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Siga acercándose a Jehová

Siga acercándose a Jehová

“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.” (SANTIAGO 4:8)

1, 2. a) ¿Cuál es una de las trampas que nos pone Satanás? b) ¿Qué nos ayudará a acercarnos a Jehová?

LOS seres humanos necesitamos estar cerca de Jehová. Pero Satanás no quiere que creamos eso. En el jardín de Edén le hizo creer a Eva que ella no necesitaba a Dios (Génesis 3:4-6). Desde entonces ha logrado que muchas personas piensen que no necesitan ser amigas de Jehová.

2 Pero la Biblia nos dice cuáles son las trampas que el Diablo usa para engañarnos (2 Corintios 2:11). Una de esas trampas es tentarnos para que tomemos decisiones que nos alejen de Jehová. En el artículo anterior aprendimos cómo tomar buenas decisiones sobre el trabajo, las diversiones y la familia. En este artículo veremos otras cuatro cosas que Satanás usa para tentarnos: los aparatos electrónicos, el cuidado de la salud, el dinero y el orgullo. Si tomamos buenas decisiones en estos campos, nos acercaremos a Jehová (Santiago 4:8).

LOS APARATOS ELECTRÓNICOS

3. ¿De qué dos formas se pueden usar los aparatos electrónicos?

3 Hoy día, mucha gente utiliza computadoras, celulares y otros aparatos electrónicos. Si los usamos bien, pueden ser muy útiles. Por ejemplo, las computadoras se usan para hacer La Atalaya. También sirven para buscar información, para comunicarse con otras personas y para divertirse. Pero si usamos mal los aparatos electrónicos o les dedicamos demasiado tiempo, pueden alejarnos de Jehová. Los vendedores nos hacen creer que necesitamos todos los nuevos aparatos que salen a la venta. Hay quienes no dejan de pensar en ellos. Fíjese en lo que hizo un joven. Deseaba tanto  tener una computadora que llegó a vender uno de sus riñones para comprarla. ¡Qué triste!

4. ¿Qué hizo un hermano para estar menos tiempo con la computadora?

4 También sería muy triste dejar que los aparatos electrónicos nos alejaran de Jehová. Un hermano llamado Juan, que tiene casi 30 años, pasaba demasiado tiempo frente a la computadora. * (Mire la nota.) En vez de estudiar la Biblia y prepararse para las reuniones, se quedaba metido en Internet hasta tarde por la noche. Aunque estuviera muy cansado, seguía enviando mensajes y viendo videos, algunos malos. ¿Cuál fue la solución? Programó su computadora para que se apagara sola cuando llegara la hora de acostarse (lea Efesios 5:15, 16).

Los padres deben estar pendientes de lo que sus hijos hacen con la computadora

5, 6. a) ¿Qué deben hacer los padres por sus hijos? b) ¿Cómo pueden los padres asegurarse de que sus hijos tienen buenas amistades?

5 ¿Tiene usted hijos? No hace falta que controle todo lo que ellos hacen, pero sí debe estar pendiente de lo que hacen con la computadora. No les permita entretenerse con cosas malas, como juegos violentos o páginas de Internet que tengan espiritismo o imágenes sexuales. Tampoco los deje ponerse en contacto por Internet con personas que pueden ser una mala influencia para ellos. Algunos padres les permiten a sus hijos hacer lo que quieran con tal de que no los molesten. Pero si usted hace eso, sus hijos creerán que entretenerse con esas cosas no tiene nada de malo. Cuando un animal con crías nota un peligro, lucha con fuerza para defender a sus cachorros (hallará una idea relacionada en Oseas 13:8). De igual modo, usted debe proteger a sus hijos de todo lo que pueda alejarlos de Jehová.

6 Ayude a sus hijos a elegir buenas amistades. Anímelos a hacerse amigos de hermanos que tengan diferentes edades y que estén tomando buenas decisiones en la vida. Pero no olvide que sus hijos necesitan que usted pase tiempo con ellos. Jueguen juntos, diviértanse juntos, trabajen juntos. Participen juntos en actividades espirituales. Todo eso ayudará a que la familia se mantenga cerca de Jehová. * (Mire la nota.)

