Esta es nuestra herencia espiritual
“Esta es la herencia de los siervos de Jehová.” (IS. 54:17, Reina-Valera, 1960)
1. ¿Qué ha conservado Jehová por amor a la humanidad?
JEHOVÁ, el “Dios vivo y duradero”, nos dice lo que debemos hacer para tener vida eterna. Esas instrucciones no van a cambiar, pues “el dicho [o “palabra”, según Reina-Valera [RV], 1960] de Jehová dura para siempre” (1 Ped. 1:23-25). ¡Cuánto agradecemos que Dios nos haya mostrado su amor conservando esa información vital en su Palabra escrita, la Biblia!
2. ¿Qué ha preservado Jehová en su Palabra escrita para que su pueblo lo utilice?
2 Dios quiere que su pueblo utilice su nombre y, por eso, lo ha preservado en su Palabra. La primera vez que se menciona ese nombre en la Biblia es en la “historia de los cielos y la tierra” (Gén. 2:4). Después fue grabado milagrosamente varias veces sobre las tablas de piedra que contenían los Diez Mandamientos. De hecho, el primero comienza así: “Yo soy Jehová tu Dios” (Éx. 20:1-17). El Señor Soberano Jehová ha conservado su Palabra y su nombre pese a todos los esfuerzos satánicos por destruirlos (Sal. 73:28).
3. ¿Qué ha conservado Jehová para iluminarnos?
3 En su Palabra, Jehová también ha conservado la verdad. Y nos alegramos de seguir la senda que Dios ha iluminado con la verdad bíblica (lea Salmo 43:3, 4). Aunque la humanidad camina a oscuras en un laberinto de doctrinas falsas, nosotros tenemos luz espiritual (1 Juan 1:6, 7).
TENEMOS UNA HERENCIA VALIOSÍSIMA
4, 5. ¿Qué gran honor hemos tenido desde el año 1931?
4 Los cristianos verdaderos tenemos una herencia muy valiosa. Según el Gran Diccionario de Uso del Español Actual, una herencia se compone de todas las “manifestaciones o rasgos que persisten en una sociedad a lo largo de los años pasando de una generación a otra”. Nuestra herencia espiritual incluye la bendición de conocer con exactitud la Palabra de Dios y entender claramente la verdad sobre él y sus propósitos. También encierra un privilegio muy especial.
5 Ese privilegio llegó a ser parte de nuestro legado espiritual en una asamblea que celebramos en la ciudad estadounidense de Columbus (Ohio) en 1931. En el programa figuraban las letras JW. Una hermana dijo: “Los hermanos trataban de adivinar qué significaban esas letras”. Por fin, el domingo 26 de julio se adoptó una resolución que aclaró el enigma: ya no se nos llamaría Estudiantes de la Biblia, sino que llevaríamos el nombre bíblico de testigos de Jehová (Jehovah’s Witnesses en inglés). Fue una ocasión emocionante (lea Isaías 43:12). Un hermano afirma: “Nunca olvidaré el impresionante clamor y aplauso que resonó en todo el auditorio”. Ningún otro grupo religioso quería ese nombre, pero nosotros hemos tenido la bendición de portarlo por más de ochenta años. ¡Qué gran honor es ser testigos de Jehová!
6. ¿Qué información es parte de nuestra herencia espiritual?
6 Otra parte de nuestra herencia espiritual es la gran cantidad de información exacta y valiosa de tiempos pasados que hallamos en la Biblia. Por ejemplo, pensemos en Abrahán, Isaac y Jacob. Estos patriarcas y sus familias debieron conversar sobre cómo agradar a Jehová. Por eso no sorprende que José rechazara una proposición inmoral y así evitara “pecar contra Dios” (Gén. 39:7-9). En el siglo primero, las tradiciones cristianas se transmitían oralmente o mediante el ejemplo, como las pautas sobre la Cena del Señor que el apóstol Pablo dio a las congregaciones (1 Cor. 11:2, 23). Hoy día, las instrucciones necesarias para adorar a Dios “con espíritu y con verdad” forman parte de su Palabra escrita (lea Juan 4:23, 24). Aunque todo el mundo puede beneficiarse del conocimiento bíblico, nosotros somos quienes más lo valoramos.
7. ¿Qué animadora promesa se incluye en nuestro legado espiritual?
7 Nuestra herencia espiritual también abarca relatos de la actualidad que demuestran que Jehová está con nosotros (Sal. 118:7). Cuando los leemos en nuestras publicaciones, nos sentimos seguros, incluso si se nos persigue. Una parte muy animadora de nuestro legado espiritual, que sigue creciendo, es la siguiente promesa: “‘Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito, y sea cual sea la lengua que se levante contra ti en el juicio, la condenarás. Esta es la posesión hereditaria [o “herencia”, RV] de los siervos de Jehová, y su justicia proviene de mí’, es la expresión de Jehová” (Is. 54:17). Ni una sola de las armas de Satanás puede hacernos daño permanente.
8. ¿Qué veremos en este artículo y en el siguiente?
