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Un “cisne negro” en los canales de Venecia

Un “cisne negro” en los canales de Venecia

Un “cisne negro” en los canales de Venecia

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN ITALIA

SE DESLIZA plácidamente por canales que discurren entre muros teñidos de humedad, arqueados puentes de piedra, ventanas con diseños de arabescos y balcones floridos. Oscura, elegante y silenciosa, recuerda de lejos a un cisne negro. Aunque su cuerpo es de madera y su cuello de metal —y no de suave plumaje—, surca los canales de Venecia (Italia) con la misma gracia que la majestuosa ave. Se trata de una góndola, para algunos la embarcación más famosa del mundo. ¿Cuáles fueron sus orígenes? ¿Por qué es tan popular? ¿Qué la distingue de otras embarcaciones?

Orígenes

No resulta fácil determinar con exactitud cuándo se construyó la primera góndola, aunque algunos sostienen que fue en el siglo XI de nuestra era. Hacia finales del siglo XV apareció por primera vez en representaciones pictóricas. No obstante, fue en los siglos XVII y XVIII cuando adoptó el aspecto característico que la hace tan famosa y diferente de cualquier otra embarcación. La góndola ya tenía el fondo plano, pero durante este período comenzó a adquirir su distintiva forma alargada y la proa de hierro.

Es igualmente difícil averiguar el origen del nombre góndola. Algunos afirman que se deriva del vocablo cymbula —que en latín designaba una embarcación pequeña— o de conchula, diminutivo de concha marina.

Típica de Venecia

De lo que podemos estar seguros es del fuerte vínculo existente entre Venecia y la góndola, que probablemente sea el símbolo más importante de la ciudad, como lo demuestra la infinidad de fotografías de Venecia donde aparece esta embarcación.

Hay algo que ambas tienen en común. Viajar en una góndola “es una forma totalmente diferente de descubrir Venecia —asegura Roberto, un gondolero que conduce a los turistas por sus canales—. El viajero no solo contempla las vistas típicas, sino que descubre el mismísimo corazón de Venecia”. El famoso escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe dijo que a bordo de esta embarcación se sentía como “dueño del mar Adriático, como cada veneciano cree serlo, allá, recostado en su góndola”. Roberto añade: “La serenidad con que se desplaza la góndola armoniza a la perfección con el espíritu de Venecia. Recostado tranquilamente sobre suaves almohadones, se tiene la sensación de disponer por fin de todo el tiempo del mundo”.

Peculiaridades de la góndola

Al observar la góndola, es probable que le sorprenda ver que se mueve en línea recta, ya que solo cuenta con un remo sujeto al lado derecho de la embarcación. Sería lógico concluir que sin hacer reajustes constantemente, la góndola viraría hacia un lado y navegaría en círculos; pero no lo hace. ¿Por qué no? Gilberto Penzo, experto en embarcaciones históricas, explica: “Si comparásemos la estructura de la embarcación con un torso, donde la quilla representara la columna vertebral y el armazón las costillas, podría decirse que la góndola padece un tipo de escoliosis grave”. En otras palabras, su casco es asimétrico, pues el lado derecho tiene 24 centímetros [9 pulgadas] menos de anchura que el izquierdo. Como resultado, la góndola flota con el flanco derecho más hundido en el agua que el izquierdo. Esta distribución desigual compensa el empuje del único remo, así como el peso del gondolero, que va de pie en una esquina de la embarcación. De este modo, la góndola puede mantener su rumbo en línea recta.

Un rasgo distintivo de este “cisne” es su cuello, es decir, la proa. Aparte del hierro de la popa, es la única parte metálica de la embarcación. El escritor Gianfranco Munerotto dice que la proa es “tan llamativa y característica que se queda grabada en la mente de todo el que la ve por primera vez”. Al principio, la proa de hierro servía para neutralizar el peso del gondolero que remaba a popa, pero en la actualidad solo tiene una función decorativa. Según la tradición, los dientes del peine de la proa simbolizan los seis sestieri, o barrios, en los que se divide la ciudad de Venecia, mientras que la pequeña cresta que hay en el dorso del cuello representa a la isla veneciana de la Giudecca. Se dice que la curva doble en forma de S de la proa alude a la forma del Gran Canal de Venecia.

Otra peculiaridad de la góndola es su negro “plumaje”. Se han aventurado todo tipo de hipótesis respecto al porqué de ese color. Según una de ellas, durante los siglos XVI y XVII, la ostentación, el colorido y el lujo de dichas embarcaciones eran tan exagerados que, en un intento de fomentar la sobriedad, el senado de Venecia vio necesario multar a los dueños de las que fueran demasiado llamativas. No obstante, como muchos preferían pagar las multas antes que renunciar a engalanar sus góndolas, un magistrado decretó que se pintaran todas de negro. Otra teoría es que ese color se utilizó en señal de luto por los miles de personas que murieron de la peste negra. Incluso hay quien dice que la negrura de las embarcaciones acentuaba la belleza de la blanquísima piel de las nobles venecianas. La verdad es mucho más simple: al menos en un principio, el color negro se debía al alquitrán empleado para calafatear las góndolas.

Tras haberse deslizado plácidamente sobre las quietas aguas a lomos del cisne negro, el viajero regresa a los escalones del muelle donde comenzó el paseo. Mientras ve alejarse la góndola, quizás se pregunte por un momento si el cisne girará su largo cuello para acicalarse las plumas.

[Ilustración de la página 24]

El armazón de la góndola es asimétrico

[Ilustración de las páginas 24 y 25]

La distintiva proa

[Ilustración de la página 25]

Roberto, gondolero de los canales de Venecia

[Reconocimiento de la página 25]

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