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La monumental obra de Ernst Glück

La monumental obra de Ernst Glück

La monumental obra de Ernst Glück

MÁS de trescientos años atrás, Ernst Glück aceptó un reto que pocos hombres a lo largo de la historia se han atrevido a aceptar: traducir la Biblia a un idioma que no conocía.

Ernst Glück nació alrededor del año 1654 en el pequeño pueblo de Wettin, cerca de Halle (Alemania). Su padre era pastor luterano, y gracias al ambiente religioso que reinaba en el hogar, Ernst demostró desde joven inclinaciones espirituales. A los 21 años terminó sus estudios de teología en Alemania y se mudó a lo que hoy conocemos como Letonia. En aquellos días, casi nadie en la región recibía educación formal, y tampoco había muchos libros en lengua letona. Sobre esto, Glück escribió: “Cuando llegué en mi juventud a esta tierra, la primera carencia que percibí fue que la Iglesia no contaba con una Biblia en letón [...]. Por eso me resolví, ante Dios, que estudiaría esta lengua hasta dominarla por completo”. Estaba decidido a darle al pueblo una Biblia en su propio idioma.

Se prepara para traducir

La zona donde Glück se estableció se conocía entonces como Livonia y se hallaba bajo el dominio de Suecia. Glück presentó la idea de traducir al letón las Santas Escrituras a Johannes Fischer, el representante del rey de Suecia. A Fischer le interesaba elevar el nivel de educación en el país y, además, ganar dinero. Como era dueño de una imprenta en la capital, Riga, vio que si imprimía la Biblia en letón, muy probablemente conseguiría ambos objetivos: fomentar la educación y obtener buenas ganancias. Por lo tanto, Fischer solicitó al rey Carlos XI de Suecia permiso para la traducción. El rey no solo autorizó el proyecto, sino que se ofreció a financiarlo. Así, un decreto real del 31 de agosto de 1681 aprobó el inicio de la traducción.

Mientras tanto, Glück comenzó a prepararse. Como era alemán, podía haber usado la traducción de Martín Lutero como base para la versión en letón. Pero quería hacer el mejor trabajo que le fuera posible, y estaba convencido de que eso exigía traducir del hebreo y del griego originales. Lamentablemente, sus conocimientos de los idiomas bíblicos eran insuficientes, de modo que se trasladó a la ciudad alemana de Hamburgo para aprender hebreo y griego. Parece que mientras estuvo en Hamburgo consiguió la ayuda de un clérigo livonio de nombre Jānis Reiters, quien le enseñó tanto griego bíblico como letón.

Años de labor, años de espera

Al terminar sus estudios de idiomas en 1680, Glück regresó a Letonia, asumió el cargo de ministro religioso y en poco tiempo comenzó a trabajar en su traducción. En 1683 fue transferido como pastor a la parroquia de Alūksne, población que quedaría estrechamente ligada a su obra de traducción.

Como en aquellos días no existían palabras en letón para muchos términos y conceptos bíblicos, Glück tuvo que emplear palabras en alemán. Pero, aun así, se empeñó por usar al máximo el letón; de hecho, los eruditos concuerdan en que se trata de una traducción de gran calidad. Glück incluso tuvo que acuñar nuevos términos, varios de los cuales siguen siendo de uso común, como las palabras para “ejemplo”, “banquete”, “gigante”, “espiar” y “dar testimonio”.

Johannes Fischer mantuvo informado al rey de Suecia sobre el progreso de la traducción, y la correspondencia entre ellos revela que, para 1683, Glück había completado las Escrituras Griegas Cristianas. Para 1689 ya había terminado la Biblia entera, lo que significa que la monumental obra de traducción le tomó tan solo ocho años. * La publicación de esta Biblia sufrió un largo retraso, pero por fin vio la luz en 1694, cuando el gobierno autorizó su distribución al público.

Algunos historiadores han puesto en duda que la Biblia de Glück haya sido obra de un único hombre. Existe la certeza de que consultó la versión de Lutero y de que introdujo en su texto porciones de la Biblia que ya existían en letón. No obstante, tales pasajes componen una parte muy pequeña de su traducción. ¿Le ayudaron otros traductores? Pues bien, durante su labor contó con el apoyo de un ayudante, y hubo quienes corrigieron y revisaron el texto, pero al parecer ninguno de ellos participó en la traducción en sí. De todo esto se desprende que Glück fue el único traductor.

Ahora bien, aunque es cierto que la versión de Glück constituyó un hito en el desarrollo del letón como lengua escrita, cumplió un objetivo mucho más importante: por fin el pueblo letón podría leer la Palabra de Dios en su propio idioma y aprender verdades que dan vida. Por su parte, los letones jamás han olvidado lo que Ernst Glück hizo por ellos. Los habitantes de Alūksne han cuidado por más de trescientos años de dos robles, conocidos como Glika ozoli —los robles de Glück—, que él mismo plantó para recordar la aparición de la Biblia en letón. También hay en esta localidad un pequeño museo con diferentes versiones de las Escrituras, entre las cuales aparece un ejemplar de la primera tirada de la Biblia de Glück. Además, el escudo de armas de la ciudad contiene la figura de la Biblia con el año 1689, año en que Glück finalizó su obra.

Trabajos posteriores

Al poco tiempo de haber llegado a Letonia, Glück se puso a estudiar ruso. En 1699 escribió que estaba por cumplir otro de sus deseos: traducir la Biblia a ese idioma. En una carta con fecha de 1702 dijo que ya había comenzado a revisar la versión letona. Sin embargo, la situación favorable que había existido para traducir la Palabra de Dios se estaba esfumando. Tras muchos años de paz, Letonia se convirtió en un campo de batalla. En 1702, las fuerzas rusas derrotaron a los suecos y ocuparon Alūksne, tras lo cual Glück y su familia fueron deportados a Rusia. * Lamentablemente, en medio de aquel período turbulento, Glück extravió los manuscritos de su nueva Biblia letona y de su traducción rusa. Poco después falleció en la ciudad de Moscú, en el año 1705.

La desaparición de aquellas últimas versiones en letón y ruso constituyó una terrible pérdida. De todas maneras, hasta el día de hoy, todo el que lee la Biblia en letón se beneficia de la traducción original de Glück.

Ernst Glück es solo uno de los muchos hombres que han emprendido la monumental tarea de traducir la Biblia al idioma de la gente común. Como resultado, prácticamente todo grupo lingüístico sobre la Tierra puede leer la Palabra de Dios y beber las valiosísimas aguas de la verdad. Así, mediante las distintas ediciones de la Biblia disponibles en más de dos mil idiomas, Jehová continúa dándose a conocer a gente de todas partes.

[Notas]

^ párr. 10 En comparación, en la versión inglesa Authorized Version, o King James Version, publicada en 1611, 47 eruditos invirtieron siete años de trabajo.

^ párr. 14 La hija adoptiva de Glück con el tiempo llegó a casarse con el zar ruso Pedro el Grande. A la muerte del zar, en 1725, se convirtió en Catalina I, emperatriz de Rusia.

[Ilustración de la página 13]

Traducción de Glück

[Ilustración de la página 14]

Los testigos de Jehová dan clases de la Biblia en la ciudad donde Glück la tradujo