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Cómo se ha dado a conocer el nombre de Dios

Cómo se ha dado a conocer el nombre de Dios

Cómo se ha dado a conocer el nombre de Dios

EL SALMISTA David cantó: “Alabaré el nombre de Dios con canción”. Conocedor del nombre divino, David exhortó en otra canción: “Bendito sea Jehová [...;] bendito sea su glorioso nombre” (Salmo 69:30; 72:18, 19). La forma más usada del nombre de Dios en español es Jehová, traducido del hebreo יהוה, que aparece casi siete mil veces en la Biblia.

En los últimos siglos, el nombre de Dios también se ha usado en muchos lugares aparte de la Biblia. Por ejemplo, la expresión latina Benedictus Sit Iehova Deus,  que significa “Bendito sea Jehová Dios”, puede verse en monedas de oro que se acuñaron durante muchos años en Suiza [1]. Se han estampado con el nombre de Dios tanto en hebreo como en latín más de mil diferentes clases de monedas, medallas y fichas, algunas de las cuales se usaban como monedas.

Como puede verse en esta página y en la siguiente, el nombre divino tuvo un uso muy extendido. ¿A qué se debió?

¿Por qué se usó el nombre de Dios?

A principios del siglo XVI, las batallas entre católicos y reformadores protestantes se extendieron por toda Europa occidental. Varias provincias bajo la corona de España se separaron de la Iglesia Católica —hasta entonces la religión dominante— prefiriendo en cambio la Iglesia Reformada; todo esto desembocó en una guerra civil religiosa. Las monedas y las imágenes estampadas en ellas se utilizaron para transmitir el mensaje de que Dios apoyaba a uno u otro bando.

Cómo usaron el nombre divino

Los artistas grabadores de troqueles (piezas de acero utilizadas para acuñar monedas) representaban el nombre de Dios, Jehová, mediante las cuatro consonantes hebreas conocidas como el Tetragrámaton y que se transliteran al español como YHWH o JHVH. Por lo general, ni la gente común ni los grabadores leían hebreo; como consecuencia, al copiar vez tras vez el Tetragrámaton, se cometieron errores en más de una ocasión.

Suecia acuñó una moneda con el nombre divino hacia 1568 [2] y Escocia hizo lo mismo en torno a 1591. Alrededor de 1600, el rey Carlos IX de Suecia mandó imprimir monedas con el nombre de Dios escrito como Ihehova, Iehova y Iehovah [3]. Entre estas, el monarca encargó un tipo de moneda acuñada en oro, una espléndida joya cuyo valor superaba el salario de cuatro meses de un obrero.

Se conocen más de sesenta diferentes “monedas de Jehová” del tiempo del rey Cristián IV, quien gobernó Dinamarca y Noruega de 1588 a 1648. Hacia mediados del siglo XVII también se acuñaron “monedas de Jehová” en Polonia, Suiza y hasta en Alemania.

Estas monedas proliferaron durante la guerra de los Treinta Años, que se libró en Europa entre 1618 y 1648 y que empezó siendo un conflicto religioso. En 1631, tras la victoria en la batalla de Breitenfeld, el rey Gustavo II Adolfo de Suecia mandó estampar monedas con el Tetragrámaton [4] en las ciudades alemanas de Erfurt, Fürth, Maguncia y Wurzburgo. Para ese entonces, los principados aliados con el rey de Suecia también empezaron a acuñar monedas con el nombre de Dios.

Durante unos ciento cincuenta años después de esta cruenta guerra, el nombre divino continuó apareciendo en monedas, medallas y fichas, acuñadas en Austria, Francia, México y Rusia, entre otros países. No obstante, a principios del siglo XVIII, el nombre divino se fue dejando de emplear para este propósito, hasta que prácticamente desapareció de los troqueles.

Se da a conocer el nombre de Dios

Pese a que en la actualidad no aparece en monedas ni en billetes, el nombre divino se está proclamando como nunca antes. Hace siglos, Dios escogió a un pueblo para que le sirviera y le dijo: “Ustedes son mis testigos [...], y yo soy Dios” (Isaías 43:12). No hay moneda que pueda cumplir esta importante labor. Lo cierto es que quienes estamparon el nombre divino en sus monedas dieron un falso testimonio de él, pues sostenían que él los ayudaba en sus sanguinarias guerras. Sin embargo, en nuestros días hay personas que están dando a conocer el nombre de Dios del modo que él desea.

Los testigos de Jehová le exhortamos a que conozca mejor a Jehová, el Dios verdadero, y lo que su nombre significa. El salmista escribió acerca de él: “Que la gente sepa que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra” (Salmo 83:18). Conocer a Jehová es vital, como bien lo dejó ver su amado Hijo cuando oró diciendo: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3).

[Ilustración de las páginas 20 y 21]

Herramientas utilizadas por los grabadores de monedas

[Reconocimientos de la página 20]

Moneda 1 y herramientas: Hans-Peter-Marquardt.net; moneda 2: Mit freundlicher Genehmigung Sammlung Julius Hagander

[Reconocimiento de la página 21]

Monedas 3 y 4: Mit freundlicher Genehmigung Sammlung Julius Hagander