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¿Cómo superar un desengaño amoroso?

¿Cómo superar un desengaño amoroso?

Los jóvenes preguntan

¿Cómo superar un desengaño amoroso?

“Llevábamos seis meses de novios, pero éramos amigos desde hacía cinco años. Cuando él decidió romper, ni siquiera pudo decírmelo: simplemente me dejó de hablar. Aquello me destrozó el corazón. No paraba de darle vueltas al asunto preguntándome qué había hecho mal.” (Raquel) *

UNA ruptura puede apagar tu euforia y convertirla en un terrible desconsuelo. Gerardo y Susana, por ejemplo, llevaban saliendo juntos dos años, y llegaron a encariñarse mucho. Pasaban todo el día enviándose mensajes de texto románticos, y, de vez en cuando, él le hacía regalitos para demostrarle que se había acordado de ella. “Deseaba escucharme y comprenderme —cuenta Susana—. Hacía que me sintiera como una reina.”

Al poco tiempo empezaron a hablar de boda y de dónde vivirían. Gerardo hasta estuvo a punto de comprarle la sortija de compromiso. Pero un día, sin más ni más, él terminó con Susana y la dejó hecha un mar de llanto. A pesar de que ella siguió con su rutina, se sentía muy aturdida. “Estaba física y mentalmente agotada”, recuerda. *

Por qué duele tanto

Si has sufrido un golpe como el de Susana, quizá te preguntes si serás capaz de superarlo (Salmo 38:6). Es normal que tengas la moral por los suelos. De hecho, tal vez sea una de las experiencias más traumáticas de tu vida. Hay quienes opinan que es como si parte de uno hubiera muerto. Tanto es así, que incluso puede que estés atravesando algunas de las siguientes etapas asociadas con la muerte de un ser querido:

Negación. “Lo nuestro no puede terminar. En un día o dos volverá.”

Rabia. “¿Cómo pudo hacerme esto? ¡Lo odio!”

Depresión. “Nadie jamás volverá a enamorarse de mí.”

Aceptación. “Sé que voy a salir adelante. Aún me duele, pero ya me siento mejor.”

Pese a ser un trago amargo, verás que puedes superarlo. Tal vez tu recuperación sea lenta o quizá sea rápida, todo depende de varios factores, como el tiempo y la madurez de la relación. Pero ¿cómo puedes combatir el dolor en este momento?

Deja cicatrizar la herida

¿Alguna vez has escuchado que el tiempo lo cura todo? Claro, si tu novio acaba de dejarte, este dicho quizá no te haga ninguna gracia. Y es que no basta con dejar pasar el tiempo. Supongamos, por ejemplo, que te has cortado. Aunque sepas que la herida cicatrizará en unos días, al principio te duele. Sin embargo, tienes que detener el sangrado, aliviar el dolor y evitar que se infecte. Lo mismo pasa con las heridas emocionales. Al principio duelen, pero debes tomar medidas para calmar el dolor y no dejar que la amargura te infecte. Si bien es cierto que el tiempo hace su parte, tú también debes hacer la tuya. Toma nota de las siguientes recomendaciones.

Desahógate. Llora todo lo que quieras. La Biblia misma dice que hay “tiempo de llorar” y “tiempo de plañir” (Eclesiastés 3:1, 4). El llanto no es señal de debilidad. Hasta el rey David, un valiente guerrero, se sintió sumamente angustiado en cierta ocasión y reconoció: “Por las noches lloro tanto que mis lágrimas empapan mi almohada” (Salmo 6:6, Traducción en lenguaje actual).

Cuida tu salud. Hacer ejercicio y comer bien te ayudará a recuperar las energías que el estrés te ha robado. De hecho, la Biblia afirma que “el ejercicio del cuerpo sirve para algo” (1 Timoteo 4:8, Versión Popular, 1983).

¿Qué aspectos de tu salud crees que merecen atención?

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Mantén la mente ocupada. No dejes de realizar las actividades que te gustan. Y ahora, más que nunca, no te aísles (Proverbios 18:1). Si buscas la compañía de las personas que te quieren, lograrás concentrarte en cosas positivas.

¿Qué metas puedes fijarte para mantener la mente ocupada?

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Cuéntale a Jehová cómo te sientes. A lo mejor esto es difícil para quienes creen que Dios los ha defraudado, pues ven que después de haber orado tantas veces para encontrar a alguien, las cosas no funcionaron (Salmo 10:1). Pero ¿estaría bien considerar a Dios un casamentero? De ninguna manera, y tampoco tiene la culpa de que uno de los dos haya terminado con el noviazgo. De lo que no cabe duda es de que Jehová “se interesa por [ti]” (1 Pedro 5:7). Por eso, cuéntale cómo te sientes. La Biblia nos asegura: “Dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús” (Filipenses 4:6, 7).

¿Qué podrías decirle a Jehová en tus momentos de aflicción?

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Mira al futuro

Una vez que tu herida haya sanado, convendría que analizaras lo que sucedió en tu relación anterior. Tal vez te sea útil responder por escrito a las siguientes preguntas.

▪ ¿Te dijo tu ex por qué iba a romper? Escribe la razón aunque no creas que sea válida.

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▪ ¿Qué otras razones pudieron haber causado la ruptura?

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▪ Al mirar atrás, ¿crees que pudiste haber hecho algo para corregir la situación? Escríbelo.

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▪ ¿Te ha hecho ver esta experiencia algún aspecto en el que podrías madurar espiritual o emocionalmente?

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▪ ¿Qué cosas evitarías la próxima vez que tengas pareja?

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Es cierto que te hubiera gustado coronar tu relación con un final feliz, pero piensa en esto: en plena tormenta quizá solo veas un cielo oscuro y tempestuoso. No obstante, tarde o temprano deja de llover y el Sol vuelve a brillar. ¿Recuerdas a las chicas citadas al principio del artículo? Ellas se recuperaron, y ten la seguridad de que tú también lo lograrás.

Encontrarás más artículos de la sección “Los jóvenes preguntan” en www.watchtower.org/yps

[Notas]

^ párr. 3 Se han cambiado los nombres.

^ párr. 5 Aunque el artículo trata el asunto desde una perspectiva femenina, los principios expuestos también son válidos para los varones.

PARA PENSAR

▪ ¿Qué rasgos de tu personalidad llegaste a conocer gracias a tu noviazgo anterior?

▪ ¿Qué lecciones pudiste extraer sobre las personas del sexo opuesto?

▪ ¿A quién podrías recurrir cuando te embarguen sentimientos de tristeza?

[Recuadro de la página 20]

UNA SUGERENCIA

Susana hizo una lista de textos bíblicos y los leía cada vez que se venía abajo. ¿Qué te parece la idea? ¿Podrías hacer lo mismo con algunos textos que hayas leído en este artículo?

[Ilustración de la página 19]

Una ruptura es como una herida: duele, pero sana con el tiempo