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¿Es real para nosotros el acaudillamiento de Cristo?

¿Es real para nosotros el acaudillamiento de Cristo?

¿Es real para nosotros el acaudillamiento de Cristo?

“Tampoco sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.” (MATEO 23:10.)

1. ¿Quién es el único Caudillo de los cristianos verdaderos?

EL MARTES 11 de Nisán, tres días antes de que le dieran muerte, Jesucristo visitó por última vez el templo. Aquel día transmitió una importante enseñanza a las multitudes allí congregadas y a sus discípulos. “No sean llamados Rabí, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos —dijo—. Además, no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su Padre, el Celestial. Tampoco sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.” (Mateo 23:8-10.) Está claro que Jesucristo es el Caudillo de los cristianos verdaderos.

2, 3. ¿Qué efecto tiene en nuestra vida escuchar a Jehová y aceptar al Caudillo que ha nombrado?

2 Aceptar el acaudillamiento de Jesús llena nuestra vida de extraordinarios beneficios. Al predecir la venida de este Caudillo, Jehová Dios declaró mediante el profeta Isaías: “¡Oigan, todos ustedes los sedientos! Vengan al agua. ¡Y los que no tienen dinero! Vengan, compren y coman. Sí, vengan, compren vino y leche hasta sin dinero y sin precio. [...] Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, y halle su alma su deleite exquisito en la grosura misma. [...] ¡Miren! Lo he dado como testigo a los grupos nacionales, como caudillo y comandante a los grupos nacionales” (Isaías 55:1-4).

3 Isaías se valió de líquidos comunes —agua, leche y vino— para mostrar, mediante una metáfora, el efecto que tiene en nuestra vida escuchar a Jehová y seguir al Caudillo y Comandante que nos ha dado. Nos refresca, como cuando bebemos un vaso de agua fría en un día caluroso, pues sacia nuestra sed de verdad y justicia. Igual que la leche da fuerzas a los niños pequeños y los hace crecer, ‘la leche de la palabra’ nos fortalece y promueve el crecimiento espiritual de nuestra relación con Dios (1 Pedro 2:1-3). ¿Y quién puede negar que el vino contribuye al regocijo en las ocasiones festivas? De modo similar, adorar al Dios verdadero y seguir los pasos del Caudillo nombrado por él hace que la vida sea “gozosa” (Deuteronomio 16:15). Es de capital importancia, por tanto, que todos —jóvenes y ancianos, varones y mujeres— demostremos que el acaudillamiento de Cristo es real para nosotros. Pues bien, ¿cómo evidenciamos en la vida diaria que el Mesías es nuestro Caudillo?

Jóvenes, sigan “progresando en sabiduría”

4. a) ¿Qué ocurrió cuando, con 12 años, Jesús fue a Jerusalén con motivo de la Pascua? b) ¿Cuánto sabía Jesús con tan solo 12 años de edad?

4 Examinemos el ejemplo que nuestro Caudillo dio a los jóvenes. Aunque se conoce poco sobre la niñez de Jesús, hay un incidente bastante revelador. Cuando tenía 12 años, sus padres lo llevaron consigo durante su visita anual a Jerusalén con motivo de la Pascua. En aquella ocasión, se enfrascó en una conversación bíblica, y su familia, sin darse cuenta, partió sin él. Tres días más tarde, sus alarmados padres, José y María, lo hallaron en el templo “sentado en medio de los maestros, y escuchándoles e interrogándolos”. Además, “todos los que le escuchaban quedaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas”. ¡Imagínese!, con apenas 12 años no solo planteaba preguntas espirituales que hacían pensar, sino que además daba respuestas inteligentes. Es muy probable que le ayudara la educación que había recibido de sus padres (Lucas 2:41-50).

5. ¿Cómo pueden evaluar los jóvenes su actitud con respecto al estudio bíblico de familia?

5 Si eres un joven cuyos padres son siervos dedicados de Dios, lo más probable es que en tu hogar se estudie periódicamente la Biblia en familia. ¿Qué actitud tienes respecto a ese estudio? Convendría que reflexionaras sobre preguntas como las siguientes: “¿Apoyo de forma incondicional el programa de estudio bíblico familiar? ¿Soy colaborador y no hago nada que desbarate los planes para estudiar?” (Filipenses 3:16). “¿Participo activamente en el estudio? ¿Planteo, cuando es apropiado, preguntas acerca de la información y hago comentarios sobre la aplicación de lo que analizamos? Conforme progreso en sentido espiritual, ¿aumenta mi gusto por el ‘alimento sólido [que] pertenece a personas maduras’?” (Hebreos 5:13, 14.)

