen es su velocidad, sobre todo a la hora de radiografiar el corazón. Dado que este órgano siempre está en movimiento, muchas de las tomas salían borrosas, lo que impedía evaluarlas con precisión. Como explica la revista New Scientist, los lectores de los nuevos escáneres tardan “solo un tercio de segundo en rotar alrededor del cuerpo; son más rápidos que un latido”, por lo que producen imágenes más definidas del corazón.

Gracias a los escáneres de última generación, los médicos no solo ven los detalles anatómicos del organismo, sino que examinan la función bioquímica de zonas concretas, lo cual permite la detección precoz del cáncer.

Cirugía robótica Los robots han rebasado las fronteras de la ciencia ficción y han penetrado en el mundo de la medicina. Con ellos se realizan en la actualidad miles de intervenciones quirúrgicas. A veces, los cirujanos utilizan una consola desde donde manejan varios brazos robóticos dotados de bisturíes, tijeras, cámaras, cauterios y otros instrumentos quirúrgicos. Todo ello les permite realizar operaciones sumamente complejas con increíble precisión. “Los cirujanos han comprobado que los pacientes tienen menos dolor y hemorragias, menor riesgo de complicaciones, estancias hospitalarias más cortas y una recuperación más rápida que los operados con cirugía abierta”, informa la revista Newsweek.

Nanomedicina La nanomedicina es la aplicación de la nanotecnología a la medicina. Y la nanotecnología es la ciencia que maneja elementos microscópicos para crear nuevas estructuras. La unidad de medida utilizada en esta especialidad es el nanómetro, equivalente a la milmillonésima parte del metro. *

Para que se haga una idea de esta medida, la página que está en sus manos tiene 100.000 nanómetros de grosor, y un cabello, 80.000. Los glóbulos rojos miden 2.500 nanómetros de diámetro. La longitud de las bacterias es de 1.000 nanómetros, y la de los virus, de 100. El diámetro del ADN es de 2,5 nanómetros.

Los partidarios de la nanomedicina aseguran que en el futuro cercano se podrán construir diminutos aparatos para realizar intervenciones quirúrgicas en el interior del cuerpo humano. Estos pequeños robots, llamados frecuentemente nanomáquinas, estarán dotados de computadoras microscópicas programadas para realizar funciones muy específicas. Por increíble que parezca, los componentes de estas complejas nanoestructuras no serán mayores de 100 nanómetros, es decir, veinticinco veces menores que el diámetro de un glóbulo rojo.

Dado su reducido tamaño, se espera que en un día no muy lejano sean capaces de viajar por los diminutos capilares aportando oxígeno a tejidos anémicos, eliminar obstáculos de los vasos sanguíneos y placa de las células cerebrales, y hasta perseguir y destruir virus, bacterias y otros patógenos. Además, las nanomáquinas servirán para liberar fármacos directamente en las células seleccionadas.

Según los científicos, la nanomedicina contribuirá muchísimo a la detección del cáncer. El doctor Samuel Wickline, profesor de Medicina, Física e Ingeniería Biomédica, comenta: “Ofrece enormes posibilidades de localizar cánceres incipientes mucho más pronto que antes y de tratar con fármacos potentes únicamente el tumor, al tiempo que se reducen los nocivos efectos secundarios”.

Aunque lo expuesto parezca una fantasía futurista, algunos científicos creen que es la medicina del mañana. Los investigadores a la vanguardia esperan que en la próxima década pueda emplearse la nanotecnología para reparar y reordenar la estructura molecular de las células. Uno de ellos asegura: “La nanomedicina eliminará prácticamente todas las enfermedades del siglo XX, casi todo el dolor y el sufrimiento de origen médico, y permitirá el desarrollo de las capacidades humanas”. Es más, ya se han informado buenos resultados en experimentos realizados con animales de laboratorio.

Genómica La genómica es la ciencia que estudia el mapa genético. Cada célula del organismo humano contiene muchos componentes imprescindibles para la vida, uno de los cuales es el gen. Cada ser humano posee 35.000 genes que determinan el tipo y color de pelo, el color de la piel y de los ojos, la estatura y otros rasgos de la apariencia. Los genes también desempeñan una función importante en las características de nuestros órganos internos.

El deterioro de los genes repercute en la salud. De hecho, muchos investigadores aseguran que la raíz de todas las enfermedades es la disfunción genética, provocada, bien por herencia, o por la exposición a elementos perjudiciales del entorno.

