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Cómo nos guía Jehová

Cómo nos guía Jehová

Cómo nos guía Jehová

“Guíame en la senda de la rectitud.” (SALMO 27:11.)

1, 2. a) ¿Cómo guía Jehová a su pueblo hoy? b) ¿Qué supone aprovecharse plenamente de las reuniones?

JEHOVÁ es la Fuente de luz y verdad, como vimos en el artículo anterior. Su Palabra ilumina nuestra andadura por la senda de la rectitud. Jehová nos guía al instruirnos en Sus caminos (Salmo 119:105). Al igual que el salmista de la antigüedad, agradecemos la guía de Jehová y le pedimos en oración: “Instrúyeme, oh Jehová, en tu camino, y guíame en la senda de la rectitud a causa de mis opositores” (Salmo 27:11).

2 Una manera en la que Jehová nos imparte instrucción hoy es mediante las reuniones cristianas. ¿Aprovechamos plenamente esa amorosa provisión 1) asistiendo regularmente, 2) escuchando con atención el programa y 3) comentando de buena gana cuando se invita al auditorio a participar? Además, ¿agradecemos los consejos que se nos dan para permanecer “en la senda de la rectitud”?

¿Qué puede decirse de nuestra asistencia a las reuniones?

3. ¿Cómo cultivó el buen hábito de asistir regularmente a las reuniones un siervo de tiempo completo?

3 Algunos publicadores del Reino han asistido regularmente a las reuniones desde la niñez. “Cuando mis hermanas y yo éramos pequeñas, en los años treinta —recuerda una ministra de tiempo completo de los testigos de Jehová—, no teníamos que preguntar a nuestros padres si íbamos a la reunión. Sabíamos que íbamos a menos que estuviéramos enfermas. Nuestra familia no se perdía las reuniones.” Tal como la profetisa Ana, esta hermana ‘nunca falta’ al lugar de adoración de Jehová (Lucas 2:36, 37).

4-6. a) ¿Por qué se pierden algunos publicadores del Reino las reuniones? b) ¿Por qué es fundamental asistir a las reuniones?

4 ¿Asistimos regularmente a las reuniones, o lo hacemos de manera esporádica? Algunos cristianos que pensaban que eran regulares, decidieron comprobarlo. Durante algunas semanas, apuntaron todas las reuniones a las que asistían. Cuando finalmente repasaron los apuntes se sorprendieron al ver el número de reuniones que se habían perdido.

5 “No es de extrañar —posiblemente pensemos—. Vivimos con tantas presiones que no es fácil asistir siempre a las reuniones.” No cabe duda de que son tiempos difíciles. Lo que es más, la presión sin duda aumentará (2 Timoteo 3:13). Pero ¿no hacen esas circunstancias aún mucho más importante que asistamos a las reuniones con asiduidad? Sin una dieta constante de alimento espiritual sano que nos sostenga, no podemos esperar hacer frente a las presiones de este sistema. Sin el compañerismo regular es posible que incluso nos veamos tentados a abandonar “la senda de los justos” (Proverbios 4:18). Es cierto que cuando llegamos a casa después de un día de arduo trabajo, no siempre tenemos ganas de ir a la reunión. Sin embargo, cuando asistimos pese a la fatiga, nos beneficiamos nosotros y también animamos a nuestros compañeros cristianos en el Salón del Reino.

6 Hebreos 10:25 indica otra razón importante por la que debemos asistir a las reuniones con continuidad. En este pasaje el apóstol Pablo exhorta a sus compañeros cristianos a reunirse ‘tanto más al contemplar que el día se acerca’. En efecto, no debemos perder de vista el hecho de que el “día de Jehová” está cerca (2 Pedro 3:12). Si pensamos que el fin del sistema de cosas está muy lejos, quizá permitamos que los intereses personales empiecen a desplazar a las actividades espirituales necesarias, como la asistencia a las reuniones. Entonces, tal como advirtió Jesús, ‘aquel día puede venir repentinamente sobre nosotros’ (Lucas 21:34).

Escuchemos con atención

7. ¿Por qué es tan importante que los niños presten atención en las reuniones?