6, 7. ¿De cuánto valor es para los jóvenes un programa diario de lectura bíblica?

6 También es valioso tener un programa diario de lectura bíblica. “Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos [...]. Antes bien, su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja”, cantó el salmista (Salmo 1:1, 2). El sucesor de Moisés, Josué, ‘leía en el libro de la ley día y noche en voz baja’, lo cual le permitió actuar sabiamente y cumplir con su comisión divina (Josué 1:8). Nuestro Caudillo, Jesucristo, dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová’” (Mateo 4:4). Si el alimento físico nos hace falta todos los días, ¡con cuánta más razón precisamos alimento espiritual de continuo!

7 Cuando tenía 13 años, Nicole tomó conciencia de su necesidad espiritual y comenzó a leer la Biblia diariamente. * Hoy, con 16 años, la ha leído completa una vez y va por la mitad en la segunda lectura. Su método es sencillo: “Me propongo leer al menos un capítulo al día”. ¿De qué ayuda le ha sido la lectura diaria de las Escrituras? “En la actualidad hay muchas influencias malas —contesta—. Tanto en la escuela como en otros lugares me enfrento constantemente a presiones que ponen en peligro mi fe. Leer la Palabra de Dios todos los días me permite recordar enseguida los mandamientos y principios bíblicos que me dan fuerzas para resistir estas presiones. Como consecuencia, me siento más cerca de Jehová y Jesús.”

8. ¿Qué acostumbraba hacer Jesús en la sinagoga, y cómo pueden imitarlo los jóvenes?

8 Cristo tenía la costumbre de ir a la sinagoga a escuchar la lectura de las Escrituras y participar en ella (Lucas 4:16; Hechos 15:21). Los jóvenes se benefician mucho de seguir su ejemplo al asistir con asiduidad a las reuniones cristianas, donde se lee y estudia la Biblia. Richard, de 14 años, expresa su gratitud por ellas con las siguientes palabras: “Las reuniones son valiosas para mí. Allí se me recuerda constantemente qué es bueno y qué es malo, qué es moral y qué es inmoral, qué es cristiano y qué no lo es. No tengo que aprenderlo por las malas, por experiencia”. En efecto, “el recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto” (Salmo 19:7). Nicole también procura estar presente en las cinco reuniones semanales. Además, dedica de dos a tres horas a prepararse para ellas (Efesios 5:15, 16).

9. ¿Cómo pueden seguir “progresando en sabiduría” los jóvenes?

9 La juventud es una buena época para adquirir ‘conocimiento del único Dios verdadero y de aquel a quien él envió, Jesucristo’ (Juan 17:3). Es posible que conozcas a jóvenes que dedican mucho tiempo a leer revistas de historietas, ver la televisión, jugar con los videojuegos o navegar por Internet. Pues bien, ¿por qué imitarlos a ellos cuando puedes seguir el ejemplo perfecto de nuestro Caudillo? Cuando era pequeño, Jesús disfrutaba de aprender de Jehová. ¿Con qué resultados? Debido a su amor a los asuntos espirituales, “siguió progresando en sabiduría” (Lucas 2:52). Igual puede sucederte a ti.

“Estén en sujeción los unos a los otros”

10. ¿Qué contribuirá a que la vida de familia sea fuente de paz y felicidad?

10 El hogar puede ser un remanso de paz y satisfacción o un campo de batalla (Proverbios 21:19; 26:21). Aceptar el acaudillamiento de Cristo contribuye a la paz y felicidad de la familia. De hecho, su ejemplo es el modelo para las relaciones familiares. Las Escrituras dicen: “Estén en sujeción los unos a los otros en temor de Cristo. Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor, porque el esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación, siendo él salvador de este cuerpo. [...] Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella” (Efesios 5:21-25). El apóstol Pablo escribió lo siguiente a la congregación de Colosas: “Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es muy agradable en el Señor” (Colosenses 3:18-20).

11. ¿Cómo demostrará el esposo que el acaudillamiento de Cristo es real para él?