La ciencia confía en que pronto logrará identificar los genes que nos predisponen a las enfermedades y así comprender, por ejemplo, por qué algunas personas son más propensas al cáncer que otras o por qué cierto tipo de cáncer es más agresivo en determinados individuos. El análisis del genoma también podría revelar por qué un fármaco resulta eficaz en algunos pacientes y en otros no.

Con tales datos genéticos podría hacerse realidad lo que ha dado en llamarse medicina personalizada. ¿Qué beneficios reportaría esta tecnología? El nombre medicina personalizada indica la adaptación del tratamiento médico al perfil genético de cada paciente. Por ejemplo, si un estudio revelara que alguien tiene predisposición a desarrollar cierta enfermedad, los médicos podrían detectarla mucho antes de que aparecieran los síntomas. Se asegura que podrían prevenirse por completo las enfermedades utilizando el tratamiento y la dieta adecuados, así como cambiando los hábitos de conducta.

Los genes también podrían alertar a los médicos de posibles reacciones adversas a ciertos medicamentos, información que les permitiría prescribir el tipo y la dosis del fármaco necesario en cada caso. El diario The Boston Globe informa: “En 2020 es probable que el impacto [de la medicina personalizada] sea mucho mayor de lo que cualquiera de nosotros se imagina hoy. En el futuro se diseñarán fármacos en función de los genes para tratar enfermedades cardíacas, diabetes, alzhéimer, esquizofrenia y muchos otros males que afligen a la sociedad”.

Las tecnologías expuestas hasta aquí son solo un botón de muestra de lo que la ciencia promete para el futuro. Los conocimientos médicos continúan creciendo a un ritmo sin igual. Pero los científicos saben que no podrán erradicar las enfermedades a corto plazo, pues aún quedan muchos obstáculos que parecen insalvables.

Obstáculos que parecen insalvables

Hay conductas que retardan la erradicación de las enfermedades. Por ejemplo, según algunos expertos, el daño causado por el hombre a ciertos ecosistemas ha originado nuevos y peligrosos males. En una entrevista publicada en la revista Newsweek, Mary Pearl, presidenta de Wildlife Trust, dijo: “Desde mediados de la década de 1970 han surgido más de treinta nuevas enfermedades, entre ellas el sida, el ébola, la enfermedad de Lyme y la neumonía atípica asiática. Se cree que la mayoría ha pasado del mundo animal al ámbito humano”.

Además, cada vez se ingieren menos frutas y vegetales frescos y, en cambio, más azúcar, sal y grasas saturadas. Todo ello, sumado a una menor actividad física y a otros hábitos poco sanos, ha producido un incremento de las enfermedades cardiovasculares. El tabaquismo, que causa graves problemas de salud y millones de muertos, sigue en aumento. Todos los años, 20.000.000 de personas sufren lesiones graves o mueren en accidentes automovilísticos. Las guerras y otras formas de violencia matan o mutilan a muchísima gente, y millones tienen mala salud como resultado del consumo de alcohol y de drogas.

El hecho es que, sea cual sea la causa y a pesar de los adelantos tecnológicos de la medicina, hay enfermedades que siguen afligiendo a mucha gente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “más de 150 millones de personas sufren depresión en algún momento de la vida; [...] aproximadamente 25 millones sufren esquizofrenia, [y] 38 millones epilepsia”. El VIH/sida, las enfermedades diarreicas, el paludismo, el sarampión, la neumonía y la tuberculosis afectan a millones y siegan la vida de innumerables niños y adultos jóvenes.

Existen aún otros obstáculos aparentemente insalvables en el proceso de erradicación de las enfermedades, entre los que se destacan la pobreza y la mala administración. En un informe reciente, la OMS afirmó que podrían evitarse millones de muertes por enfermedades infecciosas si no fuera por la mala actuación de los gobiernos y la falta de fondos.

¿Lograrán los conocimientos científicos y los grandes adelantos médicos superar estos obstáculos? ¿Disfrutaremos pronto de un mundo sin enfermedades? Es obvio que los datos que se han expuesto no proporcionan una respuesta clara. En cambio, la Biblia sí arroja luz sobre este asunto. El artículo siguiente se centrará en lo que dicen las Escrituras sobre la esperanza de un futuro en el que no haya más enfermedades.

[Nota]

^ párr. 10 El prefijo “nano-”, tomado del término griego para enano, significa “milmillonésima parte”.

