Dentro de poco “no existirá” el delito
Dentro de poco “no existirá” el delito
“Dentro de poco no existirá el malo.” (Salmo 37:10, Reina-Valera, 1995.)
EL Creador, Jehová Dios, está profundamente interesado en sus criaturas humanas. Él no es indiferente a nuestra situación, como algunos creen (Salmo 11:4, 5). Más aún, está al tanto de cada delito y cada injusticia que se comete, incluidos los que escapan a la vista de los hombres. “Los ojos de Jehová están en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos.” (Proverbios 15:3.) Por lo tanto, podemos estar seguros de que los malvados se hallan “en suelo resbaloso” (Salmo 73:12, 18).
Por su parte, a las personas íntegras y moralmente rectas les aguarda un maravilloso porvenir, aunque sean pobres en sentido material y estén oprimidas. “Vigila al exento de culpa y mantén a la vista al recto —escribió David—, porque el futuro de ese hombre será pacífico.” (Salmo 37:37.) Las palabras del salmista nos infunden mucho ánimo sobre todo en este tiempo, ya que tenemos la esperanza de verlas cumplidas en un futuro no muy distante.
Vivimos en los últimos días
Hace unos dos mil años, los apóstoles le hicieron a Jesucristo una pregunta de mucha envergadura: “Dinos: ¿[...] qué será la señal [...] de la conclusión del sistema de cosas?” (Mateo 24:3). La respuesta detallada de Jesús se recoge en los capítulos 24 de Mateo, cap 13 de Marcos y cap 21 de Lucas. Estos relatos evangélicos, que se complementan entre sí, indicaron que los últimos días de este mundo se caracterizarían por guerras, hambres, enfermedades, grandes terremotos y un notable aumento de la delincuencia.
Las condiciones críticas predichas por Jesús comenzaron en 1914. Como afirma el historiador Eric Hobsbawm en su obra Historia del siglo XX, ese “ha sido el siglo más mortífero de la historia”.
Con referencia a la actual proliferación de la maldad, la Biblia dice: “Cuando los inicuos brotan como la vegetación, y todos los practicantes de lo que es perjudicial florecen, es para que sean aniquilados para siempre” (Salmo 92:7). En efecto, las pruebas son claras: el rápido crecimiento de la criminalidad —como el de la hierba en primavera— es, en realidad, un indicio de que la destrucción de los impíos se avecina velozmente. ¿No son estas buenas noticias? (2 Pedro 3:7.)
“Los justos [...] poseerán la tierra”
“Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella”, dice Salmo 37:29. Entonces, el delito y la injusticia en sus diversas manifestaciones serán cosa del pasado. Todo elemento asociado con el delito se habrá ido para siempre: alarmas de seguridad, cerraduras, tribunales, abogados, policías, cárceles... “Las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón”, promete la Biblia (Isaías 65:17).
La Tierra y la sociedad humana experimentarán una transformación nunca antes vista (Isaías 11:9; 2 Pedro 3:13). Esta es la esperanza sólidamente fundada que abrigamos los testigos de Jehová. Lo invitamos, querido lector, a que compruebe por usted mismo que tal esperanza pronto se hará realidad. Recuerde: Aquel que inspiró las Santas Escrituras “no puede mentir” (Tito 1:2).
[Ilustración y recuadro de la página 9]
AYUDA ESPIRITUAL PARA LOS PRESOS
Por años, los testigos de Jehová de Estados Unidos han recibido cartas de internos de 4.169 cárceles, hospitales y centros de rehabilitación para drogadictos en las que solicitan publicaciones bíblicas o un estudio gratuito de la Biblia. Dichas solicitudes son atendidas por Testigos capacitados. De hecho, por todo el mundo, los Testigos visitan los centros penitenciarios y dan clases bíblicas a reclusos de ambos sexos que piden ayuda espiritual. Un buen número de estos han efectuado cambios asombrosos en su personalidad, se han bautizado como cristianos y se han convertido en ciudadanos observantes de la ley.