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De padres a hijos

Ocasiones en las que no debemos dormirnos

Ocasiones en las que no debemos dormirnos

¿VERDAD que mantenerse despierto en la escuela es importante? Es cierto que muchos se duermen durante las clases, pero si tú quieres aprender algo, tienes que mantenerte despierto. Lo mismo pasa si vas a reuniones donde se estudia la Biblia.

¿Qué podría ayudarte a mantenerte despierto? *... Quizás podrías acostarte más temprano por las noches. O tal vez podrías dormir una siesta. En la Biblia se habla de un joven que se quedó dormido una noche mientras escuchaba al apóstol Pablo. Veamos qué podemos aprender de ese relato. Busca el capítulo 20 del libro de Hechos y lee los versículos 7 a 12.

Pablo estaba visitando la congregación de una ciudad costera llamada Troas. La Biblia dice que como él “iba a partir al día siguiente” en barco, “prolongó su discurso hasta la medianoche”. El relato sigue contando que, “sentado a la ventana, cierto joven de nombre Eutico se abismó en profundo sueño mientras Pablo seguía hablando”. ¿Te gustaría saber qué ocurrió entonces?...

Eutico “cayó desde el tercer piso”. Todos los que estaban allí, incluido Pablo, bajaron las escaleras lo más rápido que pudieron. Pero cuando llegaron abajo, encontraron a Eutico muerto. ¿Te imaginas lo tristes que debieron ponerse?... La Biblia explica que Pablo lo rodeó con sus brazos y lo apretó contra él. Entonces dijo muy emocionado: “¡Calma, Eutico está bien!”. Y así era, pues Dios le había devuelto la vida al joven.

¿Qué nos enseña el relato de Eutico sobre Dios?... Para empezar, que Jehová, nuestro Padre celestial, puede devolver la vida a los que han muerto, incluidos los niños. Además, él te comprende mejor que nadie y te quiere mucho, aún más que tus propios padres. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, demostró que amaba a los niños tanto como su Padre Jehová. Además de abrazarlos y bendecirlos, resucitó a varios jóvenes, entre ellos una niña de 12 años.

¿Qué sientes por Dios al saber que te quiere tanto?... Así es, todos sentimos mucho cariño por él, y por eso queremos obedecerle. ¿Quieres saber qué podemos hacer para demostrarle que lo amamos?... Podemos decirle que lo queremos, igual que Jesús, que dijo: “Yo amo al Padre”. Pero él hizo algo más: demostró con acciones que lo amaba.

Jesús obedeció a Dios. “Yo siempre hago las cosas que le agradan”, afirmó. Y si nosotros queremos obedecer a Dios para complacerlo a él y a su Hijo, nos esforzaremos por mantenernos despiertos en la escuela y en las reuniones donde se estudia la Biblia.

^ párr. 4 Si le está leyendo el artículo a un niño, haga una pausa tras los puntos suspensivos y permita que responda.