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De nuestros lectores

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Cómo se afronta la crisis del agua (Enero de 2009) Me preocupa la conclusión a la que llega este artículo. En vez de animar a los lectores a que ayuden al prójimo construyendo pozos, apoyando los programas de conservación del agua, o incluso investigando más el problema, se afirma que “la solución definitiva a la crisis del agua está en manos de Dios y no del hombre”, y además, que él “va a ‘hacer nuevas todas las cosas’” (Revelación [Apocalipsis] 21:5). Es alentador saberlo, pero ¿no sería mejor ayudar mientras tanto? En este mundo hay muchísimos problemas. Aunque sin duda Dios tiene previstas las soluciones, no podemos tener la conciencia tranquila si esperamos pasivamente mientras el Diablo actúa.

S. S., Estados Unidos

¡Despertad! responde: El artículo mencionado no pretendía dar a entender que hoy día no tenemos la responsabilidad individual de esforzarnos por mejorar las cosas. Allí se decía: “Dios concedió a los seres humanos la responsabilidad de cuidar la Tierra”. Por ello, en nuestras revistas se han publicado muchos artículos que animan a los lectores a tomar la iniciativa en conservar los recursos de la Tierra y proteger el medio ambiente. Es triste, sin embargo, observar que los esfuerzos por proteger los recursos del planeta suelen verse obstaculizados por reglamentos que dan más prioridad al crecimiento económico que a los intereses medioambientales, así como por la codicia y el egoísmo inherentes a los seres humanos imperfectos. De ahí la afirmación de que “la solución definitiva a la crisis del agua está en manos de Dios”.

Un planeta para la vida (Febrero de 2009) En un momento en que los medios de comunicación solo escriben cosas que nos hacen sentir inseguros debido al calentamiento global, leer esta serie de artículos me ha dado verdadera tranquilidad. También me animó mucho saber que el futuro de la Tierra no es sombrío, pues esta se convertirá en un paraíso físico y espiritual en el que los seres humanos podrán vivir en paz. Muchísimas gracias.

M. H., Japón

La dislexia no me ha detenido (Febrero de 2009) Yo también padezco un problema de dislexia y, desgraciadamente, no comprendí su gravedad hasta que mi esposa y yo recibimos una asignación misional e intenté aprender otro idioma. Este artículo fue muy alentador —en particular el recuadro de la página 22—, pues me ayudó a comprender la naturaleza de este problema. Me animó saber que Michael Henborg ha conseguido aprender varios idiomas. Muchas gracias.

M. M., Tanzania

Los jóvenes preguntan. ¿Cómo disfrutar la lectura de la Biblia? (Abril de 2009) Tengo un impedimento visual y uso el braille en la escuela. Agradezco muchísimo sus publicaciones, pues me han ayudado a superar muchos de mis problemas. Por lo general escucho sus grabaciones en audio antes de acostarme. Eso me permite quedarme dormido con pensamientos positivos en la mente. Escuché este artículo por lo menos cinco veces y encontré algunas ideas para mejorar mi estudio personal.

S. H., Francia