11 Prestar atención a estos consejos implica que el esposo dirija a la familia, que su esposa lo apoye con lealtad y que los hijos obedezcan a su padre y a su madre. Ahora bien, la jefatura del varón solamente resulta en felicidad si se ejerce de manera apropiada. El esposo sabio debe aprender a hacerlo imitando a su Cabeza y Caudillo, Cristo Jesús (1 Corintios 11:3). Aunque más adelante él sería “cabeza sobre todas las cosas en cuanto a la congregación”, no vino a la Tierra “para que se le ministrara, sino para ministrar” (Efesios 1:22; Mateo 20:28). Del mismo modo, el esposo cristiano no asume la jefatura buscando su ventaja egoísta, sino con el fin de velar por los intereses de su mujer e hijos, sí, de toda la familia (1 Corintios 13:4, 5). Procura imitar las cualidades piadosas de su cabeza, Jesucristo. Como él, es de genio apacible y humilde de corazón (Mateo 11:28-30). No le cuesta decir “lo siento” o “tienes razón” cuando está equivocado. Su buen ejemplo le facilita a la esposa ser su “ayudante”, su “complemento” y su “socia”, así como aprender de él y trabajar codo a codo con él (Génesis 2:20; Malaquías 2:14).

12. ¿Qué ayudará a la esposa a acatar el principio de jefatura?

12 La esposa, por su parte, ha de estar en sujeción a su esposo. Ahora bien, si se deja influir por el espíritu del mundo, su actitud con respecto al principio de jefatura tal vez empiece a verse afectada y no le resulte agradable la idea de sujetarse a un hombre. Aunque las Escrituras no indican que el varón deba ser dominante, piden a las esposas que estén en sujeción a sus maridos (Efesios 5:24). También atribuyen al esposo o padre la responsabilidad dentro de la familia. La aplicación de estos consejos bíblicos contribuye a la paz y al orden familiar (Filipenses 2:5).

13. ¿Qué ejemplo de sujeción dio Jesús a los hijos?

13 Los hijos han de ser obedientes a los padres. Jesús dio un magnífico ejemplo al respecto. Después del incidente del templo —cuando, con 12 años, se quedó solo durante tres días—, “él bajó con [sus padres] y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos” (Lucas 2:51). La sujeción de los hijos a los padres fomenta la paz y la armonía en el círculo familiar. Cuando todos los miembros de la familia se someten al acaudillamiento de Cristo, el resultado es felicidad.

14, 15. ¿Qué nos ayudará a manejar con éxito las situaciones difíciles en el hogar? Dé un ejemplo.

14 La clave del éxito, incluso ante situaciones difíciles en el hogar, es imitar a Jesús y aceptar su guía. Por ejemplo, cuando Gerardo, de 35 años, se casó con Laura, la madre de una adolescente, se presentó un problema que ninguno de los dos había imaginado. Dejemos que Gerardo nos lo cuente: “Yo sabía que para ser un buen cabeza, tenía que aplicar los mismos principios bíblicos que producen buenos resultados en otras familias. Pero enseguida me di cuenta de que debía ponerlos en práctica con más sabiduría y discernimiento”. Su hijastra consideraba que él se había interpuesto entre ella y su madre, y tenía muchísimos celos de él. Con discernimiento, Gerardo pudo comprender que esta actitud afectaba lo que la joven decía y hacía. ¿Cómo manejó la situación? “Laura y yo —responde Gerardo— concordamos en que, al menos por el momento, ella se encargaría de la disciplina, mientras que yo me centraría en cultivar una buena relación con mi hijastra. Con el tiempo, este planteamiento nos dio buenos resultados.”

15 Cuando hay tensiones en el hogar, necesitamos discernimiento para descubrir por qué los miembros de la familia hablan y actúan como lo hacen. También precisamos sabiduría a fin de aplicar como es debido los principios divinos. Por ejemplo, Jesús comprendió claramente por qué lo había tocado la mujer que sufría de flujo de sangre, y la trató con prudencia y compasión (Levítico 15:25-27; Marcos 5:30-34). A nuestro Caudillo lo caracterizan la sabiduría y el discernimiento (Proverbios 8:12). Somos felices si obramos como lo haría él.

‘Sigan buscando primero el reino’

16. ¿Qué debe ocupar el lugar principal en nuestra vida, y cómo lo demostró el ejemplo de Jesús?

