Tiempo de dar regalos
“Hay más felicidad en dar que en recibir.” (HECHOS 20:35)
Razón por la que algunos celebran la Navidad.
Tal como Jesús señaló, la generosidad causa alegría tanto al que da como al que recibe. Y con tal de experimentar esa satisfacción, muchos hacen de los regalos el punto central de la Navidad. Por ejemplo, una encuesta realizada en Irlanda reveló que, a pesar de la crisis económica del año pasado, cada familia esperaba gastar más de 500 euros (unos 660 dólares) en regalos navideños.
¿Por qué se les hace difícil lograrlo?
Un gran número de personas cree que dar regalos navideños causa más tensiones que alegrías. ¿Por qué? Porque muchos consumidores se sienten obligados a adquirir artículos que están más allá de sus posibilidades. Además, hacer sus compras en tiendas atestadas de gente y tener que esperar en las interminables filas les genera mucha ansiedad.
Cómo puede ayudar la Biblia
“Practiquen el dar.” (Lucas 6:38.) * Con estas palabras, Jesús nos exhorta a tener la costumbre de dar espontáneamente. Por tanto, no tenemos por qué limitarnos a hacer regalos en una época específica del año en la que se espera que todo el mundo lo haga.
“Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9:7.) Según un comentarista bíblico, este versículo indica que “el dar no ha de hacerse [...] por necesidad (compulsión; ‘a la fuerza’)”. Un “dador alegre” jamás se siente obligado a regalar cierto artículo a cierta persona en cierta época, algo que suele pasarle a la gente en Navidad.
“Si primero está allí la prontitud, es especialmente acepto según lo que tiene la persona, no según lo que no tiene.” (2 Corintios 8:12.) Dios no quiere que sus siervos se endeuden por comprar regalos costosos. Para él, aquello que la persona da “según lo que tiene”, es algo más que aceptable: es algo “especialmente acepto”. ¡Qué diferente al mensaje de “compre ahora y pague después” que se escucha durante estas fiestas!
^ párr. 8 En este versículo, algunas versiones bíblicas simplemente dicen: “Den”. Pero el verbo griego del texto original denota una acción continua. A fin de transmitir de forma más clara su sentido, la Traducción del Nuevo Mundo lo vierte: “Practiquen el dar”.