Esforcémonos por ser maduros como Cristo
“Debemos seguir creciendo hasta que seamos maduros como Cristo.” (EFES. 4:13, Nuevo Testamento [La Palabra de Dios para Todos], 2000)
1, 2. ¿Cuál debe ser la meta de todo cristiano? Ponga un ejemplo.
CUANDO un ama de casa con experiencia selecciona frutas en el mercado, no siempre escoge las más grandes o las más baratas. Más bien, trata de hallar las que tengan mejor sabor y olor, y las que sean más nutritivas para su familia. En otras palabras, solo elige las que han alcanzado su punto exacto de maduración.
2 Después de bautizarse, el siervo de Dios debe seguir progresando hasta alcanzar la madurez. Claro está, la madurez de la que hablamos no tiene que ver con la edad, sino con la relación que uno tiene con Jehová. El apóstol Pablo les recordó a sus hermanos de Éfeso la necesidad de fortalecer su espiritualidad. Les dijo que tenían que seguir esforzándose hasta que estuvieran “todos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios”. Luego añadió: “Debemos seguir creciendo hasta que seamos maduros como Cristo y compartamos su perfección” (Efes. 4:13, Nuevo Testamento [La Palabra de Dios para Todos], 2000).
3. ¿En qué se parecen la congregación de Éfeso del siglo primero y el pueblo de Jehová de nuestros días?
3 Cuando Pablo les escribió a los hermanos de Éfeso, la congregación de aquella ciudad ya no era nueva, por lo que muchos de sus miembros eran cristianos maduros. No obstante, a algunos todavía les hacía falta progresar. En nuestros días, la situación es similar: muchos de nuestros hermanos llevan años y años sirviendo a Jehová y han alcanzado la madurez. Otros todavía están esforzándose por ser cristianos maduros, como los miles de hermanos que se han bautizado en años recientes. ¿Usted en qué grupo se encuentra? (Col. 2:6, 7.)
LA MADUREZ CRISTIANA
4, 5. a) ¿Son iguales todos los cristianos maduros? b) ¿En qué se parecen? (Vea la ilustración del principio.)
4 Supongamos que usted está mirando dos frutas maduras del mismo tipo. Aunque no son idénticas, es fácil notar que comparten ciertas características. De manera parecida, no todos los cristianos maduros tienen la misma personalidad, ni las mismas costumbres, nacionalidad, salud, edad o experiencia. Sin embargo, todos ellos comparten ciertas cualidades.
5 Por ejemplo, el cristiano maduro se esfuerza por imitar el ejemplo de Jesús a cada paso que da. Trata de seguirlo “con sumo cuidado y atención” (1 Ped. 2:21). Según Jesús, lo más importante es amar a Jehová con todo el corazón, el alma y la mente, y amar al prójimo como a uno mismo (Mat. 22:37-39). Eso es precisamente lo que intenta hacer el siervo de Dios maduro. Para él no hay nada más importante que tener una buena relación con Jehová y tratar con amor a quienes lo rodean.
6, 7. a) ¿Cuáles son algunas de las cualidades que identifican al cristiano maduro? b) ¿Qué preguntas contestaremos?
6 Sin embargo, no debemos olvidar que el amor es tan solo una de las cualidades del fruto del espíritu que el cristiano debe tener (Gál. 5:22, 23). Además necesita otras cualidades, como la mansedumbre, el autodominio y la paciencia, pues le ayudan a conservar la calma a pesar de las dificultades y a no perder la esperanza a pesar de las decepciones de la vida. En su estudio personal, el cristiano maduro busca principios bíblicos que le ayuden a entrenar su conciencia, lo que le permite entender el punto de vista de Dios sobre lo que está bien y lo que está mal, y tomar buenas decisiones. Igualmente, demuestra humildad al reconocer que las normas de Jehová son superiores a las suyas y que la manera de actuar de Dios siempre es la mejor. * Hace todo lo que puede para apoyar la predicación de las buenas nuevas y contribuir a la unidad de la congregación.
7 No importa cuánto tiempo hayamos pasado sirviendo a Jehová, todos debemos preguntarnos: “¿Hay algún aspecto de mi vida en el que deba parecerme más a Jesús? ¿Hay algún campo en el que pueda mejorar?”.
