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“Máquinas de destrucción” en el horizonte

“Máquinas de destrucción” en el horizonte

“Máquinas de destrucción” en el horizonte

“El malvado ingenio humano siempre se esfuerza por aplicar los frutos de su inteligencia a esclavizar, destruir o engañar a sus congéneres.”—Horace Walpole, escritor británico del siglo XVIII.

LA AVIACIÓN ha producido múltiples beneficios para la humanidad. Al mismo tiempo, sin embargo, las palabras de Walpole han resultado ciertas. Aun antes de que se convirtiera en realidad el sueño de volar, ya se estudiaban las muchas formas en que se podrían utilizar las máquinas voladoras como instrumentos de guerra.

En 1670, más de cien años antes de materializarse el primer vuelo tripulado en globo, el jesuita italiano Francesco de Lana comentó: “Para evitar las numerosas consecuencias que podrían perturbar el orden civil y político de los hombres, Dios jamás permitirá que se fabrique tal máquina [voladora]”. Con cierto aire de premonición, añadió: “Pues ¿quién no es capaz de ver que ninguna ciudad estaría a salvo de ataques sorpresivos, ya que la nave aérea podría aparecer en cualquier momento sobre la plaza del mercado y desembarcar allí su tripulación? Lo mismo ocurriría en los patios de las casas y en los barcos que surcaran los mares [...]. Aun sin siquiera descender, podría arrojar piezas de hierro que hundirían las embarcaciones y matarían a los hombres o destruir los navíos con artefactos incendiarios, proyectiles o bombas”.

Cuando por fin aparecieron los globos de aire caliente y de hidrógeno, a finales del siglo XVIII, Walpole expresó su temor de que rápidamente se convirtieran en “máquinas de destrucción del género humano”. Sus temores se hicieron realidad: para finales de 1794, los generales del ejército francés ya estaban utilizando los globos de hidrógeno para espiar las líneas enemigas y para dirigir maniobras militares. El globo también se usó durante la guerra de Secesión estadounidense, así como en la guerra franco-prusiana de la década de 1870. Asimismo, durante las dos guerras mundiales del siglo pasado, los ejércitos alemán, británico, francés y norteamericano dieron uso extenso al aerostato en misiones de reconocimiento.

El globo se convirtió en un indiscutible instrumento de muerte en la segunda guerra mundial cuando el ejército japonés lanzó 9.000 globos-bomba no tripulados hacia Estados Unidos. Más de doscientos ochenta de aquellos artefactos llegaron a su destino.

Asoman aeronaves de guerra

Desde sus comienzos, el aeroplano se vio igualmente como una máquina de guerra en potencia. El inventor norteamericano Alexander Graham Bell expresó lo siguiente en 1907: “Solo muy pocos saben lo cerca que Estados Unidos está ahora mismo de resolver un importante problema; me refiero a la construcción de una eficaz nave aérea de guerra que revolucionará la guerra a escala mundial”. Ese mismo año, el periódico The New York Times citó estas palabras del capitán de globo Thomas T. Lovelace: “Dentro de dos a cinco años, toda nación grande tendrá aeronaves de guerra y destructores aéreos tal como hoy tienen torpederos y destructores”.

Tan solo tres meses después, los hermanos Wright aceptaron construir el primer avión de guerra para el Cuerpo de Comunicaciones de Estados Unidos. Un artículo de The New York Times del 13 de septiembre de 1908 explicó con las siguientes palabras el interés del ejército en el aeroplano: “Podremos dejar caer en la chimenea de un buque de guerra una bomba que cause considerables daños a la maquinaria y —para completar la destrucción— haga explotar las calderas”.

Tal como lo había anunciado Bell, el aeroplano ‘revolucionó la guerra a escala mundial’. Ya en 1915, los fabricantes de aviones habían creado una ametralladora que podía disparar hacia el frente a través de las aspas de la hélice. En poco tiempo, los cazas se unieron a los bombarderos, que aumentaron en tamaño y en potencia para la segunda guerra mundial. El 6 de agosto de 1945, un bombardero B-29 soltó la primera bomba atómica empleada en la guerra, la cual arrasó la ciudad japonesa de Hiroshima. Esta arma terminó cobrándose unas cien mil vidas.

Tan solo dos años antes, Orville Wright había lamentado en privado la invención del aeroplano. En el transcurso de las dos guerras mundiales había podido constatar, sin lugar a dudas, que su invento se había transformado en un arma espantosa. Hoy día, el poder destructivo del aeroplano aumenta con los misiles guiados por láser y las llamadas bombas inteligentes, a medida que sigue ‘levantándose nación contra nación’ (Mateo 24:7).

[Ilustraciones de las páginas 22 y 23]

1. Globo-bomba japonés, no tripulado

2. Globo cautivo

[Reconocimiento]

Library of Congress, Prints & Photographs Division, FSA/OWI Collection, LC-USE6-D-004722

3. Bombardero B-29

[Reconocimiento]

Foto de USAF

4. Caza de ataque F/A-18C Hornet

5. Caza invisible F-117A Nighthawk

[Reconocimiento]

U.S. Department of Defense