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¿Lo sabía?

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¿Qué camino siguió el apóstol Pablo en su primer viaje a Roma?

Hechos 28:13-16 indica que Pablo viajó a Italia en barco y llegó a la ciudad de Puteoli (la actual Pozzuoli), en la costa del golfo de Nápoles. Desde allí partió hacia Roma siguiendo la principal ruta de acceso a la ciudad: la Vía Apia.

Esta calzada debe su nombre al censor romano Apio Claudio el Ciego, quien ordenó construirla en el año 312 antes de nuestra era. Medía unos 5 ó 6 metros (entre 18 y 20 pies) de ancho y estaba formada por grandes bloques de basalto. Con el tiempo llegó a unir Roma con Brundisium (la actual Brindisi), un estratégico puerto hacia el Oriente, situado a 583 kilómetros (362 millas) de Roma en dirección sureste. Cada 24 kilómetros (unas 15 millas) había paradas donde los viajeros podían aprovisionarse y dormir, así como cambiar de caballos o de medio de transporte.

Al parecer, Pablo hizo el camino a pie. La porción de 212 kilómetros (132 millas) que recorrió atravesaba las lagunas Pontinas, una insalubre región pantanosa que, según cierto escritor romano, tenía un olor nauseabundo y estaba plagada de mosquitos. Más al norte se encontraban el Mercado o Foro de Apio —a 70 kilómetros (unas 40 millas) de Roma— y las Tres Tabernas, una posada a 50 kilómetros (unas 30 millas) de la ciudad. El relato dice que había cristianos de Roma esperando al apóstol en ambas paradas y que, cuando los vio, “Pablo dio gracias a Dios y cobró ánimo” (Hechos 28:15).

¿A qué tipo de tablilla se alude en Lucas 1:63?

▪ Según el Evangelio de Lucas, cuando los amigos de Zacarías le preguntaron cómo llamaría a su hijo, “él pidió una tablilla y escribió: ‘Juan es su nombre’” (Lucas 1:63). Un manual de estudio bíblico indica que el término griego aquí empleado se refiere a una “delgada tablilla de madera, recubierta de cera”. Las tablillas se unían por un lateral y se enceraban para rellenar los surcos de la madera. Se escribía encima con un estilo (o punzón) y, para utilizarlas de nuevo, solo había que volver a encerarlas.

El libro Reading and Writing in the Time of Jesus (La lectura y la escritura en tiempos de Jesús) dice: “Las pinturas murales de Pompeya, las esculturas halladas en diferentes lugares del Imperio romano y los ejemplares desenterrados en diversos yacimientos desde Egipto hasta el muro de Adriano [norte de Gran Bretaña] indican que el uso de las tablillas estaba muy extendido”. Así pues, es probable que las utilizaran comerciantes, funcionarios y, posiblemente, algunos cristianos del siglo I.

[Ilustración de la página 11]

Vía Apia

[Ilustración de la página 11]

Tablilla de un escolar (SIGLO II)

[Reconocimiento]

Con la autorización de la Biblioteca Británica