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Se declaran las buenas nuevas en los arrozales de Taiwan

TAIWAN recibe normalmente lluvias copiosas, que permiten recoger dos buenas cosechas de arroz al año. Sin embargo, a veces las precipitaciones no llegan cuando deberían y las plantas se mueren. Cuando ocurre así, ¿se da por vencido el agricultor? No. Él sabe que se requiere perseverancia. Por eso, siembra nuevos plantones y más tarde los trasplanta a los arrozales. Luego, si las condiciones mejoran, disfruta de una buena cosecha. A veces este proceder es muy parecido a la plantación y recolección de carácter espiritual.

Perseveran en la cosecha espiritual

A lo largo de los años los testigos de Jehová taiwaneses han trabajado arduamente para sembrar las semillas de la verdad y luego cosechar en zonas que parecían ser improductivas. Un ejemplo de ello es el condado de Miao-li. Dado que sus habitantes habían mostrado poco interés durante las visitas ocasionales de los Testigos, en 1973 se asignó a un matrimonio de precursores especiales a servir de proclamadores del Reino de tiempo completo en ese territorio. Al principio algunas personas mostraron interés en las buenas nuevas, aunque en poco tiempo lo perdieron. De modo que se destinó a los precursores especiales a otra región.

En 1991 se asignó a dos precursoras especiales al condado de Miao-li. Pero los resultados indicaron de nuevo que el ambiente no era propicio para el crecimiento espiritual. Años después se destinó a estas dos precursoras a territorios que se consideraron más fértiles. De modo que el terreno quedó sin cultivar por un tiempo.

Se reanudan los esfuerzos para recoger una buena cosecha

En septiembre de 1998 se decidió hacer un esfuerzo por encontrar las regiones más productivas de los enormes territorios no asignados de Taiwan. ¿Cómo se efectuaría esta labor? Se envió a unos cuarenta precursores especiales temporeros a predicar en zonas no asignadas con mayor densidad de población.

Entre los lugares elegidos para la campaña figuraban dos ciudades adyacentes del condado de Miao-li. Cuatro hermanas solteras predicarían allí durante tres meses a fin de examinar el territorio. Poco después de su llegada escribieron informes muy animadores sobre la cantidad de personas interesadas que encontraron. Para cuando terminaron los tres meses, dirigían muchos estudios bíblicos en la zona y habían establecido un estudio de libro con la ayuda de un anciano de una congregación cercana.

Tres de estas hermanas expresaron su deseo de continuar atendiendo los “plantones” que crecían tan bien. Por consiguiente, se nombró a dos de ellas precursoras especiales permanentes, y la tercera siguió de precursora regular. Un anciano de la congregación vecina se mudó a la zona para ayudarlas. Más de sesenta personas asistieron al primer discurso público que se presentó en ese lugar. Ahora la congregación vecina ayuda a este nuevo grupo a celebrar reuniones todos los domingos y varios estudios de libro. Es posible que dentro de poco se forme allí una nueva congregación.

 La perseverancia redunda en bendiciones en otras regiones de Taiwan

La gente de otras regiones también respondió favorablemente. En el condado de I-lan, en el nordeste de la isla, se formó un nuevo Estudio de Libro de Congregación donde predicaban los precursores especiales temporeros.

Mientras predicaba de casa en casa una noche, cierta precursora especial temporera habló con un joven y le mostró una hoja suelta con el horario de las reuniones. Él preguntó enseguida: “¿Puedo asistir a la reunión mañana por la noche? Si es así, ¿cómo debo ir vestido?”. Esta precursora conducía todas las semanas ocho estudios bíblicos con personas interesadas. Pronto varios estudiantes de la Biblia empezaron a hacer planes para ser publicadores de las buenas nuevas con la meta de bautizarse.

Otra señora del mismo pueblo había asistido fielmente a su iglesia durante muchos años, pero no encontraba a nadie que le enseñara la Biblia. Cuando se enteró de que los Testigos ofrecen un curso bíblico, aprovechó la oportunidad y lo aceptó. Ellos la animaron a prepararse de antemano la lección. Cuando la precursora especial temporera fue a conducir el estudio, descubrió que la señora había hecho su “tarea”, pues había comprado un cuaderno y había escrito en él las preguntas impresas de la lección, sus respectivas respuestas y todos los textos citados. Cuando llegó la hermana para el primer estudio, la señora ya había preparado las primeras tres lecciones.

Ha habido resultados parecidos en el pueblo de Dongshih, en el centro de Taiwan. Los precursores especiales temporeros distribuyeron más de dos mil folletos durante los tres meses que sirvieron allí. Para el tercer mes, conducían dieciséis estudios bíblicos. Aunque la localidad quedó casi completamente destruida por el terremoto que asoló la parte central de Taiwan el 21 de septiembre de 1999, algunas personas interesadas siguen progresando en sentido espiritual, a pesar de que tienen que viajar hasta una hora para asistir a las reuniones del Salón del Reino más cercano. Sí, se requiere perseverancia para recoger una buena cosecha, sea material o espiritual.

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