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De la corteza a la botella. La historia del corcho

De la corteza a la botella. La historia del corcho

De la corteza a la botella. La historia del corcho

¿Conoce una corteza de árbol que sea esencial para la producción de motores, bolas de béisbol y de críquet, y champán? ¿Una corteza que hayan usado desde hace miles de años pescadores y distinguidas damas por igual, y que se utilice ahora en el espacio? ¿Y más asombroso aún, que cumpla todas estas funciones sin que se tenga que derribar el árbol?

EL CORCHO es la capa externa de la corteza del alcornoque. Pero no es una corteza cualquiera: es ligera, elástica e incombustible.

Año tras año, el alcornoque produce abundantes cantidades de esta resistente corteza, la cual llega a los 25 centímetros (10 pulgadas) de espesor y protege al árbol del calor, el frío y los incendios forestales. Si le quitan su abrigo protector, el árbol se hará otro igual en unos diez años.

Portugal produce el 55% del corcho que se consume a nivel mundial, seguido por España, con el 30%, y por otros países —como Argelia, Francia, Italia, Marruecos y Túnez—, que producen el 15% restante. *

Gran versatilidad

Los romanos y los griegos descubrieron que podían usar el corcho para fabricar los flotadores de sus redes de pescar y cómodas suelas para sus sandalias; al parecer, también elaboraban tapones para sus vasijas. Actualmente se lo emplea para las juntas de motor, ya que tolera altas temperaturas sin deformarse, e incluso es un componente esencial de los paneles térmicos de algunas naves espaciales.

Su apariencia y sus propiedades aislantes gustan tanto que las baldosas de corcho se han vuelto un popular elemento decorativo de pisos y paredes. Y qué decir de los fabricantes de artículos deportivos, que lo consideran irremplazable como núcleo de las pelotas de béisbol o como empuñadura de las cañas de pescar. Pero no hay otro producto por el que se conozca mejor el corcho que los tapones para botellas de vino y champán (véase el recuadro “Es el tapón ideal”).

Protector del ecosistema

Los alcornocales bien administrados son prueba viviente de que el hombre puede trabajar en armonía con la naturaleza, aprovechando sus productos sin despojarla de sus riquezas. Los viejos alcornoques embellecen el paisaje, suministran sombra y alimento para el ganado que viene a pastar bajo su fronda y atemperan el ardiente calor del verano.

Varias aves en peligro de extinción, como el águila imperial, el buitre negro y la cigüeña negra, dependen de los alcornoques grandes para formar sus nidos. También el lince ibérico —especie amenazada— tiene sus escasos refugios en los alcornocales. De hecho, hace poco, el Fondo Mundial para la Naturaleza declaró que la supervivencia de esta especie de lince depende del éxito de la industria del corcho en España y Portugal.

La próxima vez que descorche una botella de vino, deténgase un momento y observe el corcho. Tiene en la mano un material natural, biodegradable y renovable, que incluso sirve para proteger el ecosistema. ¿Qué más podría pedírsele a un árbol?

[Nota]

^ párr. 5 Aunque el alcornoque se da en diversos lugares del mundo, es originario del Mediterráneo, por lo que la producción de corcho se concentra en dicha zona.

[Ilustración y recuadro de la página 20]

“Es el tapón ideal”

Miguel Elena, director del Instituto del Corcho, Madera y Carbón Vegetal, con sede en Extremadura (España), nos habla más sobre el uso del corcho como tapón.

¿Es realmente efectivo el corcho para sellar botellas?

He visto descorchar botellas de vino de más de cien años que estaban prácticamente en perfecto estado. No hay mejores tapones que los de corcho.

¿Qué edad debe tener un alcornoque para producir corcho de calidad?

El corcho de calidad se obtiene de alcornoques de al menos cincuenta años de edad, aunque a los veinticinco años de haber plantado la bellota ya se puede obtener la primera cosecha. Desde luego, en estos días hay poca gente que puede invertir en un cultivo que no se rentabilizará en cincuenta años. No se me ocurre ninguna industria para cuya rentabilidad haya que esperar tanto.

¿Qué edad puede alcanzar un alcornoque?

El alcornoque vive alrededor de doscientos años, aunque algunos ejemplares pueden vivir mucho más. El corcho se recoge cada nueve años.

¿Qué medidas se están tomando para mantener la producción de corcho?

La Unión Europea y nuestro gobierno regional ofrecen subvenciones para impulsar la plantación de alcornoques. En años recientes hemos plantado hectáreas de nuevos alcornocales y mejorado los ya existentes.

¿Qué novedades se han producido recientemente en el campo de la producción de corcho?

Durante los últimos veinte años hemos llevado a cabo una investigación exhaustiva, a fin de encontrar las mejores bellotas y aumentar la producción de corcho. Además, trabajamos en estrecha colaboración con otros países productores de corcho para mejorar el producto. Ahora estamos utilizando un tipo de pequeña sierra manual que le permite al encorchador extraer el corcho con más eficacia, una tarea que se ha hecho con hacha por siglos.

[Ilustración de la página 19]

Después de cada extracción, la corteza vuelve a crecer

[Ilustración de la página 19]

Hábiles corcheros extraen con cuidado la corteza

[Ilustración de la página 19]

Las láminas se apilan, tras lo cual pasan a la siguiente etapa

[Ilustración de la página 19]

Los mejores corchos siguen elaborándose a mano

[Ilustración de las páginas 18 y 19]

Los residuos y las partículas se aglutinan para obtener corchos aglomerados y demás productos