1, 2. ¿Para qué contó Jesús la historia de los talentos?

JESÚS contó la historia de los talentos para que sus discípulos ungidos supieran lo que él esperaba de ellos. Pero seamos ungidos o no, todos podemos aprender de esta historia. Para eso tenemos que entender lo que esta historia significa.

² ¿Cuándo les contó Jesús esta historia a sus discípulos? Fue mientras les daba una profecía que se cumpliría cuando él se convirtiera en rey y empezaran los últimos días (Mateo 24:3). Así que la historia de los talentos es parte de esa profecía y se cumple en el tiempo del fin.

3. ¿Qué aprendemos de cada una de las historias de Mateo 24 y 25?

³ Cuando Jesús dio la profecía de los últimos días, contó cuatro historias para enseñar lo que él esperaba de los cristianos en ese tiempo. Podemos leer estas historias desde Mateo 24:45 hasta 25:46. La primera historia es la del esclavo fiel, que representa al grupito de  ungidos que tiene la responsabilidad de enseñar a los siervos de Dios. Jesús la contó para enseñarles a esos ungidos que debían ser fieles y prudentes. * (Mire la primera nota.) La segunda historia es la de las diez vírgenes. Con esta historia, Jesús les advirtió a todos los ungidos que debían estar preparados y alerta porque no sabrían cuándo él vendría. * (Mire la segunda nota.) La tercera historia es la de los talentos. Jesús la contó para enseñarles a los ungidos que tienen que esforzarse y trabajar duro para cumplir con lo que les había mandado. La cuarta historia es la de las ovejas y las cabras. Esta historia enseña a los que esperan vivir en la Tierra que tienen que ser fieles y ayudar a los ungidos. * (Mire la tercera nota.) En este artículo hablaremos de la historia de los talentos.

4, 5. a) ¿A quién representa el hombre de la historia? b) ¿Qué era un talento? (Vea la nota.)

⁴ (Lea Mateo 25:14-30.) En la historia de los talentos, Jesús habló de un hombre que se fue de viaje. En otra ocasión, Jesús contó una historia parecida en la que un hombre se va de viaje para hacerse rey (Lucas 19:12). * (Mire la primera nota.) Por muchos años, nuestras publicaciones han explicado que el hombre de las dos historias representa a Jesús y que él se fue al cielo en el año 33. Pero Jesús no se convirtió en rey en ese momento. Tuvo que esperar hasta 1914, cuando se colocó “a sus enemigos como banquillo para sus pies” (Hebreos 10:12, 13).

⁵ Antes de irse, el hombre de la historia llamó a sus esclavos y les dio ocho talentos. Eso era muchísimo dinero. * (Lea la segunda nota.) Les dijo que usaran los ocho talentos para ganar más dinero para él. Para ese hombre, los ocho talentos eran muy valiosos. Y para Jesús, había algo que también era muy valioso. ¿Qué era eso? El trabajo que él hizo mientras estuvo en la Tierra.

6, 7. ¿Qué representan los talentos?

⁶ La predicación era algo muy valioso para Jesús. Con su predicación, él hizo que muchas personas se hicieran sus discípulos (lea Lucas 4:43).  Pero él sabía que había que predicar mucho más. Así que les dijo a sus discípulos: “Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega” (Juan 4:35-38). Jesús estaba comparando la predicación a una cosecha. Y él es como un buen agricultor que se asegura de que se cosechen sus campos. Por eso, antes de irse al cielo les encargó a sus discípulos la valiosa labor de predicar (2 Corintios 4:7). Les dijo: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos” (Mateo 28:18-20).

⁷ Tal como el hombre les encargó a sus esclavos los talentos, Jesús les encargó a los ungidos la labor de predicar (Mateo 25:14). Así que los talentos representan la responsabilidad de predicar y hacer discípulos.

8. Aunque cada esclavo recibió una cantidad diferente de talentos, ¿qué esperaba el hombre?

⁸ El hombre de la historia le dio cinco talentos al primer esclavo, dos al segundo y uno al tercero (Mateo 25:15). Como vemos, cada esclavo recibió una cantidad diferente de talentos. Pero el hombre esperaba que los tres hicieran todo lo posible por ganar más dinero para él. Jesús también esperaba que los ungidos se esforzaran todo lo posible en la predicación (Mateo 22:37; Colosenses 3:23). En la fiesta judía del  Pentecostés del año 33, los discípulos empezaron a predicar a personas de muchos países. Y el libro bíblico de Hechos demuestra que ellos trabajaron muy duro (Hechos 6:7; 12:24; 19:20). * (Lea la nota.)

9. a) ¿Qué hicieron los dos esclavos fieles? b) ¿Qué indica esto? c) ¿Qué deben hacer los que esperan vivir en el Paraíso?

⁹ Los dos esclavos que ganaron más dinero representan a los ungidos fieles en los últimos días. Ellos han estado trabajando duro en la predicación, sobre todo desde 1919. En la historia que contó Jesús, los dos esclavos recibieron una cantidad diferente de talentos. Pero eso no significa que haya dos grupos de ungidos fieles. Recordemos que los dos esclavos fieles le devolvieron al hombre el doble de lo que habían recibido. Esto indica que los dos trabajaron igual de duro. Pero ¿solo los ungidos deben trabajar duro en la predicación? No. La historia de las ovejas y las cabras nos enseña que los que esperan vivir en el Paraíso deben ser fieles a los ungidos y ayudarlos a predicar. Para ellos es un honor hacer esto. En realidad, todos juntos son como “un solo rebaño” que se esfuerza por predicar y hacer discípulos (Juan 10:16).

