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2. La limpieza es esencial

2. La limpieza es esencial

2. La limpieza es esencial

TAL como un cirujano protege a sus pacientes lavándose las manos, usando instrumentos esterilizados y manteniendo limpio el quirófano, usted también puede proteger a su familia asegurándose de que usted mismo, la comida y su cocina estén limpios.

Lávese las manos.

La Agencia de Salud Pública de Canadá advierte de que “las manos esparcen alrededor de un ochenta por ciento de las enfermedades contagiosas, como el resfriado y la gripe”. De modo que hay que lavarse bien las manos con agua y jabón antes de comer, después de utilizar el baño y antes de preparar la comida.

Mantenga limpia la cocina.

Cierto estudio reveló que el baño es posiblemente el lugar más limpio de la casa, mientras que “la esponja o el trapo de cocina son los más contaminados con materias fecales”.

Por tanto, cambie los paños a menudo y utilice agua caliente con jabón o desinfectante para limpiar las superficies. Claro está, no siempre resulta fácil hacerlo. Por ejemplo, Bola, una mujer que no tiene agua corriente en su hogar, cuenta: “Es un verdadero reto, pero nunca nos falta agua y jabón. Procuramos mantener la cocina y la casa siempre limpias”.

Lave las frutas y verduras.

Antes de ponerse a la venta, es posible que las frutas y verduras se hayan contaminado por el contacto con otros alimentos crudos, agua sucia, animales o materia fecal. Por lo tanto, aunque piense pelarlas, lávelas bien para eliminar cualquier bacteria nociva. Tenga en cuenta que todo lleva su tiempo. “Al preparar la ensalada —dice Daiane, madre brasileña⁠— procuro no correr y asegurarme de que lavo bien todos los ingredientes.”

Guarde por separado la carne cruda.

Para impedir la proliferación de bacterias, guarde por separado —en un envoltorio seguro o hermético⁠— la carne roja, la carne blanca y el pescado. Utilice una tabla de cortar y un cuchillo diferentes o lávelos a fondo con agua caliente y jabón antes y después del contacto con carnes o pescados y mariscos.

Ahora que tenemos las manos, las herramientas y la cocina limpios, ¿qué podemos hacer para prevenir la contaminación de los alimentos al prepararlos?

[Recuadro de la página 5]

EDUQUE A SUS HIJOS. “A nuestros hijos les enseñamos a lavarse las manos antes de comer y a que laven o echen a la basura los alimentos que se les caigan al suelo.” (Hoi, de Hong Kong.)