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Consejos sabios para los casados

Consejos sabios para los casados

Consejos sabios para los casados

“Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor [...]. Esposos, continúen amando a sus esposas.” (EFESIOS 5:22, 25.)

1. ¿Cuál es la forma correcta de ver el matrimonio?

JESÚS indicó que el matrimonio es la institución divina que une al hombre y a la mujer convirtiéndolos en “una sola carne” (Mateo 19:5, 6). Supone, por tanto, que dos individuos de diferentes personalidades aprendan a cultivar intereses comunes y persigan los mismos objetivos. Se trata de un compromiso para toda la vida, no un acuerdo temporal que pueda romperse a la ligera. Aunque en muchos países no es difícil obtener el divorcio, a los ojos del cristiano el vínculo conyugal es sagrado, y solo puede ponérsele fin por una razón muy seria (Mateo 19:9).

2. a) ¿Con qué ayuda cuentan los matrimonios? b) ¿Por qué es importante esforzarse por tener un buen matrimonio?

2 Cierta consejera matrimonial dijo: “El buen matrimonio experimenta cambios continuos, pues refleja las nuevas situaciones, se encara a los problemas que surgen y se vale de los recursos a su alcance en cada etapa de la vida”. Entre los recursos de que disponen los cónyuges cristianos figuran los sabios consejos de la Biblia, el apoyo de los hermanos espirituales y una estrecha relación con Jehová basada en la oración. El buen matrimonio perdura, y a lo largo de los años, reporta felicidad y satisfacción. Y lo que es más importante, honra a su Fundador, Jehová Dios (Génesis 2:18, 21-24; 1 Corintios 10:31; Efesios 3:15; 1 Tesalonicenses 5:17).

Imitemos a Jesús y a su congregación

3. a) ¿Cómo resumiríamos el consejo de Pablo a los matrimonios? b) ¿Qué buen ejemplo nos dio Jesús?

3 Hace dos mil años, el apóstol Pablo ofreció este sabio consejo a las parejas cristianas: “Como la congregación está en sujeción al Cristo, así también lo estén las esposas a sus esposos en todo. Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella” (Efesios 5:24, 25). ¡Qué comparaciones tan bellas! Las mujeres cristianas que se sujetan humildemente a sus maridos imitan a la congregación al reconocer y acatar el principio de autoridad que enseña la Biblia. Por otra parte, los esposos creyentes que no dejan de querer a sus esposas, tanto en las épocas favorables como en las adversas, demuestran que siguen con esmero el ejemplo de Cristo, que amó y cuidó a la congregación.

4. ¿Cómo pueden seguir los esposos el ejemplo de Jesús?

4 El esposo cristiano es cabeza de su familia, pero no puede olvidar que Jesús es, a la vez, su cabeza (1 Corintios 11:3). Por consiguiente, en imitación de Cristo, quien cuidó a la congregación, el esposo atiende con cariño a su casa de manera espiritual y física, aun cuando ello implique sacrificio personal. Antepone el bienestar de los suyos a sus propios deseos y preferencias. Jesús dijo: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos” (Mateo 7:12). Esta máxima es aplicable sobre todo en el matrimonio. Pablo así lo subrayó al decir: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos [...], porque nadie jamás ha odiado a su propia carne; antes bien, la alimenta y la acaricia” (Efesios 5:28, 29). El hombre ha de alimentar y cuidar a la mujer con la misma diligencia con la que se atiende a sí mismo.

5. ¿Cómo puede la esposa imitar a la congregación cristiana?

5 Las mujeres devotas tienen como referente a la congregación cristiana. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, sus discípulos no dudaron en poner a un lado sus intereses y seguirlo. Tras la muerte de su Maestro continuaron sujetos a él, y durante los pasados dos mil años, la auténtica congregación cristiana ha permanecido sujeta a Cristo y ha acatado su guía en todas las cosas. La esposa cristiana, de igual modo, no desdeña a su cónyuge ni resta importancia al principio de autoridad que establece la Biblia para los matrimonios. Al contrario, es sumisa a su esposo, lo apoya, coopera con él y, por ende, lo anima. Si ambas partes se comportan de forma tan amorosa, sin duda disfrutarán de un matrimonio feliz.

