Ir al contenido

Ir al índice

¿Lo sabía?

¿Lo sabía?

¿Lo sabía?

¿Qué bebidas alcohólicas existían en tiempos bíblicos, además del vino?

La expresión “vino y licor embriagante” aparece a menudo en la Biblia (Deuteronomio 14:26; Lucas 1:15). En estos casos, el término licor no puede referirse a las bebidas obtenidas por destilación, pues ese proceso se inventó muchos siglos después. En aquellos tiempos se preparaban bebidas alcohólicas a partir de frutas como las uvas, los dátiles, los higos, las manzanas y las granadas, o incluso de la miel.

La palabra hebrea que se traduce “licor embriagante” también puede aludir a la cerveza. Dicho término está emparentado con un vocablo acadio con que se podía designar la cerveza de cebada en Mesopotamia. Aunque esta bebida no tenía mucho alcohol, tomada en exceso podía emborrachar a la persona (Proverbios 20:1). También era común en otros lugares. En Babilonia, ricos y pobres disfrutaban de la cerveza por igual; los filisteos, por su parte, bebían algo similar. Y en antiguas tumbas egipcias se han encontrado reproducciones en arcilla de fábricas de cerveza, así como pinturas de cerveceros. En Palestina incluso se han desenterrado unas curiosas jarras de cerveza, que contaban con un filtro para impedir que la persona se tragase la cascarilla de la cebada.

¿Por qué no se navegaba en ciertas épocas del año en tiempos del apóstol Pablo?

En una ocasión, mientras Pablo navegaba en dirección oeste siguiendo la costa de Asia Menor, el barco en el que viajaba se retrasó considerablemente debido a los fuertes vientos que soplaban en contra. Pablo advirtió a sus compañeros de viaje que si continuaban, se arriesgaban a sufrir la pérdida “no solo del cargamento y del barco, sino también de [sus propias] almas”. ¿Por qué? Según el relato bíblico, la navegación se había vuelto peligrosa porque “ya había pasado [...] el ayuno del día de la expiación” (Hechos 27:4-10).

Dicho ayuno caía a finales de septiembre o a principios de octubre. Pero ¿por qué era tan peligroso navegar después de esa fecha? Los marineros romanos sabían que el buen tiempo los acompañaba entre el 27 de mayo y el 14 de septiembre. Pero desde ese día hasta el 11 de noviembre, los viajes eran menos seguros, y a partir del 11 de noviembre hasta el 10 de marzo ya nadie solía hacerse a la mar. Entre otras razones se debía a la inestabilidad del tiempo, como lo ilustra el naufragio de Pablo (Hechos 27:13-44). Quienes navegaban en esos meses se enfrentaban a terribles tormentas y otras dificultades. Las nubes les impedían guiarse por el Sol y las estrellas, y la niebla y la lluvia reducían la visibilidad y ocultaban posibles obstáculos.

[Ilustración de la página 23]

Reproducción egipcia en madera de botellas de cerveza

[Reconocimiento]

Erich Lessing/Art Resource, NY

[Ilustración de la página 23]

Barco de carga romano (100-200 de nuestra era)

[Reconocimiento]

Pictorial Archive (Near Eastern History) Est.