10. ¿Qué es una parte muy importante de la profecía de Jesús sobre los últimos días?

¹⁰ Jesús espera que todos sus seguidores trabajen duro para hacer más discípulos. Eso fue lo que hicieron los cristianos en el siglo primero. ¿Y en los últimos días, mientras  se cumple la historia de los talentos? ¿Están los cristianos trabajando duro? Sí. De hecho, nunca antes se había predicado tanto. Gracias al duro trabajo de todos ellos, miles y miles de personas se bautizan cada año. Y ellas también predican. ¡Jesús tiene que estar muy contento! Todo esto demuestra que la predicación es una parte muy importante de la profecía de Jesús sobre los últimos días.

11. ¿Cómo sabemos que Jesús vendrá durante la gran tribulación?

¹¹ Jesús dijo: “Después de mucho tiempo vino el amo de aquellos esclavos y ajustó cuentas con ellos” (Mateo 25:19). ¿Cuándo vendrá el amo, o sea, Jesús? Vendrá en la parte final de la gran tribulación. ¿Cómo lo sabemos? Veamos. En la profecía de Mateo 24 y 25, Jesús habló muchas veces de cuando él venga. Por ejemplo, él dijo que la gente vería “al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo”. Esto se cumplirá durante la gran tribulación, cuando Jesús venga a juzgar a las personas. Jesús también advirtió a los cristianos de los últimos días que se mantuvieran alerta. Les dijo: “No saben en qué día viene su Señor”. Y también les dijo: “A una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre” (Mateo 24:30, 42, 44). Así que en la historia de los talentos, Jesús también estaba hablando de cuando él venga a juzgar a las personas y a destruir el mundo de Satanás. * (Mire la nota.)

12, 13. a) ¿Qué le dijo el hombre a cada uno de los dos primeros esclavos? b) ¿Por qué les dijo eso? c) ¿Cuándo recibirán los ungidos el sello final? (Vea el recuadro “ Reciben la aprobación de Dios cuando mueren”.) d) ¿Cómo premiará Jesús a los que ayudan a los ungidos a predicar?

¹² Cuando el hombre de la historia vino del viaje, le dijo a cada uno de los dos primeros esclavos: “¡Bien hecho, esclavo bueno y fiel! Fuiste fiel sobre unas cuantas cosas. Te nombraré sobre muchas cosas” (Mateo 25:21, 23). ¿Por qué les dijo  eso? Porque vio que el primer esclavo había ganado cinco talentos más y el segundo esclavo había ganado dos talentos más. ¿Qué representa todo esto? Es decir, ¿qué hará Jesús cuando venga?

¹³ Justo antes de la gran tribulación, Jehová les dará el sello final a los ungidos fieles que todavía estén en la Tierra. Esto significa que Jehová les habrá dado su aprobación definitiva (Revelación 7:1-3). Entonces, antes de que empiece Armagedón, Jesús los premiará llevándolos al cielo. Pero ¿qué pasará con los que esperan vivir en el Paraíso y ayudan a los ungidos a predicar? Jesús los juzgará y decidirá que son como ovejas. Esto significa que los premiará permitiéndoles vivir en el Paraíso bajo el Reino de Dios (Mateo 25:34).

14, 15. ¿Cómo sabemos que Jesús no quiso decir que muchos ungidos serían malos y vagos?

¹⁴ Recordemos que la historia también habla de un tercer esclavo. ¿Qué pasó con él? Jesús explicó que este esclavo no usó el talento para ganar más dinero. Tampoco lo llevó al banco para recibir intereses. Lo que hizo fue enterrar el talento. El hombre de la historia le dijo a ese esclavo que era malo y un vago. Así que le quitó el talento y se lo dio al primer esclavo. Luego echó al esclavo malo de su casa, “a la oscuridad de afuera”. Allí el esclavo se quedó llorando desconsolado (Mateo 25:24-30; Lucas 19:22, 23).

 ¹⁵ Cuando Jesús dijo que uno de los tres esclavos era malo, ¿quiso decir que 1 de cada 3 ungidos sería infiel? No. ¿Cómo lo sabemos? Lo sabemos al comparar esta historia con la del esclavo fiel y con la de las diez vírgenes. En la historia del esclavo fiel, Jesús habló de un esclavo malo que perseguía a los demás esclavos. Jesús no quiso decir que los ungidos que forman el esclavo fiel se volverían malos. Lo que quería era advertirles que no se volvieran como el esclavo malo. Jesús hizo algo parecido en la historia de las diez vírgenes. Dijo que la mitad de las vírgenes eran insensatas. Pero no quiso decir que la mitad de los ungidos serían insensatos. Lo que quería era advertir a todos los ungidos que tenían que estar preparados y mantenerse alerta. * (Mire la nota.) Con la historia de los talentos pasa lo mismo. Jesús no quiso decir que muchos ungidos en los últimos días serían malos. Lo que quería era advertir a los ungidos que trabajaran duro y no se volvieran como el esclavo malo (Mateo 25:16).

16. a) ¿Qué aprendemos de la historia de los talentos? b) Después de leer este artículo, ¿cómo explicaría usted la historia de los talentos? (Vea el recuadro “ ¿Qué significa la historia de los talentos?”.)

¹⁶ ¿Qué aprendemos de la historia de los talentos? Dos cosas. Primero, que Jesús les encargó a los ungidos algo muy valioso. ¿Qué era eso? La gran responsabilidad de predicar y hacer discípulos. Segundo, que Jesús espera que todos trabajemos duro en la predicación. Si predicamos fielmente y hacemos todo lo que Jesús nos manda, él nos premiará (Mateo 25:21, 23, 34).