Ir al contenido

Ir al índice

Una exitosa campaña especial en Bulgaria

Una exitosa campaña especial en Bulgaria

Una exitosa campaña especial en Bulgaria

“La mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su siega.” (MAT. 9:37, 38)

ESTAS palabras de Jesús reflejan muy bien la actual situación de Bulgaria, un país ubicado en el sureste de Europa. ¿Por qué? Porque existe una imperiosa necesidad de obreros que lleven las buenas nuevas a los más de 7.000.000 de habitantes de esta joya de los Balcanes. Aunque actualmente hay allí 1.700 publicadores, no son suficientes para cubrir todo el territorio. En vista de ello, se recibió autorización del Cuerpo Gobernante para invitar a los publicadores de habla búlgara de diversas naciones europeas a participar en una campaña especial que tendría lugar durante el verano de 2009. La campaña duraría siete semanas y culminaría con la Asamblea de Distrito “¡Manténganse alerta!”, que se celebraría en la ciudad de Sofía del 14 al 16 de agosto de ese año.

Una impresionante respuesta

Los hermanos de la sucursal, localizada en Sofía, se preguntaban cuántos publicadores de Alemania, España, Francia, Grecia, Italia y Polonia responderían a la invitación. Después de todo, quienes aceptaran tendrían que cubrir sus propios gastos y dedicar sus vacaciones a predicar. Pasaron las semanas, y la cantidad de solicitudes fue creciendo hasta llegar a 292. Con semejante apoyo sería posible enviar voluntarios a tres ciudades: Kazanlak, Sandanski y Silistra. Por su parte, los superintendentes de circuito del país invitaron a los publicadores y precursores de las congregaciones a unirse a la campaña. Al final, 382 voluntarios predicaron con celo en lugares a los que rara vez habían llegado las buenas nuevas.

Se envió a algunos hermanos de las congregaciones cercanas para que consiguieran lugares de hospedaje. Alquilaron apartamentos y reservaron habitaciones en hoteles económicos. Luego trabajaron incansablemente para que los voluntarios pudieran instalarse y los apoyaron con las necesidades del día a día. Además, alquilaron locales para las reuniones, las cuales serían dirigidas por los hermanos que venían de visita. Fue muy emocionante ver cómo en ciudades donde no vivía ni siquiera un Testigo llegaban a reunirse hasta 50 publicadores para alabar a Jehová.

El entusiasmo de los hermanos extranjeros fue asombroso. Nada pudo detenerlos, ni siquiera las altas temperaturas, que en verano suelen superar los 40 °C (100 °F). Tan solo tres semanas después de iniciada la campaña, se abarcó por completo Silistra, que está ubicada a orillas del río Danubio y cuenta con más de 50.000 habitantes. De modo que los publicadores decidieron visitar las poblaciones cercanas y llegaron hasta Tutrakan, a 55 kilómetros (35 millas) al oeste. Normalmente, comenzaban a predicar a las nueve y media de la mañana, hacían una pausa para almorzar y luego seguían por lo menos hasta las siete de la tarde. En Kazanlak y Sandanski sucedió algo parecido: los hermanos eran tan diligentes que cubrieron todo el territorio y tuvieron que irse a los poblados cercanos.

¿Qué logros se obtuvieron?

Durante las siete semanas que duró la campaña se dio un extraordinario testimonio. En el siglo primero llegó a decirse que los apóstoles “[habían] llenado a Jerusalén con su enseñanza”. Lo mismo hubiera podido decir de los Testigos cualquier habitante de las ciudades visitadas (Hech. 5:28). Se dejaron 50.000 revistas en manos de la gente y se comenzaron 482 estudios bíblicos. Además, el 1 de septiembre de 2009 se formó la primera congregación de Silistra, y ya hay grupos en Kazanlak y Sandanski. Es muy alentador ver que varias personas que escucharon las buenas nuevas por primera vez están progresando espiritualmente.

La primera semana, una precursora especial española que habla búlgaro encontró en la calle a Karina, una vendedora de periódicos de Silistra. Karina escuchó atentamente el mensaje y asistió a una reunión, tras lo cual aceptó estudiar la Biblia. Pero como su esposo es ateo, pidió que le dieran las clases en un parque. Estudiaba junto con sus dos hijas, la mayor de las cuales, Daniela, valoraba mucho las verdades bíblicas. Leyó el libro Enseña en una semana y de inmediato dejó de usar imágenes religiosas, tal como manda la Biblia. Además, comenzó a hablarles de la verdad a sus amigos. Tan solo tres semanas después de asistir a su primera reunión, le dijo a la hermana con la que estudiaba: “Me siento como si fuera una de ustedes. ¿Qué debo hacer para poder acompañarlos a predicar?”. Daniela sigue progresando junto con su madre y su hermana menor.

