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Consejos para los jóvenes

Consejos para los jóvenes

Consejos para los jóvenes

En un mundo ideal, los progenitores serían cariñosos y consecuentes a la hora de aconsejar y educar a sus hijos; conversarían con ellos, les leerían, comerían juntos y los comprenderían. Pero la realidad es que los padres no son perfectos. De hecho, la Biblia declara con acierto: “Todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Si eres joven, quizás creas que tu vida de familia dista bastante de ser ideal, y es posible que tengas razón. Aun así, puedes hacer mucho para disminuir tu inquietud y ser más feliz. Presta atención a algunos principios bíblicos útiles.

Consejo 1

No te aísles

“El que se aísla buscará su propio anhelo egoísta; contra toda sabiduría práctica estallará.” (Proverbios 18:1.) Hay jóvenes que se sienten incómodos en la compañía de otras personas y prefieren ver la televisión o entretenerse con un videojuego. Otros son extremadamente tímidos y se encierran en sí mismos. Por ejemplo, Elizabeth se define como una joven que vive en “un estado de timidez permanente”, y dice: “Siento un miedo atroz. Me cuesta mucho hablar con la gente”.

¿Cómo ha superado ella este problema tan serio? Elizabeth es testigo de Jehová y asiste semanalmente a sus reuniones religiosas. Nos cuenta: “Aunque soy tímida, me pongo la meta de hablar con una persona diferente en cada ocasión. Si no lo consigo, trato de no desanimarme y me concentro en las veces que sí lo he logrado. La verdad es que me ha beneficiado muchísimo conocer a más gente”.

¿Por qué no escribes el nombre de dos o tres personas a las que te gustaría conocer mejor? Proponte averiguar algo nuevo de una de ellas en la siguiente semana. Luego anota una buena obra que podrías hacer por cada una de ellas y realízala en el próximo mes (Hechos 20:35).

Si le das la espalda a los problemas y a quienes te rodean, vas a pensar más en ti mismo de lo que te conviene. Por otra parte, la Biblia aconseja que vigilemos “con interés personal” no solo nuestros “propios asuntos”, sino también “los de los demás” (Filipenses 2:4). Si aplicas este principio cuando trates con tu familia y con otras personas, verás con mayor objetividad tus problemas y estarás más capacitado para resolverlos.

Consejo 2

Huye de la inmoralidad

“Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.” (1 Corintios 6:18, Nueva Versión Internacional.) ¿Cómo eludir la presión de cometer inmoralidades sexuales cuando son tan comunes entre los jóvenes?

En primer lugar, tienes que pensar bien cómo actuarás antes de que se presente la tentación. Como reza un sabio proverbio: “El sagaz considera sus pasos” (Proverbios 14:15). Mbali, una joven que vive en Sudáfrica, cuenta: “En la escuela superior, un chico de mi clase me acosaba para que saliera con él. Las demás chicas me presionaban para que lo hiciese porque era muy guapo: era modelo y jugaba en el equipo de fútbol del instituto. Lo cierto es que me parecía muy atractivo, pero yo ya había decidido no doblegar mis normas morales. Mis compañeras opinaban que las aventuras sexuales no tenían importancia, pero yo sí sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal, y ya hacía tiempo que había decidido qué hacer ante una situación así”.

En segundo lugar, debes pedirle a Dios que te ayude a aferrarte a sus normas morales. Maggie, una muchacha de Inglaterra, dice: “La oración me da la fortaleza que necesito para lidiar con la presión de tener relaciones sexuales. Nunca me confío pensando que puedo manejar la situación yo sola. Lo hablo con mis padres y a veces con otros amigos maduros”.

Consejo 3

Sé compasivo con tus padres

“Todos ustedes sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros, teniendo cariño fraternal, siendo tiernamente compasivos.” (1 Pedro 3:8.) Aunque no puedes evitar que tus padres se separen o que ambos tengan que trabajar todo el día, sí puedes evitar hasta cierto punto que tales situaciones destruyan tu relación con ellos. Una forma de reducir tu inquietud y ser más feliz es ser compasivo y tratar de comprenderlos.

Amber ha seguido este consejo. Admite que la relación con su madre a veces está llena de tensiones, malentendidos y frustraciones, pero dice: “Mamá ha sufrido mucho. Ha criado a cuatro hijos sola, y siempre nos ha dado un techo, comida y ropa. De verdad, admiro su fortaleza y espero demostrar la misma determinación ante las dificultades”.

Si procuras ponerte en el lugar de tus padres y sentir como ellos, aprenderás a no exagerar tus problemas. Además, puede que eso te ayude a reconocer e imitar sus buenas cualidades.

La fuente de buenos consejos

Los consejos anteriores son un botón de muestra de la sabiduría práctica encerrada en la Palabra de Dios, la Biblia. A medida que la estudies, te irás dando cuenta del valor de sus excelentes consejos. *

Otra forma de aprender de la Biblia es estudiando con los testigos de Jehová y asistiendo a sus reuniones. Hallarás verdaderos amigos que te apoyarán en los malos momentos y te ayudarán a seguir los sabios consejos bíblicos. No es fácil vivir a la altura de las normas divinas, pero si decides hacerlo, obtendrás beneficios eternos (Isaías 48:17, 18).

[Nota]

^ párr. 21 El libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2), editado por los testigos de Jehová, contiene sabios consejos bíblicos para ayudar a los jóvenes a soportar las presiones propias de su edad. Además, se ofrece información similar en el portal www.watchtower.org/yps.

[Ilustraciones y recuadro de las páginas 8 y 9]

Lo que los adolescentes esperan de los padres

Pasar tiempo juntos. Jehová exhortó a los padres israelitas a que hablaran con sus hijos a menudo: cuando se sentaran en la casa y cuando anduvieran por el camino, lo cual requería que pasaran tiempo juntos (Deuteronomio 6:6, 7). Jesús opinaba que los niños merecían parte de su tiempo, pues cuando “la gente empezó a traerle niñitos para que los tocara”, él los tomó “en los brazos y empezó a bendecirlos” (Marcos 10:13, 16). ¿Verdad que es un magnífico ejemplo para los padres?

Comunicación franca y abierta. La Biblia dice: “Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial” (Proverbios 15:22). Si fue necesario hablar francamente con los hijos cuando eran pequeños, más lo es cuando son adolescentes, pues suelen pasar menos tiempo en el hogar y más tiempo con los compañeros de clase y otros amigos. Si no hay “habla confidencial”, es decir, una comunicación franca y abierta entre padres e hijos, los adolescentes pueden llegar a ser extraños en su propia casa.

Disciplina apropiada. La palabra disciplina conlleva la idea de corrección e instrucción, aunque a veces incluye la de castigo. “Cualquiera que es tonto trata con falta de respeto la disciplina de su padre, pero cualquiera que hace caso de la censura es sagaz”, declara Proverbios 15:5. Ahora bien, no se puede hacer “caso de la censura” si no se administra. Por supuesto, los padres han de ser equilibrados a la hora de disciplinar a los hijos; deben evitar ser tan estrictos que los frustren o que les dañen su autoestima (Colosenses 3:21). Con todo, no deben caer en la permisividad y privarlos de la instrucción necesaria. Ser permisivos puede acabar en calamidad. *

[Nota]

^ párr. 29 Para más información, véanse los capítulos 5 y 6 del libro El secreto de la felicidad familiar, editado por los testigos de Jehová.