1. ¿Qué piensan muchas personas hoy día?

HOY día, muchas personas no respetan las normas morales de Dios. Piensan que no hay nada de malo en tener sexo con personas con las que no están casadas o con alguien de su mismo sexo. En muchas películas, libros, canciones y anuncios aparece gente que hace estas cosas (Salmo 12:8). Aunque este mundo es muy sucio, Jehová puede ayudarnos a mantenernos limpios (lea 1 Tesalonicenses 4:3-5).

2, 3. a) ¿Por qué debemos rechazar los malos pensamientos? b) ¿Qué veremos en este artículo?

² Todos somos imperfectos. Así que puede ser que nos atraigan algunas cosas malas, igual que a los peces los atrae la carnada. ¿Qué debemos hacer si nos viene un mal pensamiento? Rechazarlo de inmediato. Si no lo hacemos, el deseo se hará más fuerte. Y cuando se presente una oportunidad, tal vez cometamos un pecado (lea Santiago 1:14, 15). Por eso, si queremos que Jehová esté contento con nosotros, debemos rechazar los malos pensamientos.

 ³ Como vemos, debemos tener mucho cuidado con lo que pensamos. Si rechazamos los malos deseos, no cometeremos pecados sexuales ni sufriremos sus consecuencias (Gálatas 5:16). En este artículo veremos tres cosas que nos ayudarán a luchar contra los malos deseos. Primero, nuestra amistad con Jehová. Segundo, los consejos de la Biblia. Y tercero, la ayuda de hermanos con experiencia.

4. ¿Cómo nos ayuda ser amigos de Dios?

⁴ La Biblia dice a los que quieren ser amigos de Dios: “Límpiense las manos” y “purifiquen su corazón” (Santiago 4:8). Esto significa que los amigos de Dios hacemos y pensamos las cosas que le gustan a él. Como queremos seguir siendo sus amigos, nos esforzamos por no hacer nada que le ofenda y por pensar solo en cosas limpias (Salmo 24:3, 4; 51:6; Filipenses 4:8). Claro, Jehová sabe que somos imperfectos y que a veces no podemos evitar tener malos deseos. Pero como no queremos ofenderlo, hacemos todo lo posible por rechazarlos y pensar solo en cosas limpias (Génesis 6:5, 6).

5, 6. ¿Cómo nos ayuda la oración a luchar contra los malos deseos?

⁵ Si oramos siempre a Jehová, él nos ayudará a luchar contra los malos deseos. Él nos dará espíritu santo y fuerzas para mantenernos limpios. En nuestras oraciones podemos decirle que solo queremos pensar en las cosas que le gustan (Salmo 19:14). Además, podemos preguntarle con humildad si ve en nosotros algo malo que nos pueda llevar a pecar (Salmo 139:23, 24). También podemos pedirle que nos ayude a no cometer pecados sexuales, sobre todo cuando vengan tentaciones (Mateo 6:13).

⁶ Puede que antes de ser Testigos nos gustara hacer algunas cosas malas. Y puede que a veces todavía nos vengan deseos de hacerlas. Pero Jehová puede ayudarnos a cambiar. Eso fue lo que le pasó al rey David. Él tuvo relaciones sexuales con una mujer que no era su esposa. Pero luego se arrepintió y le pidió a Jehová que le diera “un corazón puro” y que lo ayudara a ser obediente (Salmo 51:10, 12). Por eso, si usted está luchando contra los malos deseos, pídale ayuda a Jehová. Él lo ayudará a tener un fuerte deseo de obedecerle y a controlar lo que piensa y lo que hace (Salmo 119:133).

7. ¿Cómo nos ayuda la Biblia a rechazar los malos deseos?

⁷ Jehová puede responder nuestras oraciones mediante la Biblia. En ella encontramos la sabiduría de Dios, que es “casta”, o limpia (Santiago 3:17). Si leemos la Biblia todos los días, nuestra mente se llenará de pensamientos limpios (Salmo 19:7, 11; 119:9, 11). En la Biblia también encontramos consejos y ejemplos que nos ayudan a rechazar los malos deseos.

