Los jóvenes preguntan
¿Qué hago para que me guste estudiar la Biblia?
¿Para qué estudiar la Biblia? Velo de esta manera:
La Biblia es un best seller que puede ayudarte a desenterrar un tesoro. ¿Cómo?
● Preparándote para vivir la mejor vida posible
● Contándote cosas sobre el pasado y el futuro que no podrías aprender de ningún otro modo
● Enseñándote a conocerte a ti mismo y a ser mejor persona *
ESTUDIAR la Biblia requiere esfuerzo, ¡pero la recompensa es enorme! ¿Quieres saber cómo están haciéndolo otros jóvenes? En la siguiente hoja te mostramos cómo algunos están venciendo sus obstáculos y sacándole todo el jugo a su estudio personal de la Biblia. Recórtala y dóblala; así tendrás una útil fuente de consulta de cuatro páginas.
“En la Biblia hay de todo para todos. Las posibilidades de estudio son infinitas.” (Valerie.) *
Encontrarás más artículos de la sección “Los jóvenes preguntan” en www.watchtower.org/yps
[Notas]
^ párr. 7 Si quieres entender mejor cómo logra todas estas cosas la Biblia, busca a los testigos de Jehová de tu zona, escribe a la dirección que corresponda de la página 5 o visita el sitio www.watchtower.org/s.
^ párr. 9 Se han cambiado algunos nombres.
[Ilustraciones y recuadro de las páginas 19 y 20]
CÓMO ESTUDIAR LA BIBLIA
El problema: FALTA DE MOTIVACIÓN
“A veces, lo que menos quiero es sentarme a estudiar toda una hora.” (Lena)
La solución: UN BUEN INCENTIVO
Para tomarle el gusto al estudio de la Biblia, primero debes preguntarte: “¿Me va a servir de algo?”. Bueno, ¿te gustaría ser amigo de Dios, comprender mejor la situación mundial o mejorar tu personalidad? La Biblia puede ayudarte a lograr estas cosas, ¡y muchas más!
“No lo veas como un trabajo o como estudiar para el colegio. Míralo como una manera de estrechar tu amistad con el mejor Amigo que podrías tener: Jehová Dios.” (Bethany.)
“Estudiar es como pasar un rato a solas con Jehová. Si tus padres siempre están presentes cuando estás en compañía de alguien, ¿dirías que ese alguien es tu amigo, o el de ellos? Si estudias por tu cuenta, Jehová llegará a ser amigo tuyo.” (Bianca.)
Recuerda: “Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir” (2 Timoteo 3:16, Traducción en lenguaje actual). La Biblia también puede serte útil de esas maneras.
“Trato de concentrarme en los beneficios. Si hay algo de mi personalidad que no me gusta, tomo el estudio como una oportunidad para abordar el problema y mejorar.” (Max.)
¿Y tú?
¿Qué incentivo necesitas para estudiar?
El problema: ES ABURRIDO
“A los diez minutos de estudiar empiezo a cansarme; a los veinte, ya quiero acabar, y a la media hora estoy que me muero de aburrimiento.” (Allison)
La solución: SER CREATIVO
Echa a volar la imaginación. ¿Qué vas a estudiar? ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Dónde?
“Investiga las dudas que tengas. Cuando encuentras la respuesta a algo que te está dando vueltas en la cabeza, te sientes satisfecho, hasta contento.” (Richard.)
“Cuando leas un pasaje, visualiza la escena. Piensa que tú eres el personaje principal o que eres un observador. Mira la historia con los ojos de la imaginación.” (Steven.)
“Haz que el estudio sea agradable. Siéntate en el patio y tómate una limonada. A mí me gusta tener algo ligero de comer. ¿A quién no?” (Alexandra.)
Recuerda: El aburrimiento es una percepción que no siempre coincide con la realidad. Así que en vez de decir: “Estudiar es aburrido”, di: “Estoy aburrido”. Decide tú cómo vas a ver las cosas. Eso te dará el control y la capacidad para hacer los cambios necesarios (Proverbios 2:10, 11).
“El estudio personal no tiene por qué ser aburrido. Puede ser lo que tú quieras que sea.” (Vanessa.)
¿Y tú?
¿Qué ideas se te ocurren para hacer más interesante el estudio?
El problema: FALTA DE TIEMPO
“Me gustaría estudiar más la Biblia, pero estoy tan ocupada que me cuesta mucho encontrar momentos para sentarme y hacerlo.” (María)
La solución: FIJAR PRIORIDADES
Convertirse en adulto implica aprender a distinguir “las cosas más importantes” (Filipenses 1:10).
“Mi mamá me ayudó a entender que el tiempo nunca me va a sobrar y que tengo que buscarlo. Así que, una vez que me propuse estudiar, seguí su consejo.” (Natanya.)
“He aprendido que tengo que fijar una hora para el estudio. Cuando llega el momento, dejo cualquier cosa que esté haciendo y me pongo a estudiar.” (Yolanda.)
“Si pones el estudio antes que el entretenimiento, te aseguro que disfrutarás aún más del estudio y luego podrás divertirte sin remordimientos.” (Diana.)
Recuerda: Si no tienes prioridades, perderás el control sobre tu tiempo y te convertirás en su esclavo. Es mucho mejor hacerle espacio al estudio y no dejarlo a la casualidad (Efesios 5:15, 16).
“Cuando uno va a la escuela, hay mil cosas que atender. Sin embargo, hago un esfuerzo consciente por incluir en mi horario el estudio de la Biblia; esa es una de mis prioridades.” (Jordan.)
¿Y tú?
¿Qué horario de estudio podrías elaborar?
[Ilustraciones y recuadro de la página 19]
CONSEJOS DE OTROS JÓVENES
Zachary: “No estudies únicamente lo que tus padres o los demás estudian. Para que sea realmente personal, elige algo que tú quieras aprender”.
Kaley: “Comienza poco a poco. Si es necesario, empieza estudiando solo cinco minutos, pero todos los días. Luego sube a diez, luego a quince... Verás que con el tiempo te gusta”.
Daniela: “Los detalles cuentan mucho. Consigue bolígrafos de colores y una libreta bonita, o crea en tu computadora una carpeta llamada ‘Estudio personal’”.
Jordan: “Cuando yo mismo escojo el tema, estudio durante más tiempo. Además, necesito estar en un lugar tranquilo. No puedo concentrarme si hay mucho ruido”.
[Ilustración de la página 18]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
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