 LA SALUD

7. ¿Por qué queremos tener buena salud?

7 Cuando nos encontramos con alguien, muchas veces le preguntamos: “¿Cómo estás?”. Pero ¿por qué hacemos esta pregunta? Porque todos nos enfermamos. Esto les ocurre a todos los seres humanos desde que Adán y Eva le hicieron caso a Satanás y abandonaron a Jehová. A Satanás le alegra que nos enfermemos, porque así nos cuesta más servir a Dios. Y si morimos, ya no podemos servirle de ninguna manera (Salmo 115:17). Por eso queremos tener buena salud. * (Mire la nota.) Como es lógico, también nos preocupamos por la salud de nuestros hermanos.

8, 9. a) Para ser razonables con el cuidado de la salud, ¿qué no debemos hacer? b) ¿Cómo nos beneficia tener un corazón alegre?

8 Es cierto que la salud es importante, pero no debe ser el centro de nuestra vida. Hay que ser razonables. Algunos casi siempre están hablando de dietas, tratamientos médicos y productos de belleza. Pasan más tiempo hablando de esos temas que predicando. Tal vez estén convencidos de que así ayudan a los demás. Pero no debemos aprovechar las reuniones o las asambleas para vender productos o recomendar tratamientos. ¿Por qué no?

9 Porque vamos al Salón del Reino para aprender de la Biblia. Allí Jehová nos da su espíritu, y eso nos hace más felices (Gálatas 5:22). Tal vez algunos quieran hablar de productos o tratamientos médicos, pero ese no es el objetivo de las reuniones. Hablar de eso les robaría a los hermanos la alegría que sienten cuando están en el salón (Romanos 14:17). Por tanto, hay que dejar que cada persona decida cómo cuidará su salud. Ni los doctores pueden curar todas las enfermedades. Además, estar siempre pensando en la salud no nos hace ningún bien (Lucas 12:25). La Biblia enseña que un corazón alegre nos ayuda a sentirnos mejor (Proverbios 17:22).

Jehová nos ve como personas hermosas, y eso nos hace felices

10. a) Para Jehová, ¿qué es lo que hace bella a una persona? b) ¿Cuándo tendremos una salud perfecta?

10 Además de nuestra salud, también es importante que cuidemos nuestro aspecto físico. Pero no necesitamos parecer más jóvenes de lo que somos. La Biblia dice que cuando una persona mayor es fiel a Jehová,  su cabello blanco es como una hermosa corona que lo adorna (Proverbios 16:31). Para Jehová, lo más importante no es nuestra apariencia, sino la clase de persona que somos. Y nosotros deberíamos opinar igual (lea 1 Pedro 3:3, 4). Entonces, ¿deberíamos arriesgar la vida sometiéndonos a operaciones y tratamientos peligrosos solo para vernos mejor? Aunque seamos mayores o estemos enfermos, Jehová nos ve como personas hermosas porque tenemos una buena relación con él, y eso nos hace felices (Nehemías 8:10). En el Paraíso tendremos una salud perfecta y volveremos a lucir jóvenes (Job 33:25; Isaías 33:24). Mientras tanto, tomemos buenas decisiones y tengamos fe en las promesas de Jehová. Así no viviremos tan preocupados por la salud y seremos más felices (1 Timoteo 4:8).

EL DINERO

11. ¿Cómo podríamos alejarnos de Jehová por culpa del dinero?

11 No es malo tener dinero ni trabajar para ganarlo (Eclesiastés 7:12; Lucas 19:12, 13). Pero si amamos el dinero, nos alejaremos de Jehová (1 Timoteo 6:9, 10). Jesús dijo que debemos tener cuidado con dos cosas: “la inquietud de este sistema” y “el poder engañoso de las riquezas” (Mateo 13:22). La frase “la inquietud de este sistema” se refiere a preocuparse demasiado por conseguir las cosas que necesitamos para vivir. Y la frase “el poder engañoso de las riquezas” se refiere a creer que con mucho dinero viviremos felices y seguros. Jesús enseñó que nadie puede ser esclavo de Dios y del dinero al mismo tiempo (Mateo 6:24).

