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“Ustedes han oído del aguante de Job”

“Ustedes han oído del aguante de Job”

“Ustedes han oído del aguante de Job”

“Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso.” (SANTIAGO 5:11.)

1, 2. ¿A qué prueba hizo frente un matrimonio de Polonia?

HARALD ABT llevaba menos de un año siendo testigo de Jehová cuando el ejército de Hitler se apoderó de Danzig (actualmente Gdańsk), ciudad del norte de Polonia. A partir de ese momento, las cosas se volvieron difíciles —incluso peligrosas— para los cristianos verdaderos de la zona. La Gestapo quiso obligar a Harald a firmar un documento en el que renunciaba a su fe, pero él se negó a hacerlo. Tras pasar algunas semanas en prisión, lo enviaron al campo de concentración de Sachsenhausen, donde recibía continuas amenazas y palizas. En una ocasión, un oficial le dijo señalando a la chimenea del crematorio: “Desde allí vas a ascender hasta tu Jehová en 14 días si sigues apegándote a tu fe”.

2 Cuando Harald fue arrestado, su esposa, Elsa, todavía estaba amamantando a su hijita de diez meses. Pero la Gestapo no se había olvidado de ella, pues al poco tiempo, tras quitarle a su hija, la enviaron al campo de exterminio de Auschwitz. Con todo, fue capaz de aguantar durante años y logró sobrevivir, al igual que su esposo. En La Atalaya del 15 de mayo de 1980 hallamos más información sobre cómo pudieron aguantar. Harald escribió: “He pasado 14 años de mi vida en campos de concentración y prisiones debido a mi fe en Dios. Se me ha preguntado: ‘¿Le ayudó su esposa a aguantar todo aquello?’. ¡Ciertamente que me ayudó! Supe desde el principio que ella jamás transigiría en cuanto a su fe, y el saber esto contribuyó a sostenerme. Yo sabía que ella preferiría verme muerto sobre una camilla a saber que estuviera libre por haber transigido. [...] Elsa aguantó muchas penurias durante los años que pasó en campos de concentración alemanes”.

3, 4. a) ¿Qué ejemplos animan a los cristianos a aguantar? b) ¿Por qué nos insta la Biblia a examinar la experiencia de Job?

3 Como pueden confirmar muchos Testigos, sufrir el mal no es nada fácil. Por eso, la Biblia aconseja a los cristianos: “Tomen por modelo de sufrir el mal y de ejercer paciencia a los profetas, que hablaron en el nombre de Jehová” (Santiago 5:10). Muchos siervos de Dios han sido perseguidos sin causa a lo largo de los siglos, y el ejemplo de esta gran “nube de testigos” nos anima a seguir corriendo con aguante la carrera cristiana (Hebreos 11:32-38; 12:1).

4 En la Biblia se destaca a Job como modelo de aguante. “¡Miren! Pronunciamos felices a los que han aguantado —escribió Santiago—. Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso.” (Santiago 5:11.) La experiencia de Job nos da una idea de las recompensas con las que Jehová bendecirá a los fieles. Es más, nos revela verdades que nos resultarán muy beneficiosas en tiempos de adversidad. El relato de Job nos permite contestar las siguientes preguntas: ¿Por qué debemos esforzarnos por entender las principales cuestiones implicadas cuando nos enfrentemos a dificultades? ¿Qué cualidades y actitudes nos ayudarán a aguantar? ¿Cómo podemos fortalecer a otros cristianos que estén sufriendo?

Veamos el cuadro completo

5. ¿Cuál es la principal cuestión que debemos tener presente al enfrentarnos a pruebas y tentaciones?

5 A fin de mantener el equilibrio espiritual frente a las adversidades, tenemos que entender el cuadro completo. De lo contrario, los problemas personales podrían nublar nuestra visión espiritual. Por ello, siempre debemos tener presente que la cuestión de la lealtad a Dios es de primordial importancia. Nuestro Padre celestial nos dirige una exhortación que hacemos bien en tomar a pecho: “Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio” (Proverbios 27:11). ¡Qué privilegio tan singular! A pesar de nuestras debilidades e imperfecciones, podemos regocijar a nuestro Creador. De hecho, eso es lo que sucede cuando, por amor a él, resistimos pruebas y tentaciones. El verdadero amor cristiano aguanta todas las cosas. Nunca falla (1 Corintios 13:7, 8).