8 Satanás ha tratado de acabar con la Palabra de Dios, borrar el nombre Jehová y ocultar la verdad. Pero él no es rival para Jehová, quien ha echado por tierra todos sus planes malvados. En este artículo y en el siguiente veremos 1) cómo ha conservado Jehová su Palabra, 2) qué ha hecho para que podamos conocer su nombre y 3) cómo ha logrado que hoy tengamos la verdad.
JEHOVÁ HA CONSERVADO SU PALABRA
9-11. ¿Qué ejemplos demuestran que la Biblia ha sobrevivido a los numerosos intentos de eliminarla?
9 Jehová ha conservado su Palabra contra viento y marea. La Enciclopedia Cattolica dice: “En 1229, el Concilio de Toulouse prohibió a los laicos usar [Biblias vernáculas] debido a la lucha contra los albigenses y los valdenses [...]. El Concilio de Tarragona (España), celebrado en 1234 bajo Jaime I, promulgó un edicto similar. [...] La Sede de Roma intervino por primera vez en 1559, cuando Pablo IV, en su Índice de libros prohibidos, proscribió la impresión o posesión de Biblias vernáculas sin la autorización del Santo Oficio”.
10 La Biblia ha llegado hasta nuestros días a pesar de los numerosos intentos de eliminarla. Alrededor del año 1382, John Wyclef y sus colaboradores prepararon la primera traducción de la Biblia al inglés. Otro traductor bíblico fue William Tyndale, asesinado en 1536. Se cuenta que mientras estaba atado a un poste dijo: “Señor, ábrele los ojos al rey de Inglaterra”. Luego fue estrangulado y quemado.
11 La Biblia ha tenido muchos enemigos, pero no han conseguido destruirla. En 1535, por ejemplo, se publicó la traducción de la Biblia que realizó Miles Coverdale. Él basó parte de su trabajo en la traducción que había hecho Tyndale del Nuevo Testamento y de parte del Antiguo, concretamente de Génesis a Crónicas. Además, tradujo otras secciones de las Escrituras apoyándose en versiones de la Biblia en latín y en la traducción al alemán de Martín Lutero. Hoy día, muchos valoran la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras porque es clara, fiel a los textos originales y fácil de utilizar en la predicación. Nos alegra saber que ni Satanás ni los humanos podrán impedir que Jehová conserve su Palabra.
JEHOVÁ HA CONSERVADO SU NOMBRE
12. ¿Cómo ha ayudado la Traducción del Nuevo Mundo a conservar el nombre de Dios?
12 Jehová ha conservado su nombre en la Biblia, y en esto la Traducción del Nuevo Mundo ha sido muy útil. El comité de traducción se entregó por completo a su labor, y la introducción de la edición en español dice: “La característica principal de esta traducción es que restituye el nombre divino al lugar que legítimamente le corresponde en el texto en español. Esto se ha realizado empleando 6.973 veces en las Escrituras Hebreas y 237 veces en las Escrituras Griegas Cristianas la forma ‘Jehová’, de aceptación general en español”. La Traducción del Nuevo Mundo está disponible, completa o en parte, en más de 116 idiomas, y se han impreso más de 178.545.862 ejemplares.
13. ¿Por qué podemos asegurar que el nombre de Dios se ha conocido desde el comienzo de la humanidad?
13 El nombre de Dios se ha usado desde el comienzo de la humanidad. Adán y Eva lo conocían, y la Biblia muestra que lo utilizaban. Y cuando Cam, hijo de Noé, mostró falta de respeto a su padre después del Diluvio, Noé dijo: “Bendito sea Jehová, el Dios de Sem, y llegue a ser Canaán [el hijo de Cam] esclavo para él” (Gén. 4:1; 9:26). Dios mismo afirmó: “Yo soy Jehová. Ese es mi nombre; y a ningún otro daré yo mi propia gloria”. También declaró: “Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. Con la excepción de mí no hay Dios” (Is. 42:8; 45:5). Él ha conservado su nombre para que todo el mundo pueda conocerlo. ¿Y no nos llena de orgullo ser sus Testigos y portar su nombre? (Sal. 20:5.)
14. Además de en la Biblia, ¿dónde podemos encontrar el nombre de Dios?
14 El nombre de Dios no solo se halla en la Biblia. Hablemos de la Estela de Mesá, o Piedra Moabita, que se encontró en Dhiban (Dibón), localidad situada a 21 kilómetros (13 millas) al este del mar Muerto. En esta piedra está grabado el nombre del rey israelita Omrí y la versión que da el rey moabita Mesá de la rebelión contra Israel (1 Rey. 16:28; 2 Rey. 1:1; 3:4, 5). Pero lo que hace especial a este monumento es que contiene el Tetragrámaton, las cuatro letras hebreas que representan el nombre de Jehová. El Tetragrámaton también aparece muchas veces en las Cartas de Lakís, unos fragmentos de cerámica hallados en Israel.
15. ¿Qué es la Septuaginta, y por qué se creó?
