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El origen precristiano del árbol de Navidad

El origen precristiano del árbol de Navidad

El origen precristiano del árbol de Navidad

EN MUCHAS partes del mundo, el siempre verde árbol de Navidad es uno de los símbolos más característicos de las fiestas y el comercio navideños. Su origen, profundamente religioso, se remonta a épocas muy lejanas de la historia.

Prueba de ello se encuentra en la provincia de Bohuslän (en la costa occidental de Suecia) y en la cercana provincia de Østfold (Noruega). Allí, repartidos en unos cinco mil sitios, se han hallado más de setenta y cinco mil grabados rupestres, algunos de los cuales representan árboles siempre verdes. Según los arqueólogos, muchos de los grabados datan de entre los años 1800 y 500 antes de nuestra era. *

Este excepcional conjunto de grabados en roca nos da una idea sobre las creencias de pueblos que vivieron mucho antes del nacimiento de Jesús de Nazaret. Por ejemplo, hay investigadores que opinan que antiguamente en los territorios que hoy conforman Suecia y Noruega se consideraban símbolos sagrados los árboles siempre verdes, como el abeto.

¿Por qué harían grabados de abetos los habitantes de estas lejanas costas del norte? Algunos especialistas dicen que se debió en parte a la extrañeza que estos árboles causaban en la gente en tiempos precristianos, cuando se realizaron los dibujos. Es comprensible que un árbol que no pierde su verde follaje, que se mantiene “vivo” cuando los demás parecen morir en el frío, encerrara un cierto misterio.

Los árboles han sido desde siempre símbolos de vida, supervivencia e inmortalidad en muchas culturas alrededor del mundo. Esto también ayuda a explicar por qué los grabados de Bohuslän y Østfold contenían figuras de árboles muy parecidos al abeto siglos antes de que este se hiciera común en el sur de estos países nórdicos.

El libro Rock Carvings in the Borderlands (Grabados rupestres en las regiones fronterizas), editado en colaboración con el Consejo del Patrimonio Nacional Sueco, dice: “Los grabados de árboles son un indicativo de que ya en la Edad del Bronce, la región sur de Escandinavia formaba parte de un contexto religioso y cultural mucho más amplio que abarcaba toda Europa y grandes partes de Asia. La religión y la cosmología fueron adaptadas por los pueblos que vivían de la agricultura y la cría de animales. Estos adoraban mayormente a los mismos dioses que los demás, aunque con nombres distintos”.

El folleto titulado The Rock Carving Tour (De gira por los grabados rupestres), editado por el Museo Bohusläns, comenta a este propósito: “Los grabadores no se proponían reproducir imágenes de la vida cotidiana; más bien, sus figuras eran, a nuestro entender, una forma de invocar a los dioses”. Y añade: “Sus creencias giraban en torno al eterno ciclo de la vida, la fertilidad, la muerte y el renacimiento”.

Al describir una singular colección de arte pictográfico, creado mucho antes de que el arte de la escritura penetrara en el norte de Europa, Nationalencyklopedin (la enciclopedia nacional sueca) dice: “La marcada presencia de imágenes con gran carga sexual demuestra la importancia que tenía el culto a la fertilidad en la religión de los pueblos nórdicos durante la Edad del Bronce”.

Es obvio que las costumbres relacionadas con los árboles de hoja perenne se difundieron hasta convertirse en parte de la vida en muchos lugares. La Encyclopædia Britannica dice respecto al árbol de Navidad: “El culto a los árboles era común entre los europeos paganos y sobrevivió a la conversión de estos al cristianismo”. Lo hizo bajo la forma de diversos ritos y costumbres, como la de “colocar un árbol de Navidad a la entrada o en el interior de la casa durante la fiesta invernal”.

El árbol siempre verde cobró mayor popularidad a partir de 1841, cuando la familia real de Gran Bretaña utilizó un abeto decorado en sus celebraciones navideñas. Hoy, el árbol de Navidad es reconocido en todo el mundo, y la demanda de incontables millones de ejemplares —naturales o artificiales⁠— parece no tener fin. Entretanto, los grabados escandinavos son testigos mudos, literalmente tallados en piedra, del origen no cristiano del árbol de Navidad.

[Nota]

^ párr. 3 Algunos de los sitios de Bohuslän han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

[Comentario de la página 12]

Estos grabados dan a entender que el culto al árbol siempre verde empezó antes del nacimiento de Cristo

[Ilustraciones de la página 13]

Grabados rupestres de árboles en 1) Torsbo, 2) Backa y 3) Lökeberg (Suecia)

[Reconocimiento]

Gentileza de Stiftelsen för dokumentation av Bohusläns hällristningar