16 Jesús no dejó ninguna duda en cuanto a qué debe ocupar el lugar principal en la vida de los que aceptan su acaudillamiento. “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios”, dijo (Mateo 6:33). Nos enseñó a hacerlo mediante su ejemplo. Al final de los cuarenta días de ayuno, meditación y oración que siguieron a su bautismo, se enfrentó a una tentación. Satanás el Diablo le ofreció la gobernación de “todos los reinos del mundo”. Imaginémonos cómo habría sido la vida de Jesús de haber aceptado la oferta del Diablo. Sin embargo, él estaba centrado en hacer la voluntad de su Padre. Sabía, además, que esa vida en el mundo de Satanás sería breve. Por tanto, rechazó al instante la oferta con estas palabras: “Está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”. Poco después, “comenzó a predicar y a decir: ‘Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado’” (Mateo 4:2, 8-10, 17). Cristo fue un proclamador de tiempo completo del Reino de Dios durante el resto de sus días en la Tierra.

17. ¿Cómo demostraremos que los intereses del Reino ocupan el primer lugar en nuestra vida?

17 Hacemos bien en imitar a nuestro Caudillo y no permitir que el mundo de Satanás nos incite a ponernos como objetivo principal en la vida una carrera y un empleo bien pagado (Marcos 1:17-21). Sería muy insensato enredarnos tanto con metas mundanas, que los intereses del Reino pasaran a un segundo plano. Jesús nos ha confiado la predicación del Reino y la obra de hacer discípulos (Mateo 24:14; 28:19, 20). Es posible que tengamos una familia y otras obligaciones que cumplir, pero ¿no nos alegra dedicar tiempo después del trabajo y durante los fines de semana a atender nuestros deberes cristianos de predicar y enseñar? ¡Qué animador es saber que en el año de servicio 2001 sirvieron de ministros de tiempo completo (precursores) unas 780.000 personas!

18. ¿Qué nos ayudará a hallar gozo en el ministerio?

18 Los Evangelios presentan a Jesús como alguien dinámico, pero, a la vez, compasivo. Al ver las necesidades espirituales de quienes lo rodeaban, se compadeció de ellos y de buena gana les ofreció ayuda (Marcos 6:31-34). Nuestro ministerio se convierte en una fuente de alegría cuando lo llevamos a cabo motivados por amor a nuestros semejantes y por un deseo sincero de ayudarlos. Ahora bien, ¿cómo podemos adquirir ese deseo? “Cuando era adolescente —dice un joven llamado Alejandro—, el ministerio no era precisamente lo que más me gustaba.” ¿Qué le permitió cultivar amor por esta obra? Él responde: “Mi familia siempre dedicaba los sábados por la mañana al servicio del campo, lo cual me benefició, pues cuanto más salía al ministerio, más me daba cuenta de los buenos resultados que produce y más disfrutaba”. Nosotros también debemos ser regulares y diligentes en el ministerio.

19. ¿Cuál debe ser nuestra resolución con respecto al acaudillamiento de Cristo?

19 Es muy placentero y gratificante aceptar el acaudillamiento de Cristo. Cuando lo hacemos, la juventud se convierte en una etapa en la que ampliar nuestros conocimientos y sabiduría. La vida familiar llega a ser fuente de paz y felicidad, y el ministerio, una actividad que causa gozo y satisfacción. Por tanto, resolvámonos por todos los medios a demostrar en nuestra vida diaria y en las decisiones que tomemos que el acaudillamiento de Cristo es real para nosotros (Colosenses 3:23, 24). Sin embargo, Jesucristo también utiliza otro medio para darnos dirección: la congregación cristiana. El artículo siguiente analizará cómo beneficiarnos de esta provisión.

[Nota]

^ párr. 7 Se han cambiado algunos nombres.

¿Recuerda estos puntos?

• ¿Cómo nos beneficia seguir al Caudillo nombrado por Dios?

• ¿Cómo pueden demostrar los jóvenes que desean seguir el acaudillamiento de Jesús?

• ¿Cómo influye el acaudillamiento de Cristo en la vida de familia de quienes se someten a él?

• ¿Cómo demuestra nuestro ministerio que el acaudillamiento de Cristo es real para nosotros?

[Preguntas del estudio]

[Ilustraciones de la página 9]

La juventud es una buena etapa para adquirir conocimiento de Dios y nuestro Caudillo nombrado

[Ilustración de la página 10]

La sumisión al acaudillamiento de Cristo fomenta la felicidad familiar

[Ilustraciones de la página 12]

Jesús buscó primero el Reino. ¿Lo hacemos nosotros?