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De nuestros lectores

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Por qué renuncié a una lucrativa carrera artística (Junio de 2010) Me faltan palabras para expresarles mi agradecimiento por este relato. Tengo 39 años y soy una madre sola con tres hijos. En la región de Rusia donde vivo es muy difícil encontrar trabajo, pero el ejemplo de Martha Teresa Márquez me dio una idea. El artículo contó que, para mantenerse en el ministerio de tiempo completo, ella hacía tamales en casa y los vendía en la calle. Decidí seguir su ejemplo. Hice unas empanaditas rusas llamadas piroshki, ¡y funcionó! Ahora es un negocio familiar. El resultado es que mis hijos están aprendiendo cosas prácticas para la vida y a ser más responsables.

G. M. (Rusia)

Cómo afrontar la tartamudez (Mayo de 2010) Gracias por tratar de forma rigurosa el tema de la tartamudez. Nuestra fundación se dedica a informar a quienes luchan para superar la tartamudez que existen numerosas opciones eficaces para mejorar su calidad de vida.

J. F., presidenta de la Fundación de la Tartamudez (Estados Unidos)

Los jóvenes preguntan. ¿Cómo explicar lo que dice la Biblia sobre la homosexualidad? (Diciembre de 2010) Llevo diez años casado y tengo un hijo. Todos los días lucho contra “una espina en la carne”: tengo tendencias homosexuales. El matrimonio no me cambió, y me hallaba en el abismo de la desesperación pensando que no había manera de ganar la batalla contra mis deseos. Pero al leer este artículo ya no me considero una causa perdida. He alcanzado un objetivo realizable: no llevar a cabo mis impulsos (2 Corintios 12:7).

Nombre omitido (Estados Unidos)

He tenido impulsos homosexuales desde los cinco años y, aunque ya cumplí 61, siguen ahí. Me gustó en especial el punto que decía que hasta los heterosexuales deben huir de la fornicación y que hay “muchos solteros con pocas probabilidades de casarse e incontables personas cuyo cónyuge discapacitado ha perdido sus facultades sexuales”. Sin embargo, son felices a pesar de que no pueden satisfacer sus deseos. Por lo tanto, quienes tenemos inclinaciones homosexuales también podemos llevar vidas morales si de verdad deseamos agradar a Dios. Gracias por darnos ánimo.

Nombre omitido (Estados Unidos)