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Cómo escoger una buena traducción de la Biblia

Cómo escoger una buena traducción de la Biblia

Cómo escoger una buena traducción de la Biblia

PUESTO que la Biblia fue escrita originalmente en hebreo, arameo y griego, la mayoría de las personas que desean leerla dependen de una traducción.

La Biblia es hoy por hoy el libro más traducido de la historia, pues puede leerse entera o en parte en más de dos mil cuatrocientos idiomas. Y en algunos de estos no hay una sola traducción, sino muchas. Si en su idioma usted tiene la posibilidad de elegir, sin lugar a dudas querrá emplear la mejor traducción existente.

A fin de tomar una buena decisión, primero debe dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué tipos de traducciones existen? ¿Qué ventajas e inconvenientes presentan? Y ¿por qué debemos tener cautela al leer algunas traducciones bíblicas?

De un extremo al otro

Aunque las traducciones de la Biblia abarcan una amplia variedad de estilos, todas pertenecen a una de tres categorías básicas. En un extremo de la escala se hallan las versiones interlineales, que contienen el texto en la lengua original junto con una traducción palabra por palabra a la lengua de destino.

En el otro extremo están las paráfrasis. Los traductores de estas versiones frasean libremente el mensaje bíblico tal como lo entienden, y lo presentan de un modo que, en su opinión, será más atrayente a los lectores.

Por último, en la tercera categoría están las traducciones que se esfuerzan por hallar un equilibrio entre estos dos extremos. Tales versiones bíblicas intentan transmitir el sabor y el significado de las expresiones del idioma original, pero, al mismo tiempo, procuran que el texto sea fácil de leer.

¿Son mejores las traducciones palabra por palabra?

Traducir estrictamente una palabra por otra no suele ser la mejor manera de expresar el significado de un pasaje bíblico. ¿Por qué no? Aunque hay varias razones, analicemos dos de ellas:

1. No hay dos idiomas que tengan exactamente la misma gramática, vocabulario y forma de expresar las ideas. El profesor de hebreo S. R. Driver señala que las lenguas “no solo difieren en su gramática y vocabulario, sino también [...] en la manera de construir las frases para expresar las ideas”. Las personas que hablan un idioma no piensan igual que las que hablan otro. “Por consiguiente —añade el profesor Driver—, las formas que adoptan las frases no son las mismas.”

Puesto que ningún idioma refleja exactamente el vocabulario y la gramática del hebreo y el griego bíblicos, una traducción palabra por palabra sería poco clara y hasta podría transmitir un significado erróneo. Veámoslo en los siguientes ejemplos.

En su carta a los Efesios, el apóstol Pablo utilizó una expresión que literalmente se traduce “en el juego de dados de los hombres” (Efesios 4:14, Jünemann, nota). * Esta expresión alude a la práctica de hacer trampas en los dados. Sin embargo, en la mayoría de los idiomas, una traducción literal no tendría ningún sentido. Por lo tanto, una manera más clara de transmitir el significado de esta expresión es traduciéndola “las tretas de los hombres”.

Al escribir a los romanos, Pablo empleó una expresión griega que significa literalmente “en el espíritu, hirvientes” (Romanos 12:11, Bover-Cantera). ¿Le suena a usted natural esta expresión? En realidad, la frase original transmite la idea de estar radiantes, o fulgurantes, con el espíritu.

Observe este otro ejemplo. En uno de sus más famosos discursos, Jesús empleó una expresión que a menudo se traduce así: “Bienaventurados los pobres de espíritu” (Mateo 5:3). En numerosos idiomas, una traducción literal como esta oscurecería el significado original. De hecho, en algunos casos incluso implicaría que “los pobres de espíritu” son personas que sufren un desequilibrio mental o que carecen de vitalidad y determinación. Sin embargo, Jesús usó esa expresión para enseñar a la gente que su felicidad no dependía de satisfacer sus necesidades físicas, sino de reconocer que necesitaban la guía divina (Lucas 6:20). De modo que traducciones como “los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” o “los que reconocen su necesidad espiritual” comunican con mayor exactitud el verdadero significado (Mateo 5:3; Versión Popular, también conocida como Dios habla hoy).