15 Los primeros traductores de la Biblia contribuyeron a que el nombre divino no cayera en el olvido. Los judíos estuvieron desterrados en Babilonia desde el año 607 hasta el 537 antes de la era común (a.e.c.), y muchos no regresaron a Judá e Israel. En el siglo III a.e.c., la ciudad egipcia de Alejandría era el hogar de muchos judíos que necesitaban una traducción de las Escrituras Hebreas al griego, el lenguaje internacional de la época. Esa traducción se completó en el siglo II a.e.c. y se la conoce como la Septuaginta. Algunas copias contienen el nombre Jehová en hebreo.
16. Explique cómo se utilizó el nombre de Dios en un libro que se publicó por primera vez en el año 1640.
16 El nombre divino también se encuentra en el Bay Psalm Book (Libro de Salmos de la Bahía), el primer libro publicado en las colonias inglesas de América del Norte. Su primera edición, impresa en 1640, contiene los Salmos traducidos del hebreo al inglés que se hablaba en aquellos tiempos. Utiliza el nombre de Dios en textos como Salmo 1:1, 2, donde dice que el “hombre bienaventurado” no sigue los consejos de los malvados, sino que anhela la ley de Jehová. Podemos encontrar más información sobre el nombre de Dios en el folleto El nombre divino que durará para siempre.
JEHOVÁ HA CONSERVADO LA VERDAD
17, 18. a) ¿Cómo definiría usted la palabra verdad? b) ¿Qué es “la verdad de las buenas nuevas”?
17 Servimos con alegría a Jehová, “el Dios de la verdad” (Sal. 31:5). El Diccionario de uso del español de América y España define verdad como “lo que ocurre o existe realmente, por contraposición a lo que podría imaginarse”. En hebreo bíblico, el término que suele traducirse como “verdad” designa aquello que es confiable, veraz, fiel o que está demostrado. Y en griego se refiere a lo que se ajusta a los hechos o que es justo y correcto.
18 Jehová ha protegido la verdad bíblica y ha hecho que cada vez haya más conocimiento a nuestro alcance (2 Juan 1, 2). Nuestro entendimiento de la verdad sigue aumentando, pues “la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido” (Prov. 4:18). Estamos totalmente de acuerdo con Jesús, quien dijo en una oración a Dios: “Tu palabra es la verdad” (Juan 17:17). La Palabra escrita de Jehová contiene “la verdad de las buenas nuevas”, es decir, el conjunto de enseñanzas cristianas (Gál. 2:14). Entre otras cosas, la verdad incluye detalles relacionados con el nombre de Jehová, su soberanía, el sacrificio de Cristo, la resurrección y el Reino. Veamos a continuación cómo ha conservado Dios la verdad a pesar de los intentos de Satanás por ocultarla.
JEHOVÁ DETIENE UN ATAQUE A LA VERDAD
19, 20. ¿Quién era Nemrod, y qué plan fracasó en sus días?
19 Poco tiempo después del Diluvio se hizo popular este dicho: “Como Nemrod, poderoso cazador en oposición a Jehová” (Gén. 10:9). Puesto que Nemrod era un enemigo de Jehová, en realidad adoraba a Satanás, igual que los enemigos de Jesús, a quienes él dijo: “Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese [...] no permaneció firme en la verdad” (Juan 8:44).
20 Nemrod controlaba Babel y otras ciudades situadas entre los ríos Tigris y Éufrates (Gén. 10:10). Posiblemente, él dirigió la construcción de Babel y su torre alrededor del año 2269 antes de nuestra era. Con el claro objetivo de ir en contra del propósito de Jehová —que la humanidad se extendiera por toda la Tierra—, los edificadores decían: “¡Vamos! Edifiquémonos una ciudad y también una torre con su cúspide en los cielos, y hagámonos un nombre célebre, por temor de que seamos esparcidos por toda la superficie de la tierra”. Pero ese acto de rebelión no tuvo éxito porque “allí había confundido Jehová el lenguaje” de la gente, y los que pretendían construir la torre fueron “esparcidos por toda la superficie de la tierra” (Gén. 11:1-4, 8, 9). Si lo que Satanás quería era crear una religión para que todos lo adoraran a él, su plan fue un auténtico fracaso. A lo largo de la historia, la adoración a Jehová ha salido vencedora, y en nuestros días sigue aumentando más y más.
21, 22. a) ¿Por qué la religión falsa nunca ha sido una seria amenaza para la religión verdadera? b) ¿Qué estudiaremos en el siguiente artículo?
21 Lo cierto es que la religión falsa nunca ha sido una seria amenaza para la religión verdadera. ¿Por qué? Porque nuestro Magnífico Instructor ha tomado medidas para conservar su Palabra escrita, ha hecho que la humanidad conozca su nombre y no ha dejado de enseñarnos la verdad (Is. 30:20, 21). Cuando servimos a Dios como él desea, somos felices. Por eso debemos mantenernos alerta en sentido espiritual y confiar por completo en Jehová y en la guía que recibimos mediante su espíritu santo.
22 En el siguiente artículo estudiaremos cómo se desarrollaron algunas creencias falsas y cómo se derrumban por sí solas cuando se examinan a la luz de las Escrituras. Además, veremos cómo Jehová, la gran fuente de la verdad, nos ha bendecido con enseñanzas que valoramos profundamente y que son parte de nuestra herencia espiritual.