12. ¿Qué han hecho algunos para tratar de ganar mucho dinero en poco tiempo? ¿Qué nos ayudará a no tomar malas decisiones?

12 Si solo pensamos en ganar dinero, es posible que tomemos malas decisiones (Proverbios 28:20). ¿Qué han hecho algunos para tratar de ganar mucho dinero en poco tiempo? Unos han comprado billetes de lotería. Otros han invertido en ciertos negocios y han convencido a hermanos para que inviertan con ellos. Y algunos incluso les han pedido dinero prestado a hermanos y les han prometido que les devolverían mucho más. Si solo pensamos en hacernos ricos, quizás aceptemos ofertas en las que podamos tener grandes pérdidas. Así que tengamos cuidado. No creamos que se puede ganar mucho dinero en poco tiempo. ¡Casi siempre es mentira!

13. ¿Cuánta importancia debemos darle al dinero?

13 Muchos que no sirven a Jehová trabajan muy duro para ganar todo el dinero que pueden. Creen que así vivirán tranquilos cuando sean mayores. Y les enseñan a sus hijos a hacer lo mismo. Pero Jesús enseñó que no debemos darle tanta importancia al dinero (lea Lucas 12:15-21). Lo mejor es apoyar “el reino y la justicia de Dios”. Entonces, Jehová nos ayudará a conseguir con nuestro trabajo lo que necesitamos (Mateo 6:33; Efesios 4:28). Él no quiere que pasemos tantas horas trabajando que nos quedemos dormidos en las reuniones. Tampoco quiere que estemos pensando en el dinero mientras estamos en el salón. Nunca seamos como Guehazí, quien pensó que podía amar el dinero y a la vez ser amigo de Jehová (2 Reyes 5:20-27).

14, 15. ¿Por qué no debemos creer que el dinero puede darnos seguridad? Dé un ejemplo que lo demuestre.

 14 Si nos concentramos en ganar mucho dinero, podríamos tener graves problemas. Podríamos parecernos a las águilas que tratan de atrapar peces demasiado pesados. Como no quieren soltarlos, caen al agua y se ahogan. Fíjese en lo que le pasó a un anciano llamado Alex. Él siempre ha sido muy ahorrativo. Dice que no le gusta malgastar ni siquiera una gota de champú. Un día pensó: “Si gano más dinero, podré dejar de trabajar y ser precursor”. Así que estudió cómo invertir dinero. Entonces gastó todo lo que tenía esperando obtener muchas ganancias. Luego pidió dinero prestado y también lo invirtió. Pero la inversión perdió su valor. ¿Qué hizo? Esperó a ver si recuperaba el dinero perdido.

15 Alex no podía dejar de pensar en el dinero que había invertido. No dormía bien y dedicaba poco tiempo a servir a Jehová. Pero nunca recuperó el dinero. Perdió sus ahorros y tuvo que vender su casa. Él reconoce que hizo sufrir mucho a su familia. Pero aprendió algo muy importante: el mundo de Satanás jamás nos dará verdadera felicidad ni seguridad económica (Proverbios 11:28). Además, si confiamos en el dinero o en nuestra habilidad para ganar dinero, ¿en quién estamos confiando en realidad? En Satanás, “el dios de este sistema” (2 Corintios 4:4; 1 Timoteo 6:17). Alex ha cambiado muchas cosas en su vida y ahora dedica mucho tiempo a predicar. Toda la familia es más feliz y está más cerca de Jehová (lea Marcos 10:29, 30).

EL ORGULLO

16. ¿De qué nos sentimos orgullosos? ¿Qué podría ocurrir si nos creyéramos demasiado importantes?