2. El significado de una palabra o expresión puede variar dependiendo del contexto en que se use. Tomemos por caso la expresión hebrea que normalmente alude a la mano. Tal expresión puede adoptar una amplia variedad de significados, dependiendo del contexto. Puede, por ejemplo, traducirse por “control”, “a mano abierta” o “poder” (2 Samuel 8:3; 1 Reyes 10:13; Proverbios 18:21). De hecho, este término en particular se vierte de más de cuarenta maneras distintas en la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en inglés.

Puesto que el contexto puede influir en el significado de una palabra, la Traducción del Nuevo Mundo en inglés emplea cerca de 16.000 expresiones para traducir unos 5.500 vocablos griegos, así como más de 27.000 expresiones para traducir unas 8.500 palabras hebreas. * ¿A qué se debe esa variedad en la traducción de las palabras? El comité de traducción consideró que transmitir su sentido más exacto de acuerdo con el contexto era más importante que producir una versión estrictamente literal. Aun así, la Traducción del Nuevo Mundo en inglés emplea, siempre que es posible, las mismas palabras al traducir los términos hebreos y griegos.

Pero está claro que no basta con traducir de la misma manera un término del idioma bíblico original cada vez que aparezca. Por eso, los traductores deben seleccionar con buen criterio las palabras que comuniquen las ideas con exactitud y claridad. Además, han de combinar las palabras y frases según las reglas gramaticales del idioma al que traducen.

¿Qué hay de las traducciones libres?

Los traductores de las comúnmente llamadas paráfrasis de la Biblia se toman la libertad de alterar en alguna medida lo que dicen los textos originales. ¿De qué manera? O bien insertando expresiones que reflejan su opinión sobre el posible significado del texto original, o bien omitiendo alguna información. Las paráfrasis pueden resultar atractivas porque son fáciles de leer. Sin embargo, a veces, su estilo libre oscurece o cambia el significado del texto original.

Veamos, por ejemplo, la forma en que una traducción libre vierte la famosa oración modelo de Jesús: “Padre nuestro que estás en el cielo: Que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios” (Mateo 6:9, Traducción en lenguaje actual [TLA], también conocida como Biblia en Lenguaje Sencillo). Pero una traducción más exacta sería esta: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”. Observemos también de qué manera se vierte Juan 17:26 en algunas Biblias. Según la traducción libre ya citada, Jesús dirigió estas palabras a su Padre la noche que fue arrestado: “Les he dicho quién eres” (TLA). Sin embargo, una traducción más fiel es la siguiente: “Les he dado a conocer tu nombre”. ¿Se da usted cuenta de cómo algunos traductores en realidad ocultan el hecho de que Dios tiene un nombre que debemos usar y honrar?

¿Por qué hay que tener cautela?

Algunas traducciones libres oscurecen las normas morales expresadas en el texto original. Por ejemplo, cierta versión dice en 1 Corintios 6:9, 10: “¿No comprenden que esa no es forma de vivir? Los injustos que no se preocupan por Dios no tendrán parte en su reino. Quienes son culpables de uso y abuso del prójimo, uso y abuso del sexo, uso y abuso de la tierra y de todo lo que hay en ella, no pueden ser ciudadanos en el reino de Dios” (The Message: The Bible in Contemporary Language).

Compare esas palabras con la versión más exacta que presenta la Traducción del Nuevo Mundo: “¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios”. Note que la traducción libre ni siquiera menciona las conductas específicas que Pablo nos dice que debemos evitar.

Las convicciones doctrinales del traductor también pueden condicionar su labor. Por ejemplo, según la Versión Nueva Vida, Jesús dijo a sus discípulos: “Entren por la puerta angosta, porque la puerta y el camino que llevan al infierno son anchos y grandes; mucha gente pasa por esa puerta” (Mateo 7:13). Los traductores insertaron el término “infierno” a pesar de que el relato de Mateo dice claramente “destrucción”. ¿Por qué lo hicieron? Probablemente porque querían promover la idea de que los malvados serán atormentados eternamente, no destruidos. *

Cómo hallar la mejor traducción

La Biblia fue escrita en el lenguaje cotidiano de personas comunes y corrientes, como agricultores, pastores y pescadores (Nehemías 8:8, 12; Hechos 4:13). Por lo tanto, una buena traducción de la Biblia es la que pone su mensaje al alcance de personas sinceras de todo nivel social. He aquí otros requisitos:

◗ Transmitir con exactitud el mensaje original que fue inspirado por Dios (2 Timoteo 3:16).

