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Cuando sufrimos alguna tragedia

Cuando sufrimos alguna tragedia

Cuando sufrimos alguna tragedia

OWEN, de dos años y medio, estaba jugando en el cuarto de baño de su casa. Allí se las arregló para llegar a un botiquín que sus padres creían que estaba fuera de su alcance. Al abrirlo, fijó su atención en una botella en particular. La destapó y se bebió su contenido. Las consecuencias fueron trágicas.

La botella contenía un ácido corrosivo, y, desgraciadamente, el pequeño Owen falleció. Sus padres estaban destrozados. Percy, el padre, acudió a su iglesia en busca de consuelo. “¿Por qué tuvo que ocurrir esto?”, preguntó. La respuesta que le dio el clérigo fue: “Dios quería otro angelito en el cielo”. El padre, consternado, pensó que aquello era totalmente injusto. ¿De veras quiso Dios que ocurriera esa tragedia? Ante tal desilusión, Percy decidió no tener nada más que ver con su iglesia.

Cada vez que pensaba en lo sucedido, se preguntaba: “¿Habrá dejado ya de sufrir mi hijo? ¿Volveré a verlo alguna vez?”.

Puede que usted también se haya preguntado qué ocurre cuando una persona muere y si en el futuro será posible reencontrarnos con nuestros seres queridos que han muerto. La Palabra de Dios, la Biblia, arroja luz sobre estas cuestiones. En sus páginas hay respuestas claras y reconfortantes para quienes han pasado por tragedias parecidas. Es más, la Biblia da a conocer un acontecimiento glorioso que Dios ha prometido para el futuro: la resurrección.

El siguiente artículo trata de esta maravillosa esperanza.