[Ilustraciones y recuadro de la página 7]

Radiografías

Imágenes más claras y definidas del cuerpo humano permitirán la detección precoz de enfermedades

[Reconocimientos]

© Philips

Siemens AG

Cirugía robótica

Mediante robots dotados de instrumentos quirúrgicos, los cirujanos realizan intervenciones complicadísimas con increíble precisión

[Reconocimiento]

© 2006 Intuitive Surgical, Inc.

Nanomedicina

Máquinas microscópicas podrían permitir a los médicos tratar las enfermedades a nivel celular. En la foto se ve la representación artística de nanomáquinas que imitarían la función de los glóbulos rojos

[Reconocimiento]

Artista: Vik Olliver (vik@diamondage.co.nz)/ Diseñador: Robert Freitas

Genómica

Con el estudio del mapa genético, los científicos esperan detectar y tratar las enfermedades aun antes de que aparezcan los síntomas

[Reconocimiento]

Cromosomas: © Phanie/ Photo Researchers, Inc.

[Recuadro de las páginas 8 y 9]

Seis enemigos invictos

Los conocimientos y las técnicas del campo de la medicina adelantan a pasos agigantados. Pese a ello, algunas enfermedades infecciosas como las siguientes continúan sembrando la muerte.

VIH/sida

Cerca de 60.000.000 de personas son seropositivas, y 20.000.000 han muerto de sida. En 2005 se produjeron 5.000.000 de nuevas infecciones y hubo más de 3.000.000 de muertes. Entre las víctimas se contaban más de 500.000 niños. La gran mayoría de los infectados no disponen del tratamiento adecuado.

Diarrea

Todos los años se registran 4.000 millones de casos de este trastorno, que constituye una de las principales causas de muerte entre la población más pobre. Tiene su origen en varias enfermedades infecciosas propagadas a través del agua y la comida contaminadas y por la falta de higiene personal. Se cobra más de dos millones de vidas al año.

Paludismo

Anualmente, 300 millones contraen el paludismo, y mueren alrededor de un millón de enfermos, entre los que figuran numerosos niños. De hecho, cada treinta segundos muere un pequeño en África. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la ciencia aún no tiene un remedio milagroso para el paludismo, y muchos dudan de que lo encuentre algún día”.

Sarampión

En 2003, el sarampión mató a más de medio millón de personas. Es una enfermedad muy contagiosa y una causa importante de muerte infantil. Todos los años 30.000.000 de personas contraen el sarampión. Paradójicamente, existe una vacuna eficaz y barata desde hace cuarenta años.

Neumonía

De las enfermedades infecciosas, la neumonía es la principal causa de mortalidad infantil, afirma la OMS. Unos dos millones de niños menores de cinco años mueren al año, principalmente en África y el sureste asiático. En muchas partes del mundo, la escasez de centros de salud impide que las víctimas obtengan el tratamiento necesario.

Tuberculosis

En 2003, la tuberculosis causó la muerte a más de 1.700.000 personas. Algo que preocupa a los médicos es la aparición de cepas infecciosas resistentes a los principales fármacos antituberculosos. Tales cepas se desarrollan en pacientes que no han completado su tratamiento o no han contado con la debida supervisión médica.

[Ilustración y recuadro de la página 9]

El auge de la medicina alternativa

Existe una gran variedad de métodos curativos que suelen englobarse en la categoría de medicina alternativa y que no gozan generalmente de la aprobación de los especialistas en medicina convencional. Sin embargo, en los países en desarrollo, la mayoría de la población recurre a este tipo de métodos para resolver sus problemas de salud, unos simplemente porque los prefieren y muchos otros porque no pueden costearse los tratamientos de la medicina convencional.

En los países ricos también cobran auge los métodos alternativos, entre los que destacan la acupuntura, la quiropráctica, la homeopatía, la naturopatía y el uso de plantas medicinales. Estudios científicos han demostrado que algunos de estos son eficaces contra ciertas enfermedades, mientras que no se ha podido demostrar lo mismo de otros. Ante la creciente popularidad de la medicina alternativa, surge la cuestión de si es segura. En muchos países no está regulada su práctica, lo que permite que proliferen la automedicación, las falsificaciones y el intrusismo. A veces, con buenas intenciones, amigos y familiares sin la debida preparación se erigen en terapeutas. Todo ello ha producido reacciones adversas y otros peligros para la salud.

En algunos países donde hay leyes que regulan los métodos alternativos, los profesionales de la medicina convencional están aceptándolos y utilizándolos. Con todo, no hay razón para pensar que estos métodos acabarán con las enfermedades.