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¿Por qué tengo que interesarme por mi salud?

¿Por qué tengo que interesarme por mi salud?

Los jóvenes preguntan

¿Por qué tengo que interesarme por mi salud?

Marca las metas que te gustaría alcanzar.

◯ Perder peso

Mejorar la piel de la cara

Tener más energía

Estar más atento y despierto

Estar más relajado

Controlar el genio

Tener más confianza en mí mismo

HAY algunas cosas en la vida que tú, como joven, no puedes escoger. Entre ellas están tus padres, tus hermanos y el lugar donde vives. En cambio, tu salud es algo muy diferente. Si bien es cierto que los factores hereditarios pueden determinar tu estado físico, el estilo de vida que escojas también repercute en tu salud. *

Tal vez pienses que eres demasiado joven para preocuparte por tu salud, pero fíjate en la lista de metas que ves arriba. ¿Cuántas marcaste? ¿Sabías que la buena salud es primordial para alcanzar cada una de ellas?

“Yo no podría vivir comiendo siempre alimentos integrales, bajos en grasa y sin azúcar”, dice Amber, de 17 años. * Si tú opinas lo mismo, no te preocupes, no tienes que convertirte en un fanático de la salud y dejar por completo lo dulce o ponerte a correr distancias muy largas todas las semanas. Puede que con solo unos cambios sencillos ya empieces a verte mejor, sentirte de maravilla y rendir al máximo. Algunos jóvenes lo han logrado, ¿quieres saber cómo?

Come bien, y te verás mejor

La Biblia recomienda moderación en los hábitos. Proverbios 23:20 incluso especifica: “No te juntes [...] con los que comen demasiado” (Versión Popular). Debe reconocerse, no obstante, que no siempre es fácil obedecer ese consejo.

“Yo siempre tengo hambre, tal como muchos de mi edad. Mis padres dicen que soy un barril sin fondo.” (Andrés, de 15 años.)

“Como no veo el daño que me están haciendo ciertos alimentos, no me parecen tan perjudiciales.” (Daniela, de 19 años.)

¿Necesitas controlarte más con la comida? Veamos lo que les ha funcionado a otros jóvenes como tú.

Escucha a tu estómago. “Antes acostumbraba a contar las calorías —dice Julia, de 19 años—, pero ahora lo que hago es dejar de comer cuando me siento satisfecha.”

Evita lo que no sea sano. Peter, de 21 años, comenta: “Dejé las bebidas gaseosas y logré perder 5 kilos [10 libras] en tan solo un mes”.

Corrige los malos hábitos alimentarios. “Procuro no repetir de nada”, dice Elena, de 19 años.

La clave del éxito: No te saltes ninguna comida. Si lo haces, después tendrás tanta hambre que probablemente comerás demasiado.

Haz más ejercicio, y te sentirás de maravilla

La Biblia dice que “el entrenamiento corporal es provechoso” (1 Timoteo 4:8). Sin embargo, a muchos jóvenes no les atrae demasiado el ejercicio.

“En la escuela media superior tenía un montón de compañeros que no aprobaban la asignatura de gimnasia. Y eso que, descontando el almuerzo, era lo más fácil.” (Richard, de 21 años.)

“Algunos piensan que no merece la pena salir a correr bajo el ardiente sol hasta quedar agotado y empapado de sudor, cuando un personaje lo puede hacer por ti en un videojuego.” (Ruth, de 22 años.)

¿Te cansas de solo oír la palabra ejercicio? En tal caso, fíjate en estos tres beneficios que aporta el ejercicio regular.

1. Estimula el sistema inmunológico. “Mi padre siempre me decía: ‘Si no quieres buscar tiempo para hacer ejercicio, ya puedes empezar a buscar tiempo para estar enferma’”, cuenta Raquel, de 19 años.

2. Hace que el cerebro libere sustancias químicas calmantes. Emily, de 16 años, comenta: “Cuando tengo muchas cosas en la cabeza, correr me despeja. Además, me revitaliza físicamente y me relaja mucho emocionalmente”.

3. Proporciona diversión. “Dado que me encanta estar al aire libre —dice Ruth—, practico ejercicios como el excursionismo, la natación, el surf de nieve y el ciclismo.”

La clave del éxito: Dedica por lo menos veinte minutos tres veces por semana a una actividad física vigorosa que te guste.

