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¿Por qué no me dejan vestir como yo quiero?

¿Por qué no me dejan vestir como yo quiero?

Los jóvenes preguntan

¿Por qué no me dejan vestir como yo quiero?

Helena está lista para salir de su casa. Cuando sus padres la miran, no pueden creer lo que ven.

¿Adónde crees que vas, jovencita? —le dice su padre—. ¿Cómo te atreves a ponerte eso?

¿Qué tiene de malo? —responde desconcertada—. Solo voy de compras con unas amigas.

Pero no saldrás con esa facha —le advierte su madre.

Pero mamá —protesta Helena—, es lo que todas las chicas están usando. Además, esto refleja mi personalidad... ¡Dice mucho de mí!

Pues no nos gusta lo que esa ropa dice de ti —le replica su padre—. Así que, o te cambias, o no sales a ningún lado.

ESTE tipo de discusiones entre padres e hijos no es nada nuevo. De hecho, cuando tus padres tenían tu edad, seguramente pasaron por lo mismo. Puede que en aquel entonces se sintieran como tú te sientes en este momento. Sin embargo, ahora que ellos están del otro lado, no te dejan usar la ropa que a ti te gusta, y esto genera un sinfín de peleas.

Tú dices: Es cómoda.

Ellos dicen: Parece un trapo viejo.

Tú dices: ¡Se ve súper!

Ellos dicen: Demasiado provocativa.

Tú dices: ¡Está a mitad de precio!

Ellos dicen: ¡Pues claro, si le falta la mitad de la tela!

¿Es posible que tus padres y tú dejen de pelear por la ropa? Por supuesto que sí. Megan, que ahora tiene 23 años, da la siguiente recomendación: “En vez de discutir, traten de llegar a un acuerdo”. “¿Un acuerdo con mis padres? ¿No significaría eso vestirme como un cuarentón?”, quizá te preguntes. ¡Para nada! Se trata de que hablen entre ustedes a fin de exponer sus puntos de vista y presentar varias alternativas con las que estén de acuerdo. ¿Por qué te conviene hacerlo?

1. Lucirás genial y tus amigos lo notarán.

2. Tus padres dejarán de hacer comentarios negativos sobre tu vestimenta.

3. Si ellos ven que respetas el acuerdo, es probable que te den otras libertades.

¿Qué tal si ponemos manos a la obra? Piensa en determinadas prendas que hayas visto en alguna tienda o revista y que te gustaría comprarte. Ahora fíjate en las siguientes sugerencias.

Toma en cuenta los principios bíblicos

La verdad es que la Biblia no dice mucho acerca de cómo vestir. Es más, leer en voz alta todos los versículos que tocan el tema solo te llevará un par de minutos. Pero aunque es poquito, hallarás consejos confiables y muy prácticos. Veamos algunos ejemplos.

▪ La Biblia aconseja a las mujeres que se arreglen “con modestia y buen juicio” (1 Timoteo 2:9, 10). *

Ahora bien, ¿qué significa arreglarse “con modestia”? Quiere decir que tu ropa debe demostrar que sientes respeto por ti mismo y por los demás, que no te pondrías nada que los incomodara (2 Corintios 6:3). Lo cierto es que hay mucho de dónde elegir. “Aunque parezca difícil —comenta Danielle, de 23 años—, puedes estar a la moda sin caer en estilos exagerados.”

▪ Al hablar de la apariencia, la Biblia dice en 1 Pedro 3:4 que uno debe ponerle más atención a “la persona secreta del corazón”, es decir, al “interior de su ser” (según La Palabra de Dios para Todos).

Es cierto que al vestirte de forma provocativa lograrás atraer por un momento muchas miradas, pero con tu belleza interior te ganarás el respeto duradero de jóvenes y adultos. Y es que hasta los jóvenes creen que los estilos exagerados se ven mal. Brittany, de 16 años, señala: “Hay mujeres que por su manera de vestir demuestran que lo que buscan es atrapar a los hombres. ¡No lo soporto!”. Kay opina lo mismo. Al recordar cómo se vestía una ex amiga, comenta: “Era como si ella llevara un letrero que decía ‘mírenme’. Quería llamar la atención de los muchachos y, con tal de que la miraran, era capaz de ponerse cualquier cosa”.

