La Biblia, un libro de profecías exactas. Parte 7
“Entonces vendrá el fin”
En esta serie de ocho partes, ¡Despertad! analiza una característica sobresaliente de la Biblia: sus profecías, o predicciones. Los artículos contestan las siguientes preguntas: ¿Son las profecías bíblicas tan solo invenciones de hombres inteligentes? ¿O tienen el sello de la inspiración divina? Lo invitamos a evaluar las pruebas.
¿LO INDIGNA observar cómo oprimen y explotan a sus ciudadanos los gobiernos corruptos? ¿Atenta contra su sentido de la justicia la forma en que las grandes empresas hacen más ricos a los ricos y más pobres a los pobres? ¿Lo enfurece ver a la religión desplumar a sus feligreses y enseñarles descaradas mentiras? Si su respuesta es afirmativa, le alegrará saber que la Biblia también condena esas injusticias. El presente artículo analizará 1) las profecías bíblicas que predicen el fin de la maldad y sus causantes y 2) la razón por la que podemos confiar plenamente en ellas.
El fin de la maldad
El artículo anterior de esta serie examinó la señal múltiple que predijo Jesús: la señal de que el fin de este mundo está por llegar. Uno de los componentes de dicha señal es la proclamación mundial de las buenas nuevas del Reino de Dios, el gobierno que pronto regirá la Tierra entera (Daniel 2:44; Mateo 24:3, 14). Cuando termine dicha proclamación, “vendrá el fin”, tal como anunció Jesús. Primero sucederá algo que quizás usted ni se imagina: Dios eliminará a las religiones falsas, que tantas mentiras han esparcido sobre él. Las Escrituras dicen que son como una prostituta a la que llaman “Babilonia la Grande” (Revelación [Apocalipsis] 17:1, 5; véase el recuadro “Se identifica a Babilonia la Grande”, en la página 13).
Profecía 1:
“En un solo día vendrán sus plagas [las de Babilonia la Grande]: muerte y lamento y hambre, y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que la juzgó” (Revelación 18:2, 8).
Cumplimiento: La Biblia revela que Dios ha determinado un momento en el que pondrá a los gobiernos del mundo en contra de Babilonia la Grande y los empujará a destruirla: la dejarán “devastada y desnuda, y se comerán sus carnes” (Revelación 17:16). En otras palabras, expondrán su desvergüenza y saquearán sus extraordinarias riquezas. La destrucción será tan rápida y completa que no quedará rastro alguno de ella (Revelación 18:21).
Los políticos podrán pensar que actuaron por voluntad propia, pero el cumplimiento de esta asombrosa profecía demostrará que el fin de Babilonia fue un acto divino. Así es, “Dios les [pondrá] en el corazón la determinación de hacer lo que él quiere que hagan” (Revelación 17:17, Dios habla hoy).
Profecía 2:
“En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino [...]. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos [humanos], y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos” (Daniel 2:44).
Cumplimiento: Una vez que haya eliminado toda religión falsa, Dios se concentrará en el resto de las instituciones de este mundo —políticas y comerciales—, así como en la gente malvada (Proverbios 2:22; Revelación 19:17, 18). Al igual que un casero desaloja a los inquilinos que estropean su propiedad, Dios causará “la ruina de los que están arruinando la tierra”. Destruirá a quienes la han llenado de violencia y la han contaminado con actos sexuales degradados (Revelación 11:18; Romanos 1:18, 26-29).
¿Quién sobrevivirá? La Biblia da la respuesta: “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz” (Salmo 37:11; 72:7).
¿Son confiables las profecías bíblicas? ¿Podemos estar seguros de que Dios acabará con la maldad y el sufrimiento y conservará con vida a los justos? ¡Por supuesto!
Las profecías bíblicas son dignas de confianza
Los testigos de Jehová creen que Jehová es el Autor de la Biblia y que cumplirá todo lo que ha prometido (2 Timoteo 3:16). ¿Es razonable pensar así?
Si un amigo de toda la vida, que lo quiere de verdad y nunca le ha mentido, le prometiera hacer algo bueno por usted y contara con los medios para cumplir su promesa, ¿le creería? Obviamente. Pues Dios es mejor que cualquier amigo que pudiéramos tener: él “no miente jamás” (Tito 1:2, La Biblia Latinoamérica, 2011).
Sí, el Creador borrará del mapa a la religión falsa, los gobiernos tiránicos y el voraz sistema económico. ¿Le gustaría saber qué sucederá después? Entonces no se pierda el siguiente número de ¡Despertad!, que contendrá el último artículo de esta serie.