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 ENTREVISTA | STEPHEN TAYLOR

Un profesor de Contabilidad Financiera explica por qué cree en Dios

Un profesor de Contabilidad Financiera explica por qué cree en Dios

Stephen Taylor es profesor e investigador en la Universidad Tecnológica de Sydney (Australia). Se dedica a buscar maneras efectivas de regular los mercados financieros. ¡Despertad! habló con él sobre su trabajo y sus creencias religiosas.

Háblenos un poco de usted.

Mis padres eran honrados, trabajadores y religiosos. Ellos querían que tuviera una buena educación, así que estudié Comercio en la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia). Allí descubrí mi gusto por la investigación y decidí dedicarme a lo que me dedico.

¿Cuál es su área de investigación?

Estaba muy interesado en comprender cómo funcionan las bolsas de valores. * En las bolsas se venden y se compran acciones. La gente compra acciones de empresas y estas pueden financiar sus actividades con el dinero. Entre otras cosas, investigo las razones por las que sube y baja el precio de las acciones.

¿Nos puede dar un ejemplo?

Las compañías tienen que presentar regularmente sus informes de ganancias para que los inversionistas conozcan su salud financiera. El problema es que algunos métodos para presentar esos informes no están del todo regulados, lo cual crea lagunas en la ley. Las empresas aprovechan esas lagunas para hacer que sus ganancias parezcan mayores de lo que realmente son. ¿Cómo pueden los inversionistas determinar el verdadero —valor de una compañía?  ¿Qué información necesita la autoridad para asegurarse de que los mercados respeten las leyes? Mis colegas y yo intentamos encontrar las respuestas a esas preguntas.

¿Qué pensaba de la religión?

Mi familia era presbiteriana, pero cuando llegué a la adolescencia dejé de ir a la iglesia. Aunque creía en Dios y respetaba la Biblia, me parecía que la religión no podía resolver los problemas de la vida. Para mí, ir a una iglesia era como ir a un club social. Además, en Europa visité varias catedrales y pensé: “¿Cómo es posible que tengan todos estos tesoros habiendo tanta pobreza en el mundo?”. No lo entendía, así que comencé a tener serias dudas sobre la religión.

¿Qué lo hizo cambiar de opinión?

Mi esposa, Jennifer, comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová y a asistir a sus reuniones. Pensé que lo mejor sería ir con ella para ver de qué se trataba. De inmediato me di cuenta de que no sabía casi nada de la Biblia. ¡Quedé impactado! Eso hizo que comenzara a estudiar con ellos.

Su método de estudio me impresionó mucho. En las sesiones se planteaba una pregunta, buscábamos y analizábamos juntos información sobre el tema y llegábamos a conclusiones lógicas. ¡Era el mismo método que yo usaba para investigar! Me bauticé en 1999, unos años después de Jennifer.

¿Han fortalecido su fe los conocimientos de economía que posee?

Claro que sí. Por ejemplo, la Ley que Dios le dio al antiguo Israel trataba los mismos problemas económicos que existen hoy. La Ley exigía que se separara parte de las cosechas para los pobres, lo cual era una forma de impuesto y de seguro. También exigía que se les hicieran préstamos sin intereses, lo cual les garantizaba el acceso al crédito. Y mandaba que cada cincuenta años se devolvieran las tierras hereditarias a sus dueños originales, lo cual protegía los derechos de propiedad (Levítico 19:9, 10; 25:10, 35-37; Deuteronomio 24:19-21). Esas y otras medidas beneficiaban a los israelitas de tres importantes maneras: 1) los ayudaban en épocas de vacas flacas; 2) les permitían salir de la pobreza, y 3) aliviaban los desequilibrios económicos. ¡Todo eso más de tres mil años antes de que la economía se convirtiera en ciencia!

Además, la Biblia fomenta cualidades que protegen la economía de la gente, como la honradez, la responsabilidad, la compasión y la generosidad (Deuteronomio 15:7-11; 25:15; Salmo 15). Cabe notar que, tras la reciente crisis financiera, varias escuelas de negocios y organismos financieros comenzaron a promover un juramento de honradez y ética para futuros profesionales de las finanzas. Pero en mi opinión, las normas de la Biblia son muy superiores.

¿Cómo ha influido en usted su religión?

Estudiar la Biblia ha sido la mejor “inversión” de mi vida

Pues Jennifer me dice que ahora soy más razonable. Antes era demasiado perfeccionista (tal vez por eso se me da bien la contabilidad), pero la Biblia me ha hecho una persona más equilibrada. Ahora mi familia y yo somos más felices. También tenemos el gusto de enseñar a otros lo que hemos aprendido. Estudiar la Biblia ha sido la mejor “inversión” de mi vida.

^ párr. 7 También llamadas mercados de valores o mercados de acciones.