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El misterio de los monos del Peñón

El misterio de los monos del Peñón

El misterio de los monos del Peñón

CUANDO hablamos de monos, por lo general nuestra mente viaja a las zonas tropicales, pues pocas especies de primates se aventuran a poblar tierras menos cálidas. Sin embargo, existe un par de raras excepciones.

En la cordillera del Atlas, en África del norte, donde es normal ver nieve en invierno, pequeñas manadas de monas de Berbería pueblan los bosques de cedros y robles. * Un grupo aislado de esta especie puede hallarse a unos 300 kilómetros (200 millas) al norte, en el Peñón de Gibraltar, en la esquina más meridional de Europa.

¿Qué explicación dan los zoólogos a este misterio? Algunos afirman que los monos colonizaron otras partes de Europa en el pasado remoto y que los del Peñón de Gibraltar son los últimos supervivientes. Otros opinan que fueron introducidos por árabes o británicos. Y hasta una leyenda dice que cruzaron el estrecho que divide Europa de África a través de un túnel desaparecido. Cualquiera que sea su origen, ahora son los únicos monos en libertad que existen en Europa.

Estos macacos habitan el pinar que hay en la parte superior del Peñón y, aunque apenas superan el centenar de ejemplares, son “los residentes más famosos de la península”, según la Liga Internacional para la Protección de los Primates. *

Gracias a los siete millones de turistas que desfilan por Gibraltar cada año, los traviesos monos cuentan con abundante comida. Aunque se alimentan de plantas, se han acostumbrado a pedir, y a veces a robar, comida a los visitantes. Y eso que las autoridades locales también se encargan de darles fruta y vegetales.

Además del tiempo que pasan comiendo, los monos dedican el 20% del día a acicalarse mutuamente. Tanto los machos como las hembras cuidan de los pequeños y juegan con ellos. Como viven en grupos muy unidos, a veces la tensión genera peleas. Aunque los machos viejos emplean amenazas y gritos para espantar a los más jóvenes, también suelen entrechocar los dientes, un comportamiento poco corriente que parece calmarlos.

Quizás nunca desvelaremos el misterio de cómo llegaron estas sociables criaturas a Gibraltar; pero, de todos modos, le dan un toque especial al peñón de piedra caliza que vigila la entrada al mar Mediterráneo. Gibraltar no sería lo mismo sin ellas.

[Notas]

^ párr. 3 La mona de Berbería no es un antropoide, sino que pertenece a la familia de los macacos.

^ párr. 5 Sus primos, los macacos de Japón, también se han convertido en una famosa atracción turística en las fuentes termales, donde se reúnen en invierno.