Duerme lo suficiente, y rendirás al máximo

La Biblia dice: “Mejor es un puñado de descanso que un puñado doble de duro trabajo y esforzarse tras el viento” (Eclesiastés 4:6). Si no duermes lo debido, tu rendimiento disminuirá drásticamente.

“Cuando no duermo lo suficiente, no funciono. Me cuesta concentrarme.” (Raquel, mencionada antes.)

“Como a las 2.00 de la tarde me siento tan cansada que podría quedarme dormida en medio de una conversación.” (Kristine, de 19 años.)

¿Necesitas dormir más? Veamos lo que han hecho algunos jóvenes.

Evita trasnochar. “Estoy haciendo lo posible por acostarme a una hora decente”, dice Catherine, de 18 años.

No te quedes charlando. “Algunos amigos me llamaban o me enviaban mensajes de texto tarde por la noche, y me quedaba charlando con ellos —comenta Richard, citado antes—, pero últimamente he aprendido a terminar la conversación y ponerme a dormir.”

Mantén siempre el mismo horario. “Últimamente trato de acostarme y levantarme a la misma hora todos los días”, cuenta Jennifer, de 20 años.

La clave del éxito: Procura dormir de ocho a diez horas cada noche.

¿En cuál de los tres campos analizados en este artículo necesitas mejorar?

dieta ejercicio horas de sueño

Anota abajo una meta que podrías ponerte para mejorar en ese campo.

․․․․․

Es mucho lo que puedes ganar con solo unos cambios sencillos para cuidar tu salud. Recuerda que si tienes buena salud te verás mejor, te sentirás de maravilla y rendirás al máximo. También recuerda que a diferencia de otras cosas en la vida, tu estado físico es algo que está bajo tu control, al menos hasta cierto grado. Elena, mencionada antes, lo expresa así: “A fin de cuentas, tu salud depende de una sola persona: de ti.”

Encontrarás más artículos de la sección “Los jóvenes preguntan” en www.watchtower.org/yps

[Notas]

^ párr. 11 Reconocemos que muchos tienen problemas de salud o discapacidades que no están bajo su control. Este artículo puede ayudarles a sentirse mejor dentro de sus circunstancias.

^ párr. 13 Se han cambiado algunos nombres.

PARA PENSAR

● ¿Qué efecto tiene el cuidado de tu salud en la confianza en ti mismo?

● ¿Cómo puedes mostrar que eres razonable en lo que tiene que ver con tu salud? (Filipenses 4:5.)

[Ilustraciones y recuadro de la página 13]

LO QUE OPINAN OTROS JÓVENES

“El cuerpo humano es como un auto, uno tiene que cuidarlo. Esa es una de las razones por las que me gusta hacer ejercicio.”

“Hacer ejercicio con alguien te motiva, pues no quieres dejar plantada a esa persona.”

“Me gusta cómo me siento al hacer ejercicio. Además, me levanta la autoestima ver que mejora mi aspecto.”

[Ilustraciones]

Ethan

Briana

Emily

[Recuadro de la página 14]

“CAMBIÉ MI ESTILO DE VIDA”

“Cuando tenía seis años era un poco regordeta. Empecé a picar alguna cosita de vez en cuando entre las comidas y poco a poco acabé picando a todas horas. No hacía ninguna actividad física, nunca me gustó. Sin darme cuenta, cuando llegué a la adolescencia ya tenía sobrepeso, algo que nunca había querido. No me gustaba cómo me veía ni cómo me sentía. A veces trataba de perder peso con alguna dieta especial, pero siempre lo recuperaba. Por fin, a los 15 años, decidí que ya no podía seguir así. Iba a perder peso de la manera correcta, es decir, cambiando mi estilo de vida permanentemente. Compré un libro sobre principios básicos de alimentación y ejercicio, y puse en práctica lo que leí. Decidí que aunque volviera a las andadas o me desanimara, seguiría adelante. ¿Y saben qué? Funcionó. En un año perdí 25 kilos [60 libras], y me he mantenido en mi peso durante dos años. ¡Jamás pensé que lo conseguiría! Cuando por fin asimilé que las medidas que tomara iban a influir en todo aspecto de mi vida, me sentí preparada y con ganas de hacer los cambios necesarios. Creo que la clave de mi éxito es que, en lugar de limitarme a hacer dieta, cambié mi estilo de vida.” (Catherine, de 18 años.)

[Ilustración de la página 14]

Tal como un auto se ha de cuidar para que no se averíe, la salud también debe cuidarse