La honradez brilla por su ausencia
La honradez brilla por su ausencia
Danny * trabaja para una importante comercializadora de Hong Kong. De visita en la planta de un posible proveedor, expresó su temor de que la fábrica no pudiera cumplir los estándares necesarios para elaborar los productos que le encargara. Más tarde, a la hora de la cena, el gerente de la planta le entregó un sobre repleto de dinero: el equivalente a un año de su sueldo.
● La historia de Danny no es única, ni mucho menos. La magnitud y el alcance mundial de la deshonestidad son increíbles. Para muestra basta un botón: según documentos judiciales, entre 2001 y 2007 una importante firma industrial alemana pagó 1.400 millones de dólares en sobornos a fin de ganar contratos.
Aunque algunos escándalos empresariales muy sonados han propiciado reformas, parece que la situación en general va de mal en peor. Un estudio realizado en 2010 por Transparencia Internacional descubrió que, “en todo el mundo, se percibe que los niveles de corrupción han aumentado en los últimos tres años”.
¿Por qué hay tanta deshonestidad? ¿Realmente conviene ser honrado? Si la respuesta es sí, ¿cómo lograrlo? ¿Puede ayudarnos en este campo la Biblia?
[Nota]
^ párr. 2 En esta serie se han cambiado algunos nombres.