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“Tienen necesidad de aguante”

“Tienen necesidad de aguante”

DESPUÉS de que Andrea se hizo testigo de Jehová, su esposo comenzó a hacerle la vida imposible. * “No me dejaba ir a las reuniones y me prohibió usar el nombre de Dios —recuerda ella—. Se ponía furioso con tan solo escuchar el nombre de Jehová.”

También fue un verdadero desafío para Andrea educar a sus hijos en la verdad, como ella misma comenta: “En casa estaba prohibido adorar a Jehová. Tenía que estudiar con los niños a escondidas y no podía llevarlos a las reuniones”.

La situación de Andrea demuestra que la oposición de la familia puede ser una auténtica prueba de fe para el cristiano. Pero lo mismo se puede decir de una enfermedad crónica, de la muerte del cónyuge o de un hijo, o del hecho de que un familiar haya dejado a Jehová. ¿Cómo puede el cristiano mantenerse fiel en esas terribles circunstancias?

El apóstol Pablo dio la respuesta: “Tienen necesidad de aguante” (Heb. 10:36). ¿De dónde sacamos fuerzas para aguantar?

LA ORACIÓN NOS DA FUERZAS

Una de las cosas que más fuerzas nos darán para soportar las pruebas es la oración, como lo demuestra el caso de Ana. Un lunes por la tarde, Ana recibió la trágica noticia de que su esposo había muerto de forma repentina. Llevaban treinta años casados. “Nunca regresó del trabajo —se lamenta ella—. Apenas tenía 52 años.”

¿Cómo logró resistir? Se vio obligada a trabajar de nuevo, pero eso la ayudó, ya que su trabajo exigía mucha concentración. Claro, el dolor no desapareció. Ana recuerda: “Me desahogaba con Jehová y le rogaba que me diera fuerzas”. ¿Respondió él sus oraciones? Ella está convencida de que así fue. “Si no hubiera sido por la paz que solo Dios puede darnos, me hubiera vuelto loca —reconoce—. Saber que Jehová le devolverá la vida a mi esposo en el Paraíso fue un gran alivio.” (Filip. 4:6, 7.)

Jehová, que siempre nos escucha, ha prometido que nos dará todo lo que nos haga falta para seguir fieles (Sal. 65:2). Qué tranquilizadora es esa promesa, ¿no le parece? ¿Verdad que tan solo saber eso ya nos da fuerzas para aguantar?

LAS REUNIONES NOS DAN ÁNIMO

Jehová nos da ánimo por medio de la congregación. Veamos un caso. En el siglo primero, la congregación de Tesalónica sufrió cruel persecución durante un tiempo. Debido a ello, Pablo les dijo que siguieran “consolándose unos a otros y edificándose unos a otros, así como de hecho lo [estaban] haciendo” (1 Tes. 2:14; 5:11). Los tesalonicenses lograron salir adelante gracias a que se mantuvieron unidos y se ayudaron entre ellos con amor. Su aguante es un extraordinario ejemplo para nosotros y nos enseña una lección importante.

Debemos hacernos amigos de nuestros hermanos. Así será más fácil dar y recibir el ánimo que necesitamos, sobre todo en época de dificultades (Rom. 14:19). Pablo mismo pasó por muchas cosas malas, pero Jehová lo ayudó a soportarlas. A veces esa ayuda llegaba por medio de los hermanos. De hecho, cuando Pablo mandó saludos a algunos miembros de la congregación de Colosas, dijo lo siguiente de ellos: “Han sido un consuelo para mi alma” (Col. 4:10, 11, El Código Real). Por el gran cariño que le tenían, estos hermanos ayudaron a Pablo cuando más lo necesitaba. Es muy probable que nosotros ya hayamos recibido ese tipo de ayuda de parte de nuestros amigos.

LOS ANCIANOS NOS DAN APOYO

Jehová también nos da apoyo por medio de los ancianos de la congregación. Estos hombres maduros son “como un refugio contra el viento, como un resguardo contra la tormenta; como arroyos de agua en tierra seca, como la sombra de un peñasco en el desierto” (Is. 32:2, Nueva Versión Internacional, 2005). ¡Qué palabras tan consoladoras! ¿Está usted aprovechando este hermoso regalo que Jehová nos ha dado? El apoyo y el estímulo de los ancianos le darán fuerzas para seguir adelante.

Claro está, los ancianos no tienen una varita mágica. Son imperfectos, y tienen enfermedades y “sufrimientos igual que [nosotros]” (Hech. 14:15). Pero a pesar de eso, nos ayudan mucho orando por nosotros (Sant. 5:14, 15). Un hermano italiano que ha aguantado por años los terribles efectos de la distrofia muscular comentó lo siguiente: “El cariño de los ancianos y sus frecuentes visitas me han dado la resistencia que necesito”. Si está sufriendo, Jehová quiere que les pida apoyo.

LAS ACTIVIDADES ESPIRITUALES NOS DAN ESTABILIDAD

Pero hay más cosas que podemos hacer para seguir aguantando. Una de ellas es mantenernos ocupados en las actividades espirituales. Veamos lo que hizo Juan, de 39 años, a quien le detectaron un tipo de cáncer poco común. Él dice: “Me parecía una injusticia enfermar a mi edad”. Además, Juan tenía un niño de tres años. “Mi esposa no solo tenía que estar pendiente de nuestro hijo, sino de mí y mis citas médicas”, recuerda él. La quimioterapia lo dejaba agotado y con náuseas. Y para colmo, su padre estaba en fase terminal y necesitaba cuidados constantes.

¿Cómo resistieron la situación Juan y su familia? “A pesar del agotamiento, me aseguré de que siguiéramos fielmente nuestro horario de actividades espirituales —comenta él—. A veces se nos hacía difícil, pero siempre íbamos a las reuniones y a predicar, y teníamos la adoración en familia.” Juan descubrió que la clave para resistir cualquier prueba es mantener fuerte la espiritualidad. ¿Qué pueden hacer quienes están pasando por situaciones similares? Él dice: “Una vez que pasa el golpe inicial de la noticia, las fuerzas que nos da Jehová y el amor que nos tiene calman los pensamientos negativos. Jehová puede darnos fuerzas a todos. Me consta”.

No hay duda: con el apoyo de Dios podemos aguantar cualquier prueba, presente o futura. Ore a Jehová, haga amigos en la congregación, pida ayuda a los ancianos y no descuide las actividades espirituales. Pablo dijo: “Tienen necesidad de aguante”, y Jehová nos lo dará.

^ párr. 2 Se han cambiado algunos nombres.