7 No es suficiente con solo asistir a las reuniones. Debemos escuchar atentamente lo que se dice (Proverbios 7:24). Y nuestros hijos también deben hacerlo. En la escuela se espera que los niños presten atención al maestro aunque el tema no les guste o les parezca demasiado difícil. El maestro sabe que si se esfuerzan por atender, al menos obtendrán algún beneficio de la lección. ¿No es razonable, por lo tanto, que los niños de edad escolar presten atención a la instrucción que se imparte en las reuniones de la congregación, en vez de permitirles que se duerman tan pronto como estas empiecen? Es cierto que entre las preciosas verdades de las Escrituras “hay algunas cosas difíciles de entender” (2 Pedro 3:16). Pero no debemos subestimar la capacidad de aprendizaje del niño. Dios no lo hace. En tiempos bíblicos mandó a sus siervos jóvenes que ‘escucharan y aprendieran y temieran a Jehová y cumplieran todas las palabras de la Ley’, algunas de las cuales serían difíciles de entender para los niños (Deuteronomio 31:12; compárese con Levítico 18:1-30). ¿Espera hoy Jehová menos de los pequeños?

8. ¿Qué medidas toman algunos padres para ayudar a sus hijos a prestar atención en las reuniones?

8 Los padres cristianos saben que las necesidades espirituales de sus hijos se satisfacen en parte con lo que aprenden en las reuniones. Por lo tanto, algunos padres procuran que duerman un poco antes de estas para que lleguen al Salón del Reino despejados y dispuestos a aprender. Otros limitan estrictamente el tiempo que sus hijos pueden ver televisión las noches de reunión o, sabiamente, incluso lo impiden por completo (Efesios 5:15, 16). Tales padres mantienen las distracciones a un mínimo, animando a sus hijos a escuchar y a aprender, según su edad y capacidad (Proverbios 8:32).

9. ¿Qué puede ayudarnos a escuchar con atención?

9 Jesús hablaba a los adultos cuando dijo: “Presten atención a cómo escuchan” (Lucas 8:18). Hoy suele ser más fácil decirlo que hacerlo. Debe admitirse que escuchar con atención es difícil, pero se puede aprender a hacerlo. Cuando escuchamos un discurso bíblico o una intervención en una reunión, intentemos aislar las ideas principales. Imaginemos lo que el orador va a decir a continuación. Busquemos ideas para usarlas en el ministerio o ponerlas en práctica en nuestra vida. Repasemos mentalmente los puntos que se presentan. Tomemos apuntes breves.

10, 11. ¿Cómo han ayudado algunos padres a sus hijos a ser buenos oyentes, y qué métodos le han resultado útiles a usted?

10 La niñez es la mejor época para aprender a escuchar bien. Algunos padres animan a sus hijos de edad preescolar a tomar “apuntes” en las reuniones aun antes de que aprendan a leer y a escribir. Les dicen que hagan una marca en un trozo de papel cuando oigan palabras conocidas como “Jehová”, “Jesús” o “Reino”. De esta manera el hijo aprende a concentrarse en lo que se dice en la plataforma.

11 A veces, incluso los niños mayores necesitan que se les anime a prestar atención. Cuando un cabeza de familia se dio cuenta de que su hijo de 11 años estaba distraído durante una asamblea cristiana, dio al niño una Biblia y le pidió que le buscara los textos que citaban los oradores. El padre tomaba apuntes y observaba qué hacía su hijo con la Biblia. De este modo el niño siguió el programa de la asamblea con más entusiasmo.

Que se escuche nuestra voz

12, 13. ¿Por qué es importante entonar los cánticos en las reuniones?

12 El rey David cantó: “Marcharé alrededor de tu altar, oh Jehová, para hacer que la acción de gracias se oiga en voz alta” (Salmo 26:6, 7). Las reuniones de los testigos de Jehová suministran espléndidas oportunidades para expresar la fe en voz alta. Una manera de hacerlo es entonando los cánticos en la congregación. Este es un aspecto importante de nuestra adoración, pero es fácil descuidarlo.