“Continúen morando con ellas”

6. ¿Qué aconsejó Pedro a los esposos, y por qué es importante?

6 El apóstol Pedro también aconsejó a los matrimonios, en especial a los esposos, al decirles: “Continúen morando con ellas de igual manera, de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas” (1 Pedro 3:7). De las últimas palabras del versículo se desprende la seriedad de su exhortación: si el esposo no honra a su esposa, se perjudicará su relación con Jehová y se obstaculizarán sus oraciones.

7. ¿Cómo debe el esposo honrar a su esposa?

7 ¿Cómo puede el esposo honrar a su esposa? Tratándola con amor, respeto y dignidad. Esta forma cariñosa de atenderla sería nueva para muchas personas del siglo primero. Un helenista escribe al respecto: “Bajo las leyes romanas la mujer no tenía derechos. Legalmente era siempre una niña [...,] enteramente sujeta al esposo y [...] a merced de éste”. ¡Qué gran contraste con las enseñanzas bíblicas! El cristiano daba el debido honor a su esposa. La trataba según los principios cristianos, y no a su antojo. Aún más, era considerado con ella “de acuerdo con conocimiento” y tomaba en cuenta que era un vaso más débil.

¿En qué sentido es “un vaso más débil”?

8, 9. ¿En qué sentidos es la mujer igual al hombre?

8 Al decir que la mujer es “un vaso más débil”, Pedro no dio a entender que el sexo femenino era menor que el masculino en sentido intelectual o espiritual. Es cierto que muchos cristianos tienen privilegios de servicio en la congregación a los que las cristianas no aspiran, y que en la familia ellas están sujetas a sus esposos (1 Corintios 14:35; 1 Timoteo 2:12). Sin embargo, todos, hombres y mujeres, deben tener la misma fe y el mismo aguante, y deben seguir las mismas elevadas normas morales. Como lo expresó el apóstol, ambos son “herederos [...] del favor inmerecido de la vida”. En cuanto a la salvación, son iguales ante Jehová Dios (Gálatas 3:28). Pedro se dirigía a los cristianos ungidos del siglo primero, de ahí que sus palabras recordaran a los esposos cristianos que, como “coherederos con Cristo”, tanto ellos como sus esposas tenían la misma esperanza celestial (Romanos 8:17). En el futuro, servirían de sacerdotes y reyes en el Reino celestial de Dios (Revelación [Apocalipsis] 5:10).

9 Las cristianas ungidas no eran en absoluto inferiores a sus esposos ungidos. Y, por extensión, puede decirse lo mismo de quienes tienen la esperanza terrenal. Los miembros de la “gran muchedumbre”, tanto hombres como mujeres, lavan sus ropas y las emblanquecen en la sangre del Cordero. Tanto hombres como mujeres alaban a Jehová “día y noche” en todo el mundo (Revelación 7:9, 10, 14, 15). Tanto hombres como mujeres anhelan disfrutar de “la gloriosa libertad de los hijos de Dios” y así hallar deleite en “la vida que realmente lo es” (Romanos 8:21; 1 Timoteo 6:19). Sea que pertenezcan a los ungidos o a las otras ovejas, los cristianos sirven a Jehová unidos como “un solo rebaño” bajo “un solo pastor” (Juan 10:16). ¿Verdad que es una razón más que convincente para que los cónyuges cristianos se muestren el debido respeto?

10. ¿En qué sentido es la mujer “un vaso más débil”?