6. ¿Cómo desafía Satanás a Jehová, y hasta qué punto?

6 El libro de Job pone de manifiesto que quien desafía a Jehová es Satanás. También muestra que este enemigo invisible es sumamente malvado y desea acabar con nuestra relación con Dios. Como quedó claro en el caso de Job, Satanás en realidad acusa a todos los siervos de Jehová de tener motivos egoístas y trata de demostrar que el amor que sienten por Dios puede enfriarse. Además, lleva miles de años desafiando a Jehová. Cuando Satanás fue arrojado del cielo, una voz celestial lo llamó “el acusador de nuestros hermanos” y dijo que “los acusa día y noche delante de nuestro Dios” (Revelación 12:10). Al aguantar fielmente, demostramos que sus acusaciones no tienen ningún fundamento.

7. ¿Cuál es la mejor forma de contrarrestar la debilidad física?

7 Nunca olvidemos que el Diablo aprovechará cualquier dificultad que afrontemos para tratar de distanciarnos de Jehová. Por ejemplo, ¿cuándo tentó a Jesús? Cuando este se hallaba hambriento tras haber ayunado muchos días (Lucas 4:1-3). Aun así, pudo rechazar con firmeza las tentaciones del Diablo gracias a su fortaleza espiritual. Por lo tanto, para contrarrestar cualquier debilidad física —debida quizás a una enfermedad o a la edad avanzada—, es de vital importancia que fortalezcamos nuestra espiritualidad. Aunque “el hombre que somos exteriormente se vaya desgastando”, no nos rendimos, pues “el hombre que somos interiormente va renovándose de día en día” (2 Corintios 4:16).

8. a) ¿Cómo nos perjudican los sentimientos negativos? b) ¿Qué actitud tuvo Jesús?

8 Por otro lado, los sentimientos negativos pueden perjudicarnos en sentido espiritual. Quizá nos preguntemos: “¿Por qué permite Jehová que ocurra esto?”. O bien: “¿Cómo es posible que un hermano me trate tan mal?”. Tales sentimientos pueden hacer que pasemos por alto las principales cuestiones implicadas y nos concentremos solo en nuestras propias circunstancias. De hecho, parece que la frustración que a Job le causaron sus tres imprudentes compañeros lo hizo sufrir tanto como la enfermedad en sí (Job 16:20; 19:2). Del mismo modo, el apóstol Pablo señaló que la ira prolongada puede “dej[ar] lugar para el Diablo”, es decir, darle una oportunidad a Satanás (Efesios 4:26, 27). En vez de desahogar nuestra frustración e ira con los demás o dar demasiada importancia a lo injusto de la situación, los cristianos debemos imitar a Jesús y “encomend[arnos] al que juzga con justicia”, Jehová Dios (1 Pedro 2:21-23). Así pues, tener la “disposición mental” de Jesús es una de las mejores defensas contra los ataques de Satanás (1 Pedro 4:1).

9. ¿Qué nos garantiza Dios con respecto a nuestras cargas y tentaciones?

9 Pero por encima de todo, nunca debemos pensar que nuestros problemas son una prueba segura de que no contamos con el favor de Dios. Esa idea equivocada atormentó a Job cuando sus supuestos consoladores le lanzaban duras acusaciones (Job 19:21, 22). La Biblia nos garantiza: “Con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie” (Santiago 1:13). Al contrario, Jehová promete ayudarnos a soportar las cargas y a vencer cualquier tentación (Salmo 55:22; 1 Corintios 10:13). Al acercarnos a Dios en momentos de angustia, mantendremos las cosas en su debida perspectiva y lograremos oponernos al Diablo (Santiago 4:7, 8).

Ayudas para aguantar

10, 11. a) ¿Qué ayudó a Job a aguantar? b) ¿En qué sentido ayudó a Job tener una buena conciencia?

