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Niños con problemas de aprendizaje

Niños con problemas de aprendizaje

Niños con problemas de aprendizaje

DE NUESTRO CORRESPONSAL EN MÉXICO

Steven no lee bien. Cuando le toca leer delante de la clase, le da dolor de barriga.

A pesar de la ayuda de su maestra, María escribe con dificultad, y le lleva horas acabar los deberes.

Noah repasa la lección muchas veces, pero como no logra aprendérsela, saca malas notas.

STEVEN, María y Noah tienen problemas de aprendizaje. Entre este tipo de trastornos, uno de los más comunes es el que dificulta la lectura y comprensión del lenguaje escrito. Por ejemplo, quienes sufren dislexia tienden a confundir letras similares. Otros problemas son la disgrafía (relacionada con la escritura) y la discalculia (que tiene que ver con los números). No obstante, cabe decir que la mayoría de los niños afectados poseen una inteligencia promedio o superior a la normal.

Algunos síntomas característicos de los problemas de aprendizaje son los siguientes: retraso en aprender a hablar, dificultad para rimar palabras, pronunciación incorrecta, habla infantil, dificultad para reconocer letras y cifras, incapacidad para pronunciar ciertas letras en palabras fáciles, confusión entre palabras parecidas y dificultad para seguir instrucciones. *

Qué hacer

¿Qué puede hacer un padre si su hijo parece tener un problema de aprendizaje? * Antes que nada, llévelo al médico para asegurarse de que ve y oye bien. Luego, busque la opinión de un pediatra. Si su hijo tiene problemas de aprendizaje, necesitará todo su apoyo. Y recuerde que la inteligencia del pequeño no está poniéndose en duda.

Aproveche los programas especiales que le ofrezca la escuela, como la atención individualizada. Pida la colaboración de los maestros para que, por ejemplo, el niño se siente en las filas delanteras y le concedan más tiempo para terminar los trabajos de la clase. Sería bueno que el profesor le diera las instrucciones por escrito y de palabra, y que le hiciera los exámenes oralmente. Los niños con estos problemas son olvidadizos y desorganizados, así que no vendría mal tener un segundo juego de libros en casa. Si es posible, también podrían disponer, sea en clase o en casa, de un procesador de textos con corrector ortográfico para hacer los trabajos.

Es muy conveniente que el niño disléxico lea en voz alta, de modo que siéntese a leer con su hijo un ratito al día, así podrá aconsejarlo y corregirlo. Lea usted primero y permita que él siga la lectura. Luego, lean el mismo texto a la vez. Acto seguido, pídale que lo lea él solo y que utilice una regla al pie de la línea que va leyendo. Si encuentra palabras difíciles, que las marque con un rotulador. No le tomará más de quince minutos.

Los números pueden practicarse, por ejemplo, midiendo las cantidades de una receta de cocina, usando un metro en trabajos manuales o yendo de compras. Las hojas cuadriculadas y los dibujos pueden servirle a la hora de resolver problemas matemáticos. En cuanto a la caligrafía, pruebe con papel de renglones amplios y lápices gruesos. Puede valerse de una pizarra con letras magnéticas para enseñarle a deletrear.

Hay también buenas estrategias para trabajar con el trastorno de hiperactividad y déficit de atención. Antes de hablarle a un niño con este problema, pídale que le mire a los ojos. Asegúrese de que tenga un lugar tranquilo para hacer sus deberes y déjelo descansar a menudo. Canalice su hiperactividad mandándole tareas activas, como sacar a pasear al perro.

Se puede salir adelante

Fomente los puntos fuertes del niño, como cualquier destreza o talento que posea. Elogie y premie todo logro conseguido, por insignificante que parezca. Divida los trabajos en etapas pequeñas, de manera que el niño pueda ir alcanzándolas progresivamente. Así aumentará su autoestima. Dibuje los pasos que debe seguir para realizar su tarea.

El objetivo principal es que su hijo domine los conceptos básicos de la lectura, la escritura y las matemáticas. Tenga la seguridad de que con la motivación y la ayuda necesarias, su hijo puede aprender, aunque tenga que hacerlo con métodos alternativos y le lleve más tiempo.

[Notas]

^ párr. 7 Los problemas de aprendizaje suelen asociarse con el trastorno de hiperactividad y déficit de atención, caracterizado por conducta impulsiva e hiperactiva y dificultad de concentración (véase ¡Despertad! del 22 de febrero de 1997, páginas 5 a 10).

^ párr. 9 Utilizaremos el género masculino porque los varones son tres veces más propensos a padecer dislexia e hiperactividad.

[Recuadro de la página 11]

LA DIFICULTAD RESULTA SER UN TRAMPOLÍN

“Miraba las palabras de una página y me parecían garabatos escritos en un idioma raro. Me las tenían que leer para entenderlas. Los maestros creían que yo era perezoso o rebelde, o que no me esforzaba o que no prestaba atención en clase. Pero nada estaba más lejos de la realidad; sí escuchaba las explicaciones y me esforzaba mucho, lo que pasa es que no me entraba ni la lectura ni la escritura. Las matemáticas y otras asignaturas, en cambio, no me resultaban difíciles. Desde niño me interesaron los deportes, los oficios, la artesanía y todo lo que fuera manual, siempre que no tuviera que ver con leer y escribir.

”Luego aprendí un oficio, lo que me ha permitido colaborar en la construcción de cinco edificios de los testigos de Jehová en varios países. Como tengo que poner más empeño en la lectura, suelo recordar bastante de lo que leo en mi estudio de la Biblia, lo cual me resulta muy útil en la predicación. De modo que, en vez de ver esta dificultad como un impedimento, la considero un trampolín en mi vida.” (Peter, que padece dislexia, es ministro de tiempo completo de los testigos de Jehová.)

[Ilustración de la página 10]

Los niños suelen ser muy hábiles dibujando ideas si escuchan con atención