Ir al contenido

Ir al índice

 AYUDA PARA LAS FAMILIAS | LA CRIANZA DE LOS HIJOS

Enséñeles a navegar seguros por Internet

Enséñeles a navegar seguros por Internet

EL PROBLEMA

Las noticias le dan la impresión de que Internet es un refugio de acosadores, depredadores sexuales y ladrones de identidad. Eso le preocupa, pues su hijo está a menudo en línea y parece que no conoce los peligros a los que se expone.

Usted puede enseñarle a navegar con seguridad por Internet, pero primero debe conocer mejor cómo es la vida en el ciberespacio.

LO QUE DEBE SABER

Es posible acceder a Internet desde dispositivos móviles. Tener la computadora en un lugar visible de la casa sigue siendo buena idea. Pero si la tableta o el teléfono inteligente de su hijo tienen conexión a Internet, él podrá estar en línea cuando quiera... ¡y sin supervisión!

El que algunas personas tengan accidentes automovilísticos no significa que conducir sea malo. Algo parecido ocurre con Internet. Lo único que su hijo necesita es aprender a ser cuidadoso

Algunos jóvenes pasan demasiado tiempo en Internet. “Enciendo la computadora con la intención de pasar cinco minutos leyendo mi correo, pero acabo viendo videos durante horas —admite una joven de 19 años—. Tengo que aprender a controlarme.”

Los adolescentes suelen revelar más información de la que deberían. Hay personas malintencionadas que utilizan las fotos y los comentarios que los jóvenes publican para tratar de descubrir dónde viven, a qué escuela van o cuándo están solos en casa.

Algunos no comprenden las consecuencias de lo que ponen en línea. Lo que se sube a Internet se queda para siempre en Internet. A veces se publican fotos o comentarios comprometedores, y puede que con los años alguien los encuentre, tal vez un patrón que está evaluando las solicitudes de posibles empleados.

Recuerde: el problema no es Internet, el problema es cómo se usa.

 LO QUE PUEDE HACER

Enséñele a establecer prioridades y a usar bien el tiempo. Para convertirse en un adulto responsable hay que aprender a poner en primer lugar las cosas importantes. La comunicación familiar, los deberes escolares y las tareas del hogar son más importantes que Internet. Si su hijo pasa demasiado tiempo conectado, póngale un límite y, si es necesario, use un cronómetro. (Principio bíblico: Filipenses 1:10.)

Enséñele a pensar antes de publicar algo en línea. Ayude a su hijo a hacerse preguntas como: “¿Podría ofender a alguien con este comentario? ¿Dañará mi reputación esta foto? ¿Me avergonzaría de que mis padres y otros adultos vieran esta foto o leyeran este comentario? ¿Qué impresión tendrían de mí? ¿Qué pensaría yo de alguien que publicara esta foto o este comentario?”. (Principio bíblico: Proverbios 22:3.)

Enséñele a guiarse por valores, no solo por reglas. Es cierto que no puede controlar cada movimiento de su hijo. Además, su meta no es esa, sino ayudarle a desarrollar la capacidad de “distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos 5:14). Así que en vez de centrarse en reglas y castigos, enséñele a preguntarse qué reputación quiere tener, por qué cualidades quiere que lo conozcan, etc. La responsabilidad de usted es ayudarlo a tomar buenas decisiones, esté con él o no. (Principio bíblico: Proverbios 3:21.)

“Los muchachos podrán saber más de tecnología, pero los padres saben más de la vida”

Para conducir un automóvil no basta con saber cómo hacerlo, también hace falta ser prudente. Lo mismo pasa con Internet. Su hijo necesita que usted lo guíe. Después de todo, como dijo Parry Aftab, una especialista en seguridad en Internet: “Los muchachos podrán saber más de tecnología, pero los padres saben más de la vida”.