16 El orgullo no siempre es malo. Por ejemplo, todos nosotros nos sentimos orgullosos de ser testigos de Jehová (Jeremías 9:24). Ese orgullo es bueno, pues hace que tomemos buenas decisiones y obedezcamos las normas de Dios. Pero debemos tener cuidado para no creernos demasiado importantes y comportarnos como si supiéramos más que Jehová. Ese orgullo sí es malo. Si nos volvemos personas orgullosas, nos alejaremos de Dios (Salmo 138:6; Romanos 12:3).

Si nos creemos demasiado importantes, nos alejaremos de Jehová

17, 18. a) ¿Quién fue humilde? ¿Quiénes fueron orgullosos? b) ¿Qué hizo un hermano para que el orgullo no lo alejara de Jehová?

17 La Biblia habla de personas que fueron orgullosas y de otras que fueron humildes. Por ejemplo, el rey David fue humilde. Él le pidió a Jehová que lo guiara, y Dios lo bendijo por ello (Salmo 131:1-3). Pero los reyes Nabucodonosor y Belsasar fueron orgullosos, y por eso Jehová los castigó (Daniel 4:30-37; 5:22-30). A nosotros también nos irá mal si somos orgullosos. Veamos el caso de Raúl, de 32 años. Él era siervo ministerial en su congregación, pero se mudó a otra. Esperaba que lo nombraran anciano poco después, pero pasó un año y seguía sin ser anciano. ¿Cómo  reaccionó? ¿Fue orgulloso y se enojó con los ancianos? ¿Dejó de ir a las reuniones? ¿Permitió que el orgullo lo alejara de Jehová y de la congregación? Si fuera usted, ¿qué habría hecho?

Disfrute de la predicación y no se preocupe demasiado por el puesto que tiene en la congregación

18 Raúl buscó información en nuestras publicaciones para saber qué hacer (Proverbios 13:12). Comprendió que debía dejar que Jehová le enseñara a ser humilde y paciente. Se concentró en ayudar a los hermanos y a la gente a la que predicaba. Al poco tiempo les daba clases de la Biblia a varias personas. Un año y medio después fue nombrado anciano, y la noticia le sorprendió mucho. ¿Por qué? Porque disfrutaba tanto de la predicación que ya no vivía preocupado por que lo nombraran anciano (lea Salmo 37:3, 4).

MANTÉNGASE CERCA DE JEHOVÁ

19, 20. a) ¿Qué podemos hacer para que nada nos aleje de Jehová? b) ¿Qué personajes bíblicos podemos imitar para mantenernos cerca de Jehová?

19 Ninguna de las siete cosas que hemos estudiado en estos dos artículos es mala. Está bien que nos sintamos orgullosos de ser testigos de Jehová. También queremos tener buena salud y una familia feliz. Necesitamos trabajar y ganar dinero para vivir y cuidar de nuestra familia. Y no hay nada de malo en dedicar tiempo a divertirnos y en usar aparatos electrónicos. Pero recordemos que cualquiera de estas cosas podría alejarnos de Jehová. Por eso, no dejemos que ninguna de ellas nos tome demasiado tiempo ni afecte nuestro servicio a Dios.

20 Satanás quiere que usted y su familia se alejen de Jehová. Pero ustedes pueden impedir que les pase eso (Proverbios 22:3). ¿Cómo? Acercándose a Jehová y manteniéndose cerca de él. Imiten el ejemplo de personajes bíblicos que también lo hicieron. Por ejemplo, Enoc y Noé siempre obedecieron al Dios verdadero (Génesis 5:22; 6:9). Moisés siempre vio a Dios como alguien muy real (Hebreos 11:27). Y Jesús siempre hizo lo que su Padre quería, y Dios lo bendijo por ello (Juan 8:29). Sigan este consejo bíblico: “Regocíjense siempre. Oren incesantemente. Con relación a todo, den gracias” (1 Tesalonicenses 5:16-18). Sobre todo, nunca permitan que nada los aleje de Jehová.

^ párr. 4 Se han cambiado los nombres.

^ párr. 6 Vea el número especial de ¡Despertad! de octubre de 2011, titulado “Cómo criar hijos responsables”.

^ párr. 7 Vea la serie de portada “Cinco claves para mejorar la salud”, de la revista ¡Despertad! de marzo de 2011.