Consejo: Evita los estilos sensuales. Si te vistes de manera provocativa, darás la impresión de que te urge conseguir pareja o de que quieres ser el centro de atención. Además, esto podría convertirte en víctima de acoso o de algo peor. En cambio, una ropa modesta te hará lucir mejor y hablará bien de ti.

¿Qué dicen tus padres?

Esconder en tu mochila alguna prenda atrevida para ponértela en la escuela no es una buena idea. Pero si eres franco y honrado con tus padres, les cuentas todo e incluso pides su opinión a la hora de comprarte cierta prenda, de seguro te ganarás su confianza (Proverbios 15:22).

Pero ¿para qué hacer todo eso? De hecho, quizá creas que tus padres solo quieren impedirte que vayas a la moda; pero no es así. Lo que pasa es que ellos ven las cosas desde otra perspectiva, y eso te conviene. “Agradezco mucho que mis padres me aconsejen —admite Nataleine, de 17 años—, pues no quiero pasar vergüenza cuando salgo a la calle ni que hablen mal de mí por la ropa que llevo.”

Además, la verdad es que mientras vivas con tus padres, estarás bajo su autoridad (Colosenses 3:20). Pero si tú los entiendes y ellos a ti, les resultará más fácil llegar a un acuerdo. Y por fin, el pleito de todos los días habrá terminado.

Consejo: Cuando te mires al espejo en un probador, recuerda que no siempre estarás de pie. Hay prendas que, aunque parezcan modestas, dejan de serlo cuando te sientas o te agachas a recoger algo. Si es posible, pídele a uno de tus padres o a otra persona madura que te dé su opinión.

Encontrarás más artículos de la sección “Los jóvenes preguntan” en www.watchtower.org/yps

[Nota]

^ párr. 23 Aunque la Biblia dirige estos consejos a las mujeres, son aplicables también a los varones. Consulta el recuadro  “¿Y los chicos?”.

PARA PENSAR

Antes de comprarte ropa, pregúntate lo siguiente:

▪ ¿Qué dirá de mí esta prenda?

▪ ¿Qué podría pensar la gente de mí?

▪ ¿Quiero dar esa impresión y afrontar las consecuencias?

[Ilustraciones y recuadro de la página 19]

¿Qué me puedo poner?

Instrucciones: Haz dos copias del siguiente test. Pide a tus padres que respondan por escrito las preguntas de la columna derecha, mientras tú contestas las de la izquierda. Al terminar, intercambien las copias para comentar las respuestas. ¿Les sorprenden algunas de ellas? ¿En qué les ha ayudado este ejercicio?

PARA TI

Piensa en una prenda de vestir que te gustaría ponerte.

▪ ¿Por qué quisieras usarla? Enumera tus razones por orden de prioridad.

․․․․․ Por la marca

․․․․․ Para llamar la atención del sexo opuesto

․․․․․ Para encajar en un grupo de amigos

․․․․․ Porque es cómoda

․․․․․ Por el precio

․․․․․ Otra ․․․․․

▪ Lo primero que te dirían tus padres sería:

□ “¡Ni se te ocurra!”

□ “Vamos a pensarlo.”

□ “Perfecto.”

▪ Si no quieren que te la pongas, ¿qué razón te darán?

□ “Es muy provocativa.”

□ “Te verás desaliñado.”

□ “Demasiado moderna.”

□ “Habla mal de nosotros, tus padres.”

□ “Está carísima.”

□ Otra ․․․․․

¿PODEMOS LLEGAR A UN ACUERDO?

▪ ¿En qué me puede ayudar la opinión de mis padres?

․․․․․

▪ ¿Hay algo que pueda hacerse para que la prenda en cuestión se vea más presentable?

․․․․․

PARA TUS PADRES

Piensen en una prenda que a su hijo o a su hija le gustaría ponerse.

