La triste realidad
“Cuando veo cómo tratan a las mujeres, se me quitan las ganas de crecer.” ZAHRA (15 AÑOS), edición francesa de la revista GEO.
LAS palabras de la jovencita citada a la derecha revelan una triste realidad: mujeres y niñas de todo el mundo son víctimas de algún tipo de violencia o discriminación. He aquí algunos datos.
Discriminación de género. En el continente asiático existe una clara preferencia por los niños varones. De acuerdo con un informe de las Naciones Unidas publicado en 2011, se calcula que hay casi 134 millones de mujeres de menos en la población de Asia debido a abortos, a infanticidios o al abandono.
Escolarización. Dos tercios de la población mundial con menos de cuatro años de escuela son mujeres y niñas.
Acoso sexual. Más de 2.600 millones de mujeres viven en países donde no está penado que el esposo las viole.
Atención médica. En los países en vías de desarrollo, aproximadamente cada dos minutos muere una mujer durante el embarazo o el parto por falta de atención médica básica.
Derecho a la propiedad. Aunque las mujeres cultivan más de la mitad de los productos del mundo, en muchos lugares no se les permite tener tierras en propiedad ni heredarlas.
¿A qué se debe que las mujeres reciban un trato tan injusto? En algunas culturas se debe a creencias y prácticas religiosas que fomentan, e incluso justifican, el maltrato y la explotación de la mujer. El diario español El País citó en cierta ocasión a Amelia Valcárcel, catedrática de Filosofía Moral y Política, quien dijo: “No conocemos ninguna religión que no discrimine”. Y añadió: “En ninguna de ellas a la mujer se le ha reconocido su libertad individual”.
¿Piensa usted igual? ¿Cree que la Biblia es otro libro sagrado más que rebaja a la mujer? Basándose en ciertos versículos, a algunos les parece que sí. Pero ¿qué opina realmente de la mujer el Dios de la Biblia? Aunque este sea un tema delicado, vale la pena investigarlo de forma objetiva y profunda.