Orlin, un hermano búlgaro que vino desde Italia, fue asignado a Kazanlak. Cierto día, mientras regresaba a su hospedaje, vio a dos jóvenes sentados en un parque y se detuvo a predicarles. Les dejó un ejemplar del libro Enseña y quedó en volver al día siguiente. En esa ocasión, uno de los jóvenes, llamado Svetomir, aceptó un curso bíblico. Las clases continuaron al siguiente día, y al cabo de nueve días, Svetomir había estudiado ocho veces. El joven le comentó a Orlin: “Dos días antes de que me hablaras en el parque, le había dicho a Dios que quería conocerlo y que si me ayudaba, dedicaría mi vida a servirle”. Después de que Orlin regresó a Italia, los hermanos locales siguieron visitando a Svetomir, quien continúa progresando en la verdad.

Sacrificios que producen grandes bendiciones

¿Qué piensan los generosos hermanos que usaron sus vacaciones y corrieron con sus propios gastos para ir a Bulgaria a predicar las buenas nuevas? Un superintendente de España escribió: “La campaña unió a los publicadores que sirven en el campo de habla búlgara de España. La experiencia tuvo un efecto muy positivo en ellos”. Un matrimonio de Italia escribió: “¡Fue el mes más extraordinario de nuestra vida! [...] Esta campaña realmente nos transformó. Nos sentimos completamente distintos”. De hecho, esta pareja está pensando seriamente en irse a vivir a Bulgaria para ayudar donde haya más necesidad. Carina, una precursora regular soltera de España, estuvo en la ciudad de Silistra. Después de la campaña renunció a su trabajo y se mudó a dicha ciudad para apoyar la recién formada congregación. Había ahorrado lo suficiente para vivir un año en Bulgaria. ¿Cómo se siente por haber tomado esa decisión? “Estoy contentísima de que Jehová me haya permitido venir a Bulgaria —contesta ella—; espero poder quedarme mucho más tiempo. Ya dirijo cinco estudios, y tres de mis estudiantes están asistiendo a las reuniones.”

Una hermana italiana quería apoyar la campaña, pero como llevaba poco tiempo en su empleo, no tenía derecho a vacaciones. Con todo, se armó de valor y pidió un mes de permiso sin paga, decidida a renunciar si no se lo autorizaban. Para su sorpresa, el jefe le dijo: “Está bien, pero con una condición: que me envíes una postal de Bulgaria”. La hermana está convencida de que Jehová contestó sus oraciones.

Stanislava, una joven de la ciudad búlgara de Varna que tenía un empleo de tiempo completo muy bien pagado, solicitó un permiso para apoyar la campaña en Silistra. Al llegar allí, vio la alegría de los precursores extranjeros que habían venido a predicar a su país, y eso la conmovió hasta las lágrimas. Entonces empezó a reflexionar en el rumbo que estaba tomando su vida, así que al regresar a casa, dos semanas después, renunció a su trabajo y se hizo precursora regular. Ahora, Stanislava se siente realmente feliz, pues está utilizando su juventud para servir a su Creador (Ecl. 12:1).

¡Cuántas bendiciones reciben quienes sirven de todo corazón a Jehová! Lo mejor que podemos hacer en la vida es dedicar nuestro tiempo y energías a la importantísima obra de predicar y hacer discípulos. ¿Podría usted participar más de lleno en esta obra de salvación? Tal vez en su propio país haya lugares donde se necesiten más publicadores. ¿Ha pensado en la posibilidad de mudarse? O quizás le sea posible aprender otro idioma para ayudar a quienes anhelan conocer las verdades bíblicas. Sean cuales sean los cambios que tenga que realizar, puede estar seguro de que Jehová lo bendecirá abundantemente (Pro. 10:22).

[Ilustración y recuadro de la página 32]

Un día inolvidable

Muchos de los publicadores extranjeros que apoyaron la campaña especial asistieron a la Asamblea de Distrito “¡Manténganse alerta!” en Sofía. Los hermanos del país se sintieron muy animados al conocer a tantos compañeros de diversos países de Europa. Además, para su gran sorpresa, Geoffrey Jackson, miembro del Cuerpo Gobernante, presentó el viernes la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en búlgaro. Los 2.039 presentes no cabían en sí de la alegría y expresaron su profundo agradecimiento con un largo y atronador aplauso. Incluso hubo quienes lloraron de felicidad. Sin duda, esta traducción precisa y en lenguaje sencillo permitirá que las personas sinceras de Bulgaria conozcan a Jehová.

[Mapa de las páginas 30 y 31]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

BULGARIA

SOFÍA

Sandanski

Silistra

Kazanlak

[Ilustraciones de la página 31]

Se dio un extraordinario testimonio durante las siete semanas que duró la campaña