▪ ¿Por qué les parece que desea ponérsela? ¿En qué orden creen que él enumeraría las siguientes razones?

 ․․․․․ Por la marca

․․․․․ Para llamar la atención del sexo opuesto

․․․․․ Para encajar en un grupo de amigos

․․․․․ Porque es cómoda

․․․․․ Por el precio

․․․․․ Otra ․․․․․

▪ ¿Qué sería lo primero que le dirían ustedes?

“¡Ni se te ocurra!”

“Vamos a pensarlo.”

“Perfecto.”

▪ Si ustedes no quieren que se la ponga, ¿qué razón le darán?

“Es muy provocativa.”

“Te verás desaliñado.”

“Demasiado moderna.”

“Habla mal de nosotros, tus padres.”

“Está carísima.”

Otra ․․․․․

¿PODEMOS LLEGAR A UN ACUERDO?

▪ Si nos desagrada esta prenda, ¿es solo por cuestión de gusto?

□ Sí □ Tal vez □ No

▪ ¿Hay algo que pueda hacerse para que la prenda en cuestión se vea más presentable?

․․․․․

LA DECISIÓN

․․․․․

[Ilustraciones y recuadro de la página 20]

LO QUE OPINAN OTROS JÓVENES

“Se puede seguir una moda, siempre y cuando no vaya en contra de los principios bíblicos. Hay un montón de cosas decentes con las que puedes verte bien.” (Derrick)

“Durante mi adolescencia quería ser independiente. No me gustaba que me dijeran lo que debía ponerme. Pero con el tiempo comprendí que por mi apariencia no me ganaba el respeto de la gente. Y claro, las cosas mejoraron cuando empecé a escuchar los consejos de mis padres y de otros adultos.” (Megan)

“Las chicas que llevan ropa descarada no me inspiran ningún respeto. Admiro, más bien, a quienes usan ropa decente y de buen gusto, y así es como yo quiero lucir.” (Nataleine)

[Ilustración y recuadro de la página 21]

¿Y LOS CHICOS?

Los consejos bíblicos de este artículo se dirigen igualmente a los muchachos. Tú, joven, también debes arreglarte con modestia y exteriorizar las cualidades que hay en tu corazón, el ‘interior de tu ser’. Antes de usar una prenda de vestir, pregúntate: “¿Qué mensaje comunicará? ¿Reflejará lo que realmente soy?”. Recuerda que la ropa es un medio de expresión. Por eso, asegúrate de que refleje los valores que rigen tu vida.

[Recuadro de la página 21]

A LOS PADRES

¿Recuerdan la escena descrita al principio del artículo? Imagínense que Helena es su hija. Cuando ven que saldrá de casa casi desvestida, se escandalizan y le dicen bruscamente: “¿Adónde crees que vas, jovencita? Si no te cambias, no sales”. Quizás esas palabras den resultado. Después de todo, a ella no le quedará más remedio que obedecer, aunque rezongue. Pero ¿cómo corregirían la actitud que hay detrás de su manera de vestir? Y pensando ahora en su propio hijo, ¿cómo lo pueden ayudar?

▪ En primer lugar, si a ustedes les importan las consecuencias de que su hijo use ropa indecente, a él le tienen que importar más. La verdad es que su intención no es verse ridículo o llamar indebidamente la atención. Por eso, explíquenle con paciencia que a nadie le favorece una forma de vestir como esa y sugiéranle alternativas. *

▪ En segundo lugar, demuéstrenle “lo razonables que son ustedes” (Filipenses 4:5). Pregúntense si dicha vestimenta va en contra de los principios bíblicos o si simplemente no concuerda con los gustos de ustedes (2 Corintios 1:24). Si se trata de esto último, ¿podrían ser más flexibles?

▪ Y finalmente, no se limiten a prohibirle la ropa indecente, sino ayúdenle a escoger la que sea modesta. Verán que bien vale la pena el tiempo y esfuerzo invertido.

[Nota]

^ párr. 107 A su hijo de seguro le preocupa mucho su apariencia, así que sean cuidadosos y no hagan comentarios que den a entender que es su persona lo que les desagrada.