10 ¿En qué sentido, entonces, es la mujer “un vaso más débil”? Pedro se refería posiblemente al hecho de que, por término medio, es de menor tamaño y posee menos fuerza física que el hombre. Además, en nuestro estado imperfecto, el maravilloso don de la procreación le supone un considerable desgaste. La mujer en edad fértil sufre molestias físicas periódicas. Es obvio que requiere atención y consideración especial cuando pasa por esos momentos o por la agotadora experiencia del embarazo y el parto. El hombre que honra a su esposa y reconoce que ella necesita apoyo contribuye muchísimo a la felicidad del matrimonio.

En un hogar dividido en materia religiosa

11. ¿De qué manera puede un matrimonio tener éxito aunque los cónyuges profesen diferentes religiones?

11 ¿Y si los cónyuges profesan diferentes creencias religiosas porque uno de ellos aceptó la verdad cristiana tiempo después de casarse? ¿Pueden ser felices? Innumerables casos indican que sí. Pese a sus diferencias de opinión, pueden lograr un matrimonio de éxito y duradero que les reporte felicidad. Además, su unión es válida a los ojos de Jehová; aún son “una sola carne”. Por lo tanto, se aconseja a los cristianos que permanezcan con su cónyuge no creyente si este concuerda con ello. Además, en caso de haber hijos, estos se benefician de la fidelidad del padre cristiano (1 Corintios 7:12-14).

12, 13. ¿Cómo ayuda a su esposo no creyente la esposa cristiana que sigue el consejo de Pedro?

12 Pedro da afectuosos consejos a las cristianas que viven en un hogar dividido en materia religiosa, consejos que pueden aplicar, en esencia, los hombres cristianos que se hallan en la misma situación. El apóstol escribe: “Ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto” (1 Pedro 3:1, 2).

13 Habrá ocasiones en las que la mujer pueda exponer con tacto su fe al esposo. Pero ¿y si él no quiere escuchar? Está en su derecho. Con todo, aún queda esperanza, ya que la conducta cristiana también da un contundente testimonio. Muchos hombres que al principio no mostraban interés, o que incluso se oponían a la fe de su esposa, han llegado a estar “correctamente dispuestos para vida eterna” al ver la buena conducta de ella (Hechos 13:48). Aunque no acepten la verdad cristiana, tal vez el comportamiento de su mujer los impresione, lo que producirá buenos resultados en su matrimonio. Cierto señor cuya esposa es testigo de Jehová admitió que nunca podría estar a la altura de las altas normas de los Testigos. Sin embargo, se definió como “el feliz esposo de una encantadora mujer” y elogió efusivamente tanto a ella como a los demás Testigos en una carta dirigida a un periódico.

14. ¿Cómo puede ayudar el esposo a su esposa no creyente?

14 Hay varones cristianos que han aplicado el espíritu de las palabras de Pedro y se han ganado a sus esposas no creyentes con su conducta. Ellas los han visto hacerse más responsables, dejar de gastar dinero en tabaco, bebidas y juego, así como abandonar el lenguaje grosero. Algunas mujeres, al conocer a otros miembros de la congregación cristiana, han quedado tan impresionadas con la afectuosa hermandad que se han sentido atraídas a Jehová (Juan 13:34, 35).

“La persona secreta del corazón”

15, 16. ¿Con qué tipo de conducta puede ganarse a un esposo no creyente la esposa cristiana?

15 ¿Con qué tipo de conducta se gana al esposo? Con la que generalmente siguen las mujeres cristianas. Pedro dice: “Que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de prendas de vestir exteriores, sino que sea la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios. Porque así, también, se adornaban en otros tiempos las mujeres santas que esperaban en Dios, sujetándose a sus propios esposos, como Sara obedecía a Abrahán, llamándolo ‘señor’. Y ustedes han llegado a ser hijas de ella, con tal que sigan haciendo el bien y no teman a ninguna causa de terror” (1 Pedro 3:3-6).