◗ Traducir literalmente el significado de las palabras siempre y cuando la redacción y la estructura del texto original se puedan reproducir en la lengua a la que se traduce.

◗ Comunicar el sentido correcto de una palabra o frase cuando una traducción literal distorsionaría u oscurecería el significado.

◗ Emplear un lenguaje sencillo que invite a la lectura.

¿Existe una traducción que cumpla con todos estos requisitos? Millones de lectores de esta revista prefieren la Traducción del Nuevo Mundo. ¿Por qué? Porque comparten los puntos de vista de su comité de traducción, expresados en el prólogo de la primera edición en inglés: “No ofrecemos una paráfrasis de las Escrituras. Desde el principio hasta el fin nos hemos esforzado por recurrir a la traducción más literal posible, siempre que lo permita el modismo moderno inglés y que la traducción literal no oculte las ideas”.

La Traducción del Nuevo Mundo se ha impreso entera o en parte en más de 60 idiomas, con una tirada total que supera los 145 millones. Si está disponible en su idioma, ¿por qué no les pide un ejemplar a los testigos de Jehová y comprueba por sí mismo las ventajas de esta traducción exacta?

Los estudiantes sinceros de la Biblia desean comprender el mensaje que Dios inspiró y obrar en consecuencia con él. Si usted es una de tales personas, necesita una traducción de la Biblia que sea exacta. En realidad, no debería conformarse con menos.

[Notas]

^ párr. 13 Este tipo de lecturas es habitual en las versiones interlineales, que presentan una traducción literal de cada palabra junto con el texto en el idioma original.

^ párr. 17 Cabe mencionar que algunas traducciones bíblicas en inglés emplean una cantidad mucho mayor de equivalentes que la Traducción del Nuevo Mundo, por lo que su uniformidad y coherencia es menor.

^ párr. 25 La Biblia enseña que el alma muere y que, al morir, regresamos al polvo y dejamos de pensar y sentir (Génesis 3:19; Eclesiastés 9:5, 6; Ezequiel 18:4). En ninguna parte se dice que las almas de los malvados sufren un tormento eterno en el infierno.

[Comentario de la página 21]

Las paráfrasis pueden resultar atractivas porque son fáciles de leer. Sin embargo, a veces, su estilo libre oscurece o cambia el significado del texto original

[Comentario de la página 22]

La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras se ha impreso entera o en parte en más de 60 idiomas, con una tirada total que supera los 145 millones

[Ilustración y recuadro de la página 20]

UNA ANTIGUA PARÁFRASIS

Las paráfrasis, o traducciones libres, de la Biblia no son nuevas. En la antigüedad, el pueblo judío compiló lo que hoy se conoce como los tárgumes arameos, que son una paráfrasis de las Escrituras. Aunque no constituyen traducciones exactas, sí revelan cómo entendían los judíos algunos textos y ayudan a los traductores a determinar el significado de ciertos pasajes difíciles. Por ejemplo, explican que la expresión “hijos de Dios” que se halla en Job 38:7 significa “catervas [o grupos] de ángeles”. Los tárgumes también indican que la preposición hebrea con que se describe a Nemrod en Génesis 10:9 conlleva el significado hostil de “contra” o “en oposición a”, más bien que un simple y neutro “delante de”. Estas paráfrasis acompañan al texto bíblico, pero nunca con la intención de sustituir a la propia Biblia.

[Ilustración]

SECCIÓN DE LA POLÍGLOTA DE LONDRES (CONCLUIDA EN 1657), JOB 38:1-15

Texto bíblico hebreo (con su traducción interlineal al latín)

Texto correspondiente del Tárgum arameo

[Ilustración de la página 19]

SECCIÓN DE THE KINGDOM INTERLINEAR TRANSLATION OF THE GREEK SCRIPTURES, EFESIOS 4:14

Columna izquierda: traducción palabra por palabra; columna derecha: traducción basada en el significado

[Reconocimiento de la página 18]

Fondo: Shrine of the Book, Museo de Israel (Jerusalén)