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¿Lo sabía?

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¿Por qué se usaba betún como argamasa en tiempos bíblicos?

Según la Biblia, a los constructores de la torre de Babel “el ladrillo les sirvió de piedra, pero el betún les sirvió de argamasa” (Génesis 11:3).

El betún es una sustancia natural derivada del petróleo. Es muy común en Mesopotamia, donde aflora de la tierra y se espesa de forma natural. En tiempos bíblicos era muy conocido por sus propiedades adherentes. En palabras de cierta obra de consulta, era “ideal para edificios hechos a base de ladrillos cocidos”.

En la revista Archaeology apareció un artículo sobre una reciente visita a los restos del zigurat (pirámide escalonada) de la antigua ciudad de Ur (Mesopotamia). El autor cuenta: “Entre los ladrillos quemados todavía se ve el mortero de betún, uno de los primeros usos de los grandes yacimientos petroleros del sur de Irak. Hubo un tiempo en que esta pegajosa sustancia negra, que tanta inestabilidad política y violencia provoca hoy en la región, unía literalmente a esta civilización. Muchas construcciones han perdurado miles de años gracias a que el betún empleado como argamasa y como pavimento ha impermeabilizado los frágiles ladrillos de arcilla sumerios”.

¿Qué papel se utilizaba en tiempos bíblicos?

Es natural hacerse esta pregunta tras leer las siguientes palabras del apóstol Juan: “Aunque tengo muchas cosas que escribirles, no deseo hacerlo con papel y tinta” (2 Juan 12).

El término original griego chartes —que aquí se traduce “papel”⁠— alude al papel hecho de papiro. El papiro es una planta acuática con cuyos tallos se preparaban hojas para escribir. ¿Cuál era el proceso? Cierta obra de referencia lo explica así: “Se quitaba la corteza exterior de los tallos —que podían medir unos 3 metros (10 pies) de largo⁠—, se cortaban en tiras delgadas y se acomodaban en dos capas: una en sentido horizontal y otra en sentido vertical. Luego se machacaban con un mazo de madera para obtener una hoja que, finalmente, se raspaba para alisarla”.

Los arqueólogos han descubierto muchos papiros antiguos en Egipto y en los alrededores del mar Muerto. Algunos de los papiros bíblicos que se han encontrado en estas zonas datan del tiempo de Jesús o incluso de antes. Es muy posible que las cartas que forman parte de la Biblia —como las de los apóstoles⁠— se escribieran en hojas de este material.

[Reconocimientos de la página 11]

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