DE PADRES A HIJOS
¿Qué nos enseña el caso de un delincuente?
En el dibujo vemos a Jesús hablando con un delincuente. El hombre está triste por todas las cosas malas que ha hecho y le pide: “Acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. ¿Sabes lo que Jesús le está respondiendo? *... Le está haciendo esta promesa: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”.
¿Cómo crees que será ese Paraíso?... Para asegurarnos de que nos lo imaginamos bien, hablemos un poco del paraíso que Dios les hizo a nuestros primeros padres, Adán y Eva. ¿Dónde estaba? ¿En el cielo, o en la Tierra?...
Estaba en la Tierra. Por eso, cuando nos imaginamos al delincuente viviendo “en el Paraíso”, debemos imaginárnoslo aquí, en una Tierra convertida en un paraíso. ¿Y cómo será?... Veamos.
La Biblia dice que Dios hizo “un jardín en Edén” y que allí puso a Adán y Eva. ¿Te imaginas lo hermoso que debió ser?... Seguro que fue mucho más bonito que cualquier otro lugar que te puedas imaginar.
¿Qué crees? ¿Estará Jesús aquí en la Tierra con el delincuente que se arrepintió de sus pecados?... No, Jesús estará en el cielo, reinando sobre la Tierra convertida en un paraíso. Cuando Jesús dijo que estaría con el delincuente, quiso decir que lo resucitará y se encargará de que esté bien atendido. Pero ¿por qué dejará Jesús que un delincuente viva en el Paraíso?...
Es verdad que aquel hombre hizo cosas muy malas. Y él no fue el único. En la Tierra han vivido millones de personas que han hecho cosas malas. Lo que pasa es que la mayoría las hicieron porque nadie les ayudó a conocer a Jehová y a saber cómo él quería que se comportaran.
Por eso, muchas de esas personas resucitarán en la Tierra, y entre ellas estará el delincuente con el que Jesús habló poco antes de morir. Entonces aprenderán cuál es la voluntad de Jehová y podrán demostrar si lo aman o no.
¿Sabes cómo podrán demostrar que lo aman?... Obedeciéndole. ¡Qué bonito será vivir en el Paraíso rodeados de personas que amen a Jehová y también a los demás!
Lectura bíblica
^ párr. 3 Si le está leyendo el artículo a un niño, haga una pausa tras los puntos suspensivos y permita que responda.