“EL ALIMENTO SÓLIDO PERTENECE A PERSONAS MADURAS”
8. ¿Cómo sabemos que Jesús conocía y entendía muy bien la Palabra de Dios?
8 Jesucristo conocía a la perfección la Palabra de Dios. Aún de pequeño, cuando tenía apenas 12 años, fue capaz de hablar con los maestros del templo sobre temas bíblicos. Y todos los que lo escuchaban “quedaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas” (Luc. 2:46, 47). Ya de mayor, durante su ministerio, Jesús dejó sin palabras a sus enemigos usando con gran habilidad las Escrituras (Mat. 22:41-46).
9. a) ¿Qué hábitos de estudio debe tener el cristiano que busca alcanzar la madurez? b) ¿Con qué propósito debemos estudiar la Biblia?
9 El cristiano que busca alcanzar la madurez se esfuerza por seguir el ejemplo de Jesús. Por eso no se conforma con conocer la Biblia solo por encima. Tiene la costumbre de investigarla a fondo, pues sabe que “el alimento sólido pertenece a personas maduras” y desea tener “conocimiento exacto del Hijo de Dios” (Heb. 5:14; Efes. 4:13). Y usted, ¿lee la Biblia a diario? ¿En qué momento lo hace? ¿Tiene un programa de estudio personal? ¿Hace lo posible por estudiar en familia todas las semanas? Cuando investigue la Palabra de Dios, hágalo con el propósito de encontrar principios que lo ayuden a conocer mejor lo que Jehová piensa y siente. Luego trate de usar esos principios para tomar decisiones en su vida. Eso lo acercará más al Creador.
10. ¿Qué efecto tiene el conocimiento en la vida del cristiano maduro?
10 El cristiano maduro entiende que Efesios 4:22-24). Además, como la Biblia fue escrita por espíritu santo, cuando el cristiano la estudia, su mente y su corazón reciben la influencia de ese espíritu. Eso fortalece su relación con Dios y contribuye a que siga madurando.
no basta con tener conocimiento de Dios. También debe valorarlo con todo el corazón. Ese aprecio lo demuestra dándole la debida prioridad a cada cosa y haciendo la voluntad de Jehová en vez de la suya propia. El cristiano se esfuerza por cambiar su forma de actuar y de pensar, y por vestirse de la nueva personalidad, que ha sido creada “conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad” (leaJUNTOS Y EN UNIDAD
11. ¿Qué hizo Jesús a pesar de estar rodeado de personas imperfectas?
11 Jesús vivió rodeado de personas imperfectas: fue criado por padres imperfectos y creció con hermanos imperfectos. Hasta sus amigos más cercanos eran imperfectos y estaban influenciados por la sociedad de su día, que fomentaba la ambición y el orgullo. Por ejemplo, la noche antes de ser ejecutado, sus apóstoles tuvieron una amarga discusión sobre quién de ellos era el más importante (Luc. 22:24). Con todo, Jesús confiaba en que madurarían y que formarían una congregación unida. Esa misma noche le pidió a su Padre: “Que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, [...] para que ellos sean uno así como nosotros somos uno” (Juan 17:21, 22).
12, 13. a) Según Efesios 4:15, 16, ¿por qué debemos trabajar por la unidad de la congregación? b) ¿Qué ayudó a Uwe a vencer el resentimiento y a promover la unidad de la congregación?
12 El cristiano maduro se esfuerza para que la congregación esté unida (lea Efesios 4:1-6, 15, 16). Su más sincero deseo es que haya armonía y que todos trabajen en unidad. Ahora bien, la Biblia dice que para lograrlo hace falta ser humilde, y el cristiano maduro tiene la humildad necesaria para conservar la unidad a pesar de las imperfecciones de los demás. ¿Qué hace usted cuando un hermano comete un error? Y si el error lo afecta a usted, ¿cómo reacciona? ¿Corta la relación y levanta un muro? ¿O trata de construir un puente que le permita acercarse y hacer las paces? El cristiano maduro construye puentes, no muros.