13 Algunos niños que aún no saben leer memorizan la letra de los cánticos del Reino que se usan en las reuniones todas las semanas. Les gusta mucho cantar con los mayores. Sin embargo, cuando crecen un poco no siempre tienen tantos deseos de cantar en el Salón. A algunos adultos también les cuesta hacerlo. Con todo, el canto es parte de nuestra adoración, así como lo es el ministerio del campo (Efesios 5:19). Hacemos cuanto podemos para alabar a Jehová en el ministerio del campo. ¿No podemos también glorificarlo elevando nuestras voces, sean melódicas o no, en sinceros cánticos de alabanza? (Hebreos 13:15.)

14. ¿Por qué merece la pena preparar por adelantado la información que estudiamos en las reuniones de la congregación?

14 También alabamos a Dios cuando ofrecemos comentarios edificantes en las secciones de las reuniones en las que se pide la participación del auditorio. Para ello se requiere preparación. Toma tiempo reflexionar sobre los aspectos más profundos de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo, ávido estudiante de las Escrituras, se dio cuenta de ello, pues escribió: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios!” (Romanos 11:33). Es fundamental que ustedes, los cabezas de familia, ayuden a cada uno de los miembros de la familia a buscar la sabiduría de Dios, según se revela en las Escrituras. Aparten algo de tiempo durante el estudio bíblico familiar para explicar los puntos difíciles y ayudar a todos a prepararse para las reuniones.

15. ¿Qué sugerencias pueden ayudarnos a comentar en las reuniones?

15 ¿Le gustaría comentar con más frecuencia en las reuniones? Entonces, ¿por qué no prepara por adelantado algo que quiera decir? No es necesario que sea complicado. Puede ser suficiente leer un texto bíblico apropiado con convicción o unas cuantas palabras bien escogidas, expresadas desde el corazón. Algunos publicadores piden al conductor del estudio que les reserve el primer comentario de un párrafo específico para no perder la oportunidad de expresar su fe.

El inexperto se hace sabio

16, 17. ¿Qué consejo dio un anciano a un siervo ministerial, y por qué fue eficaz?

16 En las reuniones de los testigos de Jehová, se nos recuerda a menudo que leamos diariamente la Palabra de Dios para nuestro fortalecimiento. También se nos ayuda a tomar decisiones prudentes, corregir defectos de personalidad, resistir tentaciones y recuperar el equilibrio espiritual si hemos dado algún paso en falso (Salmo 19:7).

17 Los ancianos con experiencia pueden darnos el consejo bíblico que necesitemos. Todo lo que tenemos que hacer es ‘sacárselo’, es decir, pedirles su asesoramiento basado en las Escrituras (Proverbios 20:5). Un día un siervo ministerial joven y entusiasta preguntó a un anciano qué debía hacer para ser más útil en la congregación. El anciano, que lo conocía bien, abrió la Biblia por 1 Timoteo 3:3, donde dice que los hombres nombrados deben ser ‘razonables’. Con bondad, le indicó maneras en las que podía ser razonable en sus relaciones interpersonales. ¿Se ofendió este por el consejo franco que recibió? En absoluto. “El anciano leyó de la Biblia —explicó—, de modo que vi que el consejo procedía de Jehová.” El siervo ministerial tomó a pecho la exhortación agradecido y está progresando muy bien.

18. a) ¿Qué ayudó a una joven cristiana a resistir la tentación en la escuela? b) ¿En qué textos bíblicos piensa usted cuando se enfrenta a la tentación?

18 La Palabra de Dios también puede ayudar a los jóvenes a “[huir] de los deseos que acompañan a la juventud” (2 Timoteo 2:22). Una joven testigo de Jehová que recientemente se graduó de la escuela secundaria pudo resistir la tentación durante los años escolares meditando sobre ciertos textos bíblicos y poniendo en práctica su consejo. Recordaba a menudo lo que dice Proverbios 13:20: “El que está andando con personas sabias se hará sabio”. Por ello, solo cultivaba la amistad de quienes respetaban profundamente los principios bíblicos. Ella pensaba: “No soy mejor que nadie. Si me relaciono con las personas que no debo, querré agradar a mis amigos y eso puede traerme problemas”. El consejo del apóstol Pablo recogido en 2 Timoteo 1:8 también la ayudó. Este escribió: “No te avergüences del testimonio acerca de nuestro Señor [...]; antes bien, acepta tu parte en sufrir el mal por las buenas nuevas”. En armonía con este consejo, comunicó con valentía a sus condiscípulos sus creencias basadas en la Biblia en toda ocasión apropiada. Cuando se le pedía que presentara un informe oral a la clase, escogía un tema que le permitiera dar un testimonio prudente acerca del Reino de Dios.