8, 9. a) Según el capítulo 7 de Proverbios, ¿por qué cometió un joven un pecado sexual con una prostituta? b) ¿Qué situaciones son muy peligrosas?

⁸ En Proverbios 5:8, la Biblia nos advierte que nos mantengamos lejos de los pecados sexuales. En el capítulo 7  de Proverbios leemos la historia de un joven que salió de noche a pasear cerca de donde vivía una prostituta. Ella estaba vestida de forma provocativa en una esquina de la calle. Cuando lo vio, se acercó a él, lo besó y le dijo cosas para aumentar su deseo sexual. El joven no había salido de su casa pensando en cometer un pecado. Pero como no rechazó los malos deseos, terminó pecando. Y sufrió las consecuencias. Si hubiera pensado en el peligro que corría, se habría mantenido lejos de esa mujer (Proverbios 7:6-27).

⁹ Nosotros también podemos tomar malas decisiones si no pensamos en lo peligrosas que son algunas situaciones. Por ejemplo, es muy peligroso ir cambiando de canal en canal por la noche solo para ver qué están pasando por televisión. ¿Por qué? Porque podemos encontrarnos con programas con imágenes sexuales. Y si estamos en Internet, es muy peligroso hacer clic en enlaces sin saber a qué páginas llevan, o entrar en páginas con publicidad sexual o enlaces a páginas pornográficas. En estas situaciones podríamos ver cosas que nos hagan tener malos deseos y terminar desobedeciendo a Jehová.

10. Si no hacemos caso de lo que dice 1 Timoteo 5:2, ¿qué nos puede pasar? (Vea la foto del principio del artículo.)

¹⁰ La Biblia también nos dice cómo deben tratarse los hombres y las mujeres entre sí (lea 1 Timoteo 5:2). El Testigo casado solo trata de manera especial a la persona con la que está  casado. Y el Testigo soltero solo trata de manera especial a la persona con la que quiere casarse. Algunos creen que mientras dos personas no se toquen, no hay nada de malo en que coqueteen con gestos, con la mirada o con la forma de moverse. Pero cuando dos personas hacen esto, pueden empezar a tener malos deseos y terminar cometiendo un pecado sexual. Ya les pasó a otras personas, así que también nos puede pasar a nosotros.

11. ¿Qué aprendemos del ejemplo de José?

¹¹ Podemos aprender mucho del buen ejemplo de José. La esposa de su jefe quiso tentarlo para que tuviera relaciones sexuales con ella. Él le dijo que no, pero ella siguió insistiendo. Todos los días le pedía que se quedaran solos (Génesis 39:7, 8, 10). Un experto explica que ella pensaba que si se quedaban solos, José no podría resistir la tentación. Pero José estaba decidido a no coquetear con ella ni hacer caso de sus coqueteos. Así evitó tener malos deseos. Un día, la mujer agarró a José por la ropa y trató de obligarlo a tener relaciones sexuales. Pero él “dejó su prenda de vestir en la mano de ella” y salió corriendo (Génesis 39:12).

12. ¿Cómo sabemos que lo que miramos puede hacer que tengamos malos deseos?

¹² Lo que miramos puede hacer que tengamos malos deseos. Jesús dijo que si un hombre mira a una mujer que no es su esposa con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, ya ha cometido ese pecado en su corazón (Mateo 5:28). Eso fue lo que le pasó al rey David. La Biblia dice que “desde la azotea alcanzó a ver a una mujer que estaba bañándose” (2 Samuel 11:2). Ella estaba casada con otro hombre. Pero en vez de mirar a otro lado, David se quedó mirándola y pensando en ella. Al final, terminó teniendo relaciones sexuales con esa mujer.

13. a) ¿Por qué es muy importante que hagamos “un pacto” con nuestros ojos? b) ¿Qué significa hacer “un pacto” con nuestros ojos?