16 Pedro recomienda a la cristiana que no se centre en la apariencia externa, sino que deje que el esposo perciba el efecto que las enseñanzas bíblicas han tenido en ella. Que le muestre su nueva personalidad para que la pueda comparar con la anterior (Efesios 4:22-24). Sin duda, el esposo hallará un “espíritu quieto y apacible”, reconfortante y atrayente, un espíritu que no solo lo complacerá a él, sino que será “de gran valor a los ojos de Dios” (Colosenses 3:12).

17. ¿De qué manera es Sara un buen ejemplo para las esposas cristianas?

17 Pedro presenta el ejemplo de Sara, un modelo digno de imitar tanto si el esposo es creyente como si no lo es. Es indudable que Sara siempre consideró que Abrahán era su cabeza. Incluso en su corazón lo llamó “señor” (Génesis 18:12). Sin embargo, eso no la degradó. Está claro que era una mujer de gran fortaleza espiritual, con una fe firme en Jehová. Tanto es así que se le incluye en la gran “nube de testigos”, cuyos ejemplos de fe deberían impulsarnos a correr “con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros” (Hebreos 11:11; 12:1). Imitar a Sara no rebaja en modo alguno a una cristiana.

18. ¿Qué principios hay que tener presentes en un hogar dividido?

18 Aunque haya división religiosa en el hogar, el marido sigue siendo el cabeza. Si él es el creyente, ha de tomar en consideración las creencias de su esposa, pero sin ceder en las suyas. Si la esposa es la creyente, tampoco debe ella hacer concesiones respecto a su fe (Hechos 5:29). No obstante, no querrá desafiar la autoridad de su cabeza. Respetará su posición y permanecerá bajo “la ley de su esposo” (Romanos 7:2).

El sabio consejo bíblico

19. ¿Qué situaciones producen tensión en el matrimonio, y cómo pueden sobrellevarse?

19 En la actualidad abundan las situaciones que producen tensión en el matrimonio. Hay hombres que no asumen sus responsabilidades, y mujeres que no aceptan la autoridad de su esposo. Otros cónyuges son víctimas de maltrato. Además, las lealtades de los cristianos se ven puestas a prueba por los apuros económicos, la imperfección humana y el espíritu del mundo con su inmoralidad y su distorsionado sistema de valores. Sin embargo, los hombres y mujeres fieles que en toda circunstancia se rigen por los principios bíblicos reciben la bendición de Jehová. Aunque solo uno de ellos aplique tales principios en el matrimonio, siempre les irá mejor que si ninguno lo hace. Es más, Jehová ama y apoya a sus siervos que cumplen fielmente con sus votos matrimoniales pese a las dificultades. No olvida su lealtad (Salmo 18:25; Hebreos 6:10; 1 Pedro 3:12).

20. ¿Qué consejo imparte Pedro a todos los cristianos?

20 Tras las exhortaciones a ambos cónyuges, el apóstol Pedro concluye con afectuosas palabras de ánimo: “Finalmente, todos ustedes sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros, teniendo cariño fraternal, siendo tiernamente compasivos, de mente humilde, no pagando daño por daño ni injuria por injuria, sino, al contrario, confiriendo una bendición, porque ustedes fueron llamados a este derrotero, para que hereden una bendición” (1 Pedro 3:8, 9). ¿No es este un magnífico consejo para todos, y en especial para los casados?

¿Recordamos?

• ¿Cómo imitan los esposos cristianos a Jesús?

• ¿Cómo imitan las esposas cristianas a la congregación?

• ¿De qué manera pueden los esposos honrar a sus esposas?

• ¿Cuál es la mejor conducta para una cristiana cuyo esposo no es creyente?

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 16]

El esposo cristiano ama y cuida a su esposa

La esposa cristiana respeta y honra a su esposo

[Ilustración de la página 17]

A diferencia de las leyes romanas, las enseñanzas cristianas instaban al esposo a honrar a su esposa

[Ilustración de la página 18]

Tanto los hombres como las mujeres de la “gran muchedumbre” anhelan la vida eterna en el Paraíso

[Ilustración de la página 20]

Sara consideraba a Abrahán su señor