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¿Recuerda usted?

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¿Ha disfrutado de la lectura de los últimos números de La Atalaya? Compruebe si sabe contestar las siguientes preguntas:

• ¿Por qué tuvo que morir el Mesías?

Una razón fue para probar que un hombre perfecto puede mostrar devoción a Dios incluso en medio de las pruebas más severas. Otra razón fue para librarnos del pecado que hemos heredado de Adán y así abrir el camino a la vida eterna (15/12, páginas 22, 23).

• ¿Qué ayudas hay para mantener a raya el consumo del alcohol?

Es esencial orar, estudiar la Biblia, aprender a dominarse, aferrarse a las resoluciones personales y elegir buenas compañías. Quien decida consumir bebidas alcohólicas debe fijarse límites claros y saber cuándo decir no (1/1, páginas 7 a 9).

• ¿Qué abarca la comunicación de calidad con los hijos?

Es mucho más que hablar con ellos. Incluye hacerles preguntas y escuchar con paciencia sus respuestas. Muchos padres han visto que las comidas son buenas oportunidades para conversar (15/1, páginas 18, 19).

• ¿Cómo es posible que Jehová sienta pesar, si él es perfecto?

A veces, él modifica su actitud hacia determinadas personas. Por ejemplo, cuando los israelitas lo abandonaban para servir a otros dioses —como frecuentemente hacían—, les retiraba su protección. Pero cuando se arrepentían de su pecado e invocaban su ayuda, “sentía pesar”, es decir, cambiaba la forma en que los veía (Jue. 2:18; 1/2, página 21).

• ¿En qué circunstancias podría alguien pensar en bautizarse de nuevo?

Sería posible que se lo planteara si en el momento del bautismo se encontraba en una situación inaceptable o estaba cometiendo en secreto pecados por los que se podría expulsar a un cristiano bautizado (15/2, página 22).

• ¿Qué tres excusas injustificadas suelen darse para la falta de honradez?

Hay quienes se creen con derecho a robar por ser pobres. Otros se justifican diciendo: “Todo el mundo lo hace”. Y hay quienes, al hallar un objeto de valor, dicen: “El que lo encuentra se lo queda”. Pero la Biblia no apoya ninguno de estos pretextos (1/3, páginas 12 a 14).

• En la parábola del trigo y la cizaña, ¿qué significa la siembra de la semilla excelente?

Jesucristo, el Hijo del hombre, preparó el campo durante su ministerio en la Tierra. Desde el Pentecostés del año 33 se ha estado sembrando la semilla excelente al ungir como hijos de Dios a los cristianos a quienes se llama “hijos del reino” (15/3, página 20).

• ¿Cómo se reúne en el granero el trigo simbólico de la parábola de Jesús? (Mat. 13:30.)

Se ha estado reuniendo el trigo simbólico durante la mayor parte de la conclusión del sistema de cosas. En efecto, los hijos del Reino —los cristianos ungidos— son traídos al granero de Jehová cuando se les introduce en la congregación cristiana restaurada o cuando reciben su recompensa celestial (15/3, página 22).

• ¿Quién determinó los libros que se incluirían en el canon de las Escrituras Griegas Cristianas?

No fue ningún concilio eclesiástico ni ningún líder religioso. Fueron los verdaderos cristianos, guiados por espíritu, quienes reconocieron cuáles eran los escritos auténticamente inspirados. Esto armoniza con el hecho de que uno de los dones milagrosos del espíritu que hubo en las primeras décadas de la congregación cristiana fue el “discernimiento de expresiones inspiradas” (1 Cor. 12:4, 10; 1/4, página 28).