¹³ También podemos aprender mucho del ejemplo de Job. Él dijo: “Un pacto he celebrado con mis ojos” (Job 31:1, 7, 9). Es muy importante que sigamos su ejemplo y hagamos “un pacto” con nuestros ojos. ¿Por qué? Porque eso nos ayudará a no tener malos deseos. Pero ¿qué significa hacer “un pacto” con nuestros ojos? Significa tomar la decisión de no mirar nunca a nadie con el deseo de cometer un pecado sexual. Y si vemos una imagen sexual en una pantalla, un cartel o afiche, una revista o en cualquier otro lugar, rápido miramos a otro lado.

14. ¿Qué debemos hacer para mantenernos limpios?

¹⁴ Al pensar en lo que hemos visto hasta ahora, usted tal vez se dé cuenta de que necesita hacer algunos cambios. En ese caso, hágalos de inmediato. Si somos obedientes a Jehová, podremos evitar los pecados sexuales y mantenernos limpios (lea Santiago 1:21-25).

15. Si a usted le cuesta luchar contra los malos deseos, ¿por qué es importante que pida ayuda?

¹⁵ Si a usted le cuesta luchar contra los malos deseos, pídale ayuda a algún  hermano que tenga años de experiencia y pueda darle buenos consejos con la Biblia. Es cierto que no es fácil hablar de estos temas, pero es importante que lo haga (Proverbios 18:1; Hebreos 3:12, 13). ¿Por qué? Porque los hermanos con experiencia pueden ayudarle con la Biblia a ver los cambios que necesita hacer. Así podrá seguir siendo amigo de Jehová.

16, 17. a) Explique con un ejemplo cómo ayudan los ancianos a quienes luchan contra los malos deseos. b) ¿Por qué es muy importante que los que ven pornografía pidan ayuda de inmediato?

¹⁶ Los ancianos de la congregación son los que mejor pueden ayudarnos (lea Santiago 5:13-15). Veamos el ejemplo de un joven de Brasil. Él cuenta que por muchos años tuvo problemas para controlar los malos deseos. Dice: “Sabía que mis pensamientos no le gustaban a Jehová, pero me daba mucha vergüenza contárselo a alguien”. Un anciano notó que el joven necesitaba ayuda, así que lo animó a hablar con los ancianos. El joven dice: “Los ancianos fueron muy cariñosos y comprensivos conmigo. Eso me sorprendió mucho, porque sentía que no merecía que me trataran así. Me escucharon con atención, usaron la Biblia para recordarme que Jehová me quiere y oraron conmigo. Todo eso me ayudó a aceptar sus consejos bíblicos”. Ahora han pasado los años y ya tiene una buena amistad con Jehová. Él dice: “Ahora sé que es mejor buscar ayuda en vez de luchar solo contra los malos deseos”.

¹⁷ Si usted tiene la costumbre de ver pornografía, es muy importante que pida ayuda de inmediato. ¿Por qué? Porque mientras más espere, más fácil es que cometa un pecado. Si eso pasa, les hará mucho daño a sus familiares y amigos. Y además, hará que la gente hable mal de Dios. Muchos han pedido ayuda a los ancianos y han aceptado sus consejos. Así han logrado seguir siendo amigos de Jehová y parte de la congregación (Salmo 141:5; Hebreos 12:5, 6; Santiago 1:15).

18. ¿Qué debemos seguir haciendo?

¹⁸ El mundo de Satanás es cada vez más sucio. Pero los siervos de Dios se esfuerzan por luchar contra los malos deseos y mantenerse limpios. Y Jehová está muy orgulloso de ellos. Por eso, sigamos aprovechando las tres ayudas que hemos visto: nuestra amistad con Jehová, los consejos de la Biblia y la ayuda de hermanos con experiencia. Así seremos felices y tendremos la conciencia limpia (Salmo 119:5, 6). En el futuro, Satanás desaparecerá y nosotros viviremos para siempre en un nuevo mundo limpio.