19. ¿Por qué no pudo resistir las presiones de este mundo un joven, pero qué le dio la fuerza espiritual?

19 Si alguna vez nos desviamos de “la senda de los justos”, la Palabra de Dios puede ayudarnos a corregir nuestros pasos (Proverbios 4:18). Un joven que vivía en África pasó por esa experiencia. Cuando un testigo de Jehová lo visitó, aceptó un estudio de la Biblia. Le gustaba mucho lo que estaba aprendiendo, pero pronto se relacionó con malas amistades en la escuela. Con el tiempo adoptó un modo de vida inmoral. “La conciencia me estaba siempre atormentando, y tuve que dejar de ir a las reuniones”, admite. Posteriormente, empezó a asistir de nuevo a las reuniones. El joven hizo este comentario revelador: “Descubrí que la razón principal de todo fue la desnutrición espiritual. No hacía estudio personal. Por ese motivo no pude resistir la tentación. Luego comencé a leer La Atalaya y ¡Despertad! Con el tiempo recuperé la fuerza espiritual y limpié mi vida, lo que constituyó un buen testimonio para todos aquellos que se dieron cuenta de los cambios que había efectuado. Me bauticé, y ahora me siento feliz”. ¿Qué le dio a ese joven la fortaleza para superar sus debilidades carnales? Recobró la fuerza espiritual por medio del estudio personal y regular de la Biblia.

20. ¿Cómo pueden los jóvenes resistir los ataques de Satanás?

20 Jóvenes cristianos, ustedes tienen muchas presiones hoy. Si quieren resistir los ataques de Satanás, deben alimentarse espiritualmente con asiduidad. El salmista, que posiblemente era joven cuando escribió estas palabras, así lo entendió. Dio gracias a Jehová por suministrar su Palabra a fin de que ‘el joven pueda limpiar su senda’ (Salmo 119:9).

Iremos donde Dios diga

21, 22. ¿Por qué no debemos llegar a la conclusión de que el camino de Jehová es demasiado difícil?

21 Jehová sacó de Egipto a la nación de Israel y la condujo a la Tierra Prometida. La ruta que escogió podía parecer innecesariamente difícil desde un punto de vista humano. En vez de tomar una más directa y al parecer más fácil a lo largo del mar Mediterráneo, Jehová dirigió a su pueblo por la difícil ruta del desierto. No obstante, esta opción fue una bondad de parte de Dios. Aunque era más corta, la ruta marítima habría conducido a los israelitas a través de la tierra de los hostiles filisteos. Al escoger un trayecto distinto, Jehová libró a su pueblo de una confrontación temprana con aquella nación.

22 De igual modo, la senda por la que Jehová nos está conduciendo hoy puede a veces parecer difícil. Todas las semanas tenemos un horario apretado de actividades cristianas, entre ellas las reuniones de congregación, el estudio personal y el servicio del campo. Otras sendas pueden parecer más fáciles. Pero solo si seguimos la dirección de Dios alcanzaremos la meta por la que tanto nos estamos esforzando. De modo que sigamos absorbiendo la instrucción de Jehová y permanezcamos en “la senda de la rectitud” para siempre (Salmo 27:11).

¿Sabe explicarlo?

¿Por qué es especialmente necesario que asistamos a las reuniones cristianas con regularidad?

¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a sus hijos a prestar atención en las reuniones?

¿Qué implica escuchar con atención?

¿Qué puede ayudarnos a comentar en las reuniones?

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de las páginas 16 y 17]

Asistir a las reuniones cristianas puede ayudarnos a mantener presente el día de Jehová

[Ilustraciones de la página 18]

Hay varias maneras de adorar a Jehová en las reuniones cristianas