¿Puede la fe sanar a los enfermos?

CUANDO enfermamos, tratamos de aliviarnos y curarnos. Usted probablemente sabrá que, según la Biblia, Jesucristo a menudo sanó toda clase de dolencias, lo que alivió a muchos enfermos. ¿Cómo se realizaron tales curaciones? Por “el poder [...] de Dios”, contesta la Biblia (Lucas 9:42, 43; Hechos 19:11, 12). De modo que el espíritu santo de Dios efectuó la curación, no simplemente la fe de la persona (Hechos 28:7-9). Por eso, Jesús no exigía que los enfermos expresaran su fe en él a fin de ser sanados.

Usted quizá se pregunte: “¿Han quedado en el pasado las curaciones milagrosas, o se realizarán algún día curaciones como las que ejecutó Jesús? ¿Qué esperanza hay para quienes sufren una enfermedad dolorosa e incurable?”.

La Biblia dice que en el nuevo mundo de justicia de Dios, el poder del Creador volverá a realizar curaciones milagrosas como las que efectuó Jesús cuando estuvo en la Tierra. Los testigos de Jehová de su localidad le mostrarán con gusto cómo y cuándo Dios hará lo que ningún sanador carismático jamás podría hacer: acabar con todas las enfermedades, incluso con la muerte. Sí, Dios “se tragará a la muerte para siempre” (Isaías 25:8).