13 Piense en el caso de Uwe. Antes, los defectos de sus hermanos lo irritaban mucho. Entonces decidió estudiar la vida de David con la ayuda de la obra Perspicacia para comprender las Escrituras. ¿Por qué escogió a David? Uwe responde: “David sufrió mucho debido a los errores de sus hermanos israelitas. Uno de ellos, el rey Saúl, intentó matarlo; otros intentaron apedrearlo, y hasta su esposa se burló de él (1 Sam. 19:9-11; 30:1-6; 2 Sam. 6:14-22). Pero David no permitió que las acciones de los demás ahogaran su amor por Jehová. Además, él era misericordioso, y yo necesitaba mejorar en esa cualidad —continúa Uwe—. Lo que aprendí cambió mi manera de ver los defectos ajenos. He dejado de llevar la cuenta de los errores; ahora trato de promover la unidad en la congregación”. Tal como Uwe, ¿está usted dispuesto a trabajar por la unidad?
BUSQUE AMIGOS QUE AMEN A JEHOVÁ
14. ¿Qué esperaba Jesús de sus amigos íntimos?
14 Jesucristo era tan amigable que todo el mundo se sentía cómodo con él: hombres, mujeres, viejos, jóvenes y hasta niños. Sin embargo, a sus amigos íntimos los escogía con cuidado. Solo aceptaba a quienes lo seguían con lealtad y servían a Jehová de todo corazón. De hecho, les dijo a sus apóstoles: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando” (Juan 15:14). Lo mismo debemos hacer nosotros: solo debemos aceptar como amigos íntimos a cristianos que sirvan a Jehová de todo corazón. ¿Por qué es importante ser cuidadosos en este asunto?
15. ¿Cómo beneficia a los jóvenes la amistad de cristianos maduros?
15 La mayoría de las frutas maduran más rápido si les da el calor del sol. De manera parecida, el calor y la amistad de nuestros hermanos pueden ayudarnos a madurar. Quizás seas joven y estés indeciso sobre lo que vas a hacer con tu vida. ¿Sabes qué es lo mejor que puedes hacer? Buscar la compañía de cristianos que lleven años sirviendo a Jehová y ayudando a la congregación a mantenerse unida. Esos hermanos han pasado por buenos y malos momentos, y han tenido que superar muchos obstáculos. Ellos son los que mejor te pueden orientar. Su amistad te ayudará a escoger el mejor camino en la vida y a alcanzar la madurez (lea Hebreos 5:14).
16. ¿Cómo ayudaron a Helga sus hermanos en la fe?
16 Una cristiana llamada Helga recuerda que, en su último año de estudios, los compañeros no dejaban de hablar de los planes que tenían para el futuro. Muchos de ellos querían ir a la universidad, pues tenían grandes proyectos. Helga habló del tema con sus amigos de la congregación. “La mayoría eran mayores que yo —recuerda ella— y me ayudaron muchísimo. Me animaron a comenzar el precursorado, y fui precursora regular durante cinco años. Ha pasado el tiempo, y me siento muy contenta de haber dedicado buena parte de mi juventud al servicio de Jehová. No me arrepiento en lo más mínimo.”
17, 18. ¿Por qué es tan importante la madurez para el cristiano?
17 Si nos esforzamos por seguir el ejemplo de Jesús, crecerá nuestra espiritualidad y nos acercaremos más a Jehová. Además, aumentará nuestro deseo de darle lo mejor. El cristiano que mejor sirve a Dios es el cristiano maduro. Jesús mandó a sus discípulos: “Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos” (Mat. 5:16).
18 Tal como hemos visto, los cristianos maduros son una excelente influencia para la congregación. Su madurez se nota de muchas maneras. Una de ellas es la forma en la que usan su conciencia. Ahora bien, ¿cómo nos ayuda la conciencia a tomar buenas decisiones? ¿Por qué es tan importante que respetemos las decisiones que toman nuestros hermanos? Responderemos estas preguntas en el próximo artículo.
^ párr. 6 Por ejemplo, es posible que se les pida a los hermanos de más edad y experiencia que renuncien a algunas de sus responsabilidades y que den todo su apoyo a los hermanos más jóvenes que los sustituyan.