10 Job se mantuvo íntegro a los ojos de Jehová pese a su angustiosa situación, agravada por el maltrato verbal de sus “consoladores” y por su confusión sobre cuál era la verdadera causa de sus desgracias. ¿Qué lección aprendemos de su aguante? Está claro que la clave de su éxito fue la fidelidad a Jehová. Era un hombre “temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1). Ese era su modo de vivir. Por ello, se negó a darle la espalda a Jehová, aun cuando no comprendía por qué las cosas se habían vuelto de repente en su contra. Creía firmemente que debía servir a Dios tanto en las buenas como en las malas (Job 1:21; 2:10).

11 Por otra parte, tener una buena conciencia también le sirvió de consuelo a Job. Cuando todo parecía indicar que iba a morir, le consolaba saber que había hecho lo máximo posible por ayudar a los demás, que había obedecido las normas justas de Jehová y que había evitado toda forma de adoración falsa (Job 31:4-11, 26-28).

12. ¿Cómo respondió Job a la ayuda que le brindó Elihú?

12 Aun así, Job necesitaba ayuda a fin de rectificar su modo de pensar en algunos aspectos. Él aceptó esa ayuda con humildad, y esta fue otra razón por la que pudo aguantar. Job escuchó con respeto los sabios consejos de Elihú y dejó que Jehová lo corrigiera. “Hablé, pero no entendía”, reconoció. Y luego añadió: “Me retracto, y de veras me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:3, 6). A pesar de estar todavía enfermo, Job se alegraba de que este cambio en su modo de pensar lo hubiera acercado más a Dios. Él mismo dijo: “He llegado a saber que tú [Jehová] todo lo puedes” (Job 42:2). Gracias a la descripción que Jehová hizo de su propia grandeza, Job llegó a comprender con mayor claridad su posición con respecto al Creador.

13. ¿Cómo le benefició a Job mostrar misericordia?

13 Por último, vemos en Job un gran ejemplo de misericordia. Sus falsos consoladores lo habían herido en lo más hondo, pero cuando Jehová le pidió que orara por ellos, él lo hizo. Y como consecuencia, Jehová le devolvió la salud (Job 42:8, 10). Está claro que el resentimiento no nos ayudará a aguantar, mientras que el amor y la misericordia sí lo harán. Cuando no guardamos resentimiento, nos sentimos reconfortados en sentido espiritual. Y este es el proceder que Jehová bendice (Marcos 11:25).

Consejeros sabios que nos ayudan a aguantar

14, 15. a) ¿Qué cualidades caracterizan a un buen consejero? b) ¿Por qué fue Elihú de tanta ayuda para Job?

14 Otra lección que nos enseña el relato de Job es lo valiosos que son los buenos consejeros. La Biblia los compara a ‘hermanos nacidos para cuando hay angustia’ (Proverbios 17:17). Con todo, la experiencia de Job ilustra que algunos consejeros pueden hacer más daño que bien. Un buen consejero muestra empatía, respeto y amabilidad, tal como lo hizo Elihú. Los ancianos y otros cristianos maduros pueden sacar mucho provecho del libro de Job, pues habrá ocasiones en que tengan que corregir el modo de pensar de hermanos abrumados por los problemas (Gálatas 6:1; Hebreos 12:12, 13).

15 Podemos aprender muchas lecciones examinando la manera en que Elihú abordó la situación. Escuchó con paciencia antes de contestar a las críticas infundadas de los tres compañeros de Job (Job 32:11; Proverbios 18:13). Llamó a Job por su nombre y le habló como amigo (Job 33:1). A diferencia de los tres falsos consoladores, Elihú no se consideraba superior a él. “Del barro fui formado, yo también”, admitió. Tampoco quería hacerle sufrir aún más con comentarios irreflexivos (Job 33:6, 7; Proverbios 12:18). En vez de criticar la conducta de Job en el pasado, lo encomió por su justicia (Job 33:32). Más importante todavía, Elihú demostró tener el punto de vista de Dios y ayudó a Job a concentrarse en que Jehová nunca actuaría injustamente (Job 34:10-12). Lo animó a esperar en Jehová en lugar de esforzarse por probar su propia justicia (Job 35:2; 37:14, 23). Los ancianos y otros cristianos sin duda pueden aprender mucho de estas lecciones.

16. ¿En qué sentido fueron instrumentos en manos de Satanás los tres falsos consoladores?

16 Los sabios consejos de Elihú contrastan con las ásperas palabras de Elifaz, Bildad y Zofar, a quienes Jehová les dijo: “Ustedes no han hablado acerca de mí lo que es verídico” (Job 42:7). Aun cuando alegaran tener buenas intenciones, fueron instrumentos en manos de Satanás en vez de compañeros fieles. Los tres asumieron desde el principio que Job mismo era el culpable de sus desgracias (Job 4:7, 8; 8:6; 20:22, 29). Elifaz, por ejemplo, afirmó que Dios no confía en sus siervos y que a él no le importa si somos justos o no (Job 15:15; 22:2, 3). Llegó incluso a acusar a Job de faltas que no había cometido (Job 22:5, 9). Por el contrario, Elihú lo ayudó espiritualmente, logrando así el objetivo que todo consejero amoroso debe perseguir.

17. ¿Qué debemos recordar cuando afrontamos pruebas?

17 En el libro de Job encontramos una lección más sobre el aguante: nuestro amoroso Dios nos observa y tiene el deseo y el poder de ayudarnos de diversas maneras. Al principio de este artículo se mencionó la experiencia de Elsa Abt. Veamos la conclusión a la que ella llegó: “Antes de que me arrestaran, había leído la carta de una hermana que decía que bajo pruebas severas el espíritu de Jehová infunde en la persona que le sirve un sentimiento de calma. Yo pensaba que ella tenía que estar exagerando un poco. Pero cuando yo misma experimenté las pruebas, supe que ella había dicho la verdad. Realmente sucede de ese modo. Es difícil concebirlo si no se ha tenido esa experiencia. Sin embargo, eso fue realmente lo que me sucedió. Jehová ayuda”. Elsa no se estaba refiriendo a lo que Jehová podía hacer, o de verdad hizo, miles de años atrás en tiempos de Job. Estaba hablando de nuestros días. En efecto, ¡Jehová ayuda!

Feliz es el hombre que aguanta las pruebas

18. ¿De qué modo benefició el aguante a Job?

18 Pocos de nosotros tendremos que enfrentarnos a pruebas tan duras como las de Job. Aun así, sin importar las dificultades que se nos presenten en este sistema de cosas, tenemos buenas razones para ser íntegros como Job. Lo cierto es que el aguante enriqueció la vida de aquel patriarca. Por un lado, pulió su personalidad y lo hizo un siervo de Dios más completo (Santiago 1:2-4). Y por otro, fortaleció su relación con Dios. “De oídas he sabido de ti, pero ahora mi propio ojo de veras te ve”, declaró (Job 42:5). Satanás quedó como un mentiroso al no poder quebrantar la integridad de Job. Y, muchos siglos después, Jehová puso a Job como modelo de hombre justo (Ezequiel 14:14). Aún hoy, su historial de integridad y aguante motiva a los siervos de Dios.

19. ¿Qué razones tiene usted para creer que vale la pena aguantar?

19 En su carta a los cristianos del siglo primero, Santiago habló de la felicidad que produce el aguante. Valiéndose del ejemplo de Job, les recordó que Jehová recompensa generosamente a sus siervos fieles (Santiago 5:11). En Job 42:12 leemos: “En cuanto a Jehová, él bendijo el fin de Job después más que su principio”. Y así fue. Job recibió el doble de lo que había perdido y vivió una vida larga y feliz (Job 42:16, 17). Algo parecido ocurrirá en nuestro caso: cualquier dolor, sufrimiento o aflicción que tengamos que soportar durante el fin de este sistema de cosas desaparecerá y será olvidado en el nuevo mundo de Dios (Isaías 65:17; Revelación 21:4). Nosotros hemos oído del aguante de Job y, por eso, estamos resueltos a imitar su ejemplo con la ayuda de Jehová. La Biblia promete: “Feliz es el hombre que sigue aguantando la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo” (Santiago 1:12).

¿Qué respondería usted?

• ¿Cómo podemos regocijar el corazón de Jehová?

• ¿Por qué no debemos pensar que nuestros problemas son prueba de que no contamos con el favor de Dios?

• ¿Qué ayudó a Job a aguantar?

• ¿Cómo podemos imitar a Elihú al fortalecer a otros cristianos?

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 28]

Un buen consejero muestra empatía, respeto y amabilidad

[Ilustraciones